Hay dos miradas distintas muy marcadas
entre el tipo de jazz que viene desde La Plata y el que proviene de Buenos Aires. Quizás,
sin desmerecer, porque desde la
Capital , sigue predominando el sentido estético europeo y los
escenarios más clasicoides (entiéndase be-bop - hard-bop, for export ) y lo que
vengo escuchando del lado platense del asunto, más jovial, mas ameno. Al menos
lo que ha llegado a mis manos, suena como más impregnado de la canción popular,
llevándola al terreno del jazz. Es solo una impresión.
El leitmotiv de las composiciones según
argumenta su líder se basa en música escuchada a lo largo de su corta y joven
vida, diversificando horizontes que atraviesan desde viajes a vivencias
emocionales, volcado en este logrado primer paso, donde despliega sus virtudes
compositivas.
Ignacio es parte de una unión que conecta
un tipo de jazz que se renueva en jóvenes talentos. Las filiaciones de este
nuevo concepto se basa en la mágica interacción entre el grupo. Desde la
original invención del guitarrista, con una génesis de estructuras armónicas y sutiles, aupado en las consideraciones
dinámicas que establece junto a sus acompañantes.
En seis episodios se las arregla para
crear un envoltorio de jazz que trasciende el género y simplemente se convierte
en música. Ya sea la sentida “Good Old Fashioned Love (to Pilar),” una balada
cuya pulsión implícita desemboca en el reordenamiento de dos figuras armónicas entre guitarra
y saxo; o los paisajes que apuntala en “Dinosaurs”, este grupo logra sumar
forma y contorno, sobre composiciones bien trabajadas desde la escritura; lo
que hace que la comunicación entre ellos sea de sumo agrado. La guitarra de
Ignacio se funde con el telón de fondo mientras guía el tempo y la dinámica de
cada canción.
Otra presencia que no está ausente, moviéndose
elípticamente a través de los cortes es la del saxofonista Gianni Gagliardi que
cumple un papel preponderante, gravitando en el cuerpo de las canciones y deslizándose
alrededor y debajo de la línea melódica. “Archeological Reseach” suma un buen
espaldarazo de bop a la antigua, ofreciendo una fuerte interacción entre saxo y
guitarra de manera dura-oscilante que entusiasma en los 5:50 que dura el corte. “Lenka” con ese toque medio
calipso de la batería en manos de Jesse Simpson y el contrabajo de Lars Ekman, conforman una
sección que empuja a nuevas alturas los temas, y logra una tonicidad de
ritmos que suben y bajan.
En "Recuerdos de Chechenia (to my
father)", Ignacio dedica a su padre una hermosa canción teñida de morriña, reconsiderando
en su solo la forma lírica con el fin de reafirmar una reflexión sentida y cargada
de duende. En pocas palabras, este es un disco a tener en cuenta; cuya génesis
melódica está llena de sorpresas y que vale la pena sumarlo al anaquel. Para
escuchar y volver a escuchar.
Ignacio Cacace / guitarra y composición
Gianni Gagliardi / saxo tenor
Lars Ekman / contrabajo
Jesse Simpson / batería
R:IDJ
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