Lo que podríamos denominar piano
moderno está lejos de esfumarse de los trabajos que tejen su sonido desde una
musicalidad europea, que me llevó por varios caminos mientras “Vicisitudes”
sondeaba mis oídos.
Se notan influencias del carácter que
menciono al principio, y hay en los modos de expresarse del líder algunos ecos que
nos remiten a Brad Mehldau; aquel de hondo intimismo que revela su arte con ese
sutil desgarro emocional, como el corte de apertura.
Sin embargo a medida que se suceden los
temas uno se sorprende por el riesgo armónico y la capacidad técnica de
Belgrano, para adentrarse en superficies más indeterminadas que presentan un
intenso cromatismo, densidad armónica y una música de gran presencia física. “La Brasa ” es fiel reflejo de lo
dicho.
También hay sitio para los cortes más
rápidos, como “1704”, cuya fuerza lo muestra al pianista como un compositor
comunicativo y abierto, lo que le confiere un carácter de profunda manifestación
personal en todas las composiciones que corren por su cuenta.
La sumatoria de ese cronopio que es
Enrique Norris en dos cortes, le da el espaldarazo para agrandar el espectro de
melodismo y complejos desarrollos con convicción y conocimiento. Más allá de
los paralelismos que uno pueda encontrar en una escucha profunda, esas que impelen
la imaginación del oyente, el resto de los músicos cada uno con su vuelo
individual aportan sabiduría para esta obra de punzante belleza.
Sin duda un buen debut que no flaquea
en ningún punto y que invita a sumergirse en un despliegue de sonoridades
tangibles, para quienes deseen sentir la experiencia musical descubriendo un
artista propenso a mostrar ideas frescas.
Santiago Belgrano - Piano y Composición
Enrique Peña Arenas - Guitarra
Guillermo Harriague - Batería
Diana Arias - Bajo
Enrique Norris - Corneta
Rodrigo Dominguez - Saxos
R:IDJ
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