Frase trillada si las hay, pero a falta
de una que la represente mejor, digo que estos dos músicos se mueven, cual pez
en el agua , se retroalimentan el uno con el otro y el nivel de empatía que han
alcanzado corrobora que son uno de los
dúos mas interesantes desde hace tiempo, dentro de la escena local.
Se muestra devoción y cariño hacia la
música tratada, a sondear el espacio
interpretativo; en donde lo más importante es la originalidad del desafío , la
indagación de las posibilidades, que siguen proveyendo Monk y Mingus como
fuente inagotable a tantos jazzistas; su
espíritu transgresor, su lado efusivo, su energía integradora, sus ideales
estéticos.
Pablo es un pájaro de vuelo libre,
elocuente, conmovedor, intenso que provee a Pepe de sujetos melódicos donde el
pianista deja en claro sus virtudes, su impecable sentido narrativo y su estilo
plenamente formado.
En
ningún momento del transcurso del disco caen en los peligrosos territorios de
la prolijidad pero tampoco en las disonancias desmedidas , ni en una
articulación contrahecha o deconstrucción impiadosa de composiciones fetiches
como “Goodbye Pork Pie Hat”, “Ask me Now” o “Evidence”. Salvo un Lacy, (
universo inevitable del saxofonista Platense ) “Prospectus”; el resto del repertorio está dedicado a dos
de los grandes genios que dio esta
música
Quizá la obra no haga más que ratificar
la evolución de esta asociación musical y que sus logros se reflejen en la maduración de su dialéctica,
en ese tercer momento de conciliación de los opuestos, con giros y sonidos
propios añadiendo un último toque a lo comenzado en el “Memorial” de 2007 dedicado al singular par
norteamericano.
Genial muestra de música libre hecha con proverbial
imaginería y sin contradicciones, un diálogo de alto nivel.
Pablo Ledesma : Saxo Soprano
Pepe Angelillo : Piano
R:IDJ