El músico sobre quien escribo, contrabajista de origen ecuatoriano, tuvo la consideración de enviarme su música a la nueva usanza: digitalmente. Aunque, como lo sabemos, los del jazz seguimos militando por el objeto.
En esta grabación participa un pianista polaco y un baterista sueco que aunaron fuerzas y voluntades para crear desde el formato que popularizo Bill Evans temas propios con un buen manejo instrumental.
Desde el comienzo, está muy presente la relación entre las tres partes. No se si es una formación estable o armada para la ocasión; pero el entendimiento entre ellos parece pulido por horas de ensayos. Estos artesanos inspirados, han construido un universo a su alcance, y se adentran en un proceso que depende de la asimilación y metamorfosis de una moderna fusión, en un juego lúdico que mezcla ingenuidad y sofisticación.
Salvo “Abridged Perspective” que se moldea sobre un entorno minimalista y de introspección que conocemos de sobra de los tríos europeos, al resto le imprimen un panorama abierto y un marco idóneo en ese inmenso territorio que es el jazz. Se agradece desde el recambio que el género no se haya quedado anquilosado en el tiempo y siempre avance hacia formas estimulantes.
Diseccionar el contenido, de cada composición me resultaría un ejercicio que desplomaría lo mejor que tiene esta música: la sorpresa. Por eso los invito a que entren en bandcamp (como han cambiado los tiempos) y sean cómplices de una propuesta que desemboca en un concepto maduro y distendido. Un disco lleno de interés de un trío impecable, sin excusas ni antifaz.
Piotr Orzechowski – piano
Daniel Toledo – bass
Paul Svanberg – drums
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