IDJ. Cornelius Cardew fue un pionero muy preocupado por la falta de
libertad en la música, sin embargo una de las características de estas
coyunturas es su fatal debilidad y lo efímero de su permanencia. En
consecuencia no todos los experimentos musicales abren puertas dentro del arte.
¿Cómo te posicionas ante esto?
DD: Sinceramente no conozco en profundidad la obra de Cardew, sé que
abandona el serialismo y empieza con composiciones experimentales probablemente
influido por John Cage y quizás aquí encontró más espacios para desarrollar su
música, se vincula también al AMM colectivo británico de libre improvisación,
pensemos también que Cornelius Cardew era un compositor no un improvisador.
Personalmente cuando creo o improviso música o armo un proyecto no
estoy pendiente de que tenga que ser algo nuevo, distinto, diferente, mi
necesidad es una pulsión más vital y orgánica, trabajo sobre lo que me resulta
interesante para mí, desde un lugar más inconsciente e intuitivo, experimento
conmigo mismo, no es racional ese momento de creación/improvisación, no me
interesa si esto se hizo antes o no, me interesa el proceso que voy transitando
solo o acompañado.
En el momento del acto creador o de improvisación el músico
creador/improvisador se tiene que despojar de toda información, de todo acto
intelectual y pararse en otro estado, en otro plano, con total libertad
preparado para interactuar con la música y sus compañeros (escuchar y accionar
en proporciones equilibradas).
Cómo me posiciono frente a lo efímero del momento o permanencia, frente
esa experiencia musical que probablemente dure un instante, escuchada por un
puñado de personas, en una de las tantas salas semiclandestinas de la ciudad?
Si partiera a priori de la premisa de que “tengo que dejar una huella en la
música”, una permanencia, estaría acabado, no tengo ni deseo dejar nada, cuando
toco como solista o con el DolCHi Trio, solo busco “ese” instante, ese despojo
y lograr una entrega total hacia lo que estoy haciendo.
IDJ. Mi primer acercamiento a tu música fue con DolCHi Trio -
Yeahhhh!!. ¿Contanos como fue la experiencia, incluso la buena idea de grabar
todos los cortes en formato HD, para verlos?
DD: Durante el 2014 toqué con distintos y numerosos
músicos en formaciones espontáneas a los cuales invité y me invitaron, como síntesis
de todas esos conciertos de música improvisada, free jazz, electrónica y
noise/ruidismo.
Entonces
sentí la necesidad de armar un proyecto estable para explorar más en
profundidad el estilo y convoqué a Juan De Cicco (percusionista) con quien había
tocado en algunas oportunidades, y a Osvaldo La Porta (guitarrista) con
quien había tocado una vez pero me interesó mucho su forma de tocar y creí que
podía aportar muchísimo al trío. Los convoqué y me convocaron, lo único que
tenía claro era que quería un trío acústico con estos dos músicos.
Si
bien lidero el trío porque fui el iniciador y organizador/programador/negociador
de fechas/etc., asumí y me cargué con mi nombre -a falta de otros mejores- ese
liderazgo, que finaliza y desaparece cuando comenzamos a tocar, en ese momento
existe una horizontalidad total y absoluta, una comunión colectiva, un
intercambio de iguales, no hay líderes, no hay jerarquías ni escalafones
(instrumentista, director, compositor), la que “manda” es la música. Por lo
tanto, no puedo hablar de mi música, porque sería una falta de respeto al resto
y porque lo que sucede ahí, en ese momento pertenece a otra música que no es la
mía, ni la de Juan, ni la de Osvaldo, sino la del DolCHi Trío.
El
2015 nos encuentra tocando en muchos lugares, (casi 30 fechas), grabando
nuestro primer disco “Yeahhhh!!!!”, y el 20 de junio grabamos nuestro primer
disco, todo sucedió muy rápido. La experiencia fue muy placentera, muy natural
y se creó un clima similar al de los conciertos, esa era la idea y se logró. Se
hizo en una sola sesión, se grabaron 8 improvisaciones y elegimos 6, algunos
temas/tracks partieron de una mínima consigna como idea motivadora o
disparador.
El
disco es una fotografía, un momento, refleja el estado del trío y de su música
en el aquí y ahora, nada más, nuestro trabajo y crecimiento como músicos y
personas en el futuro enriquecerá al proyecto grupal y seguramente nos
encontrará en otro estadío superador, eso espero. La idea de grabar en HD el
disco/video fue pura y exclusiva iniciativa de Osvaldo La Porta , ha sido un logro muy
importante y él tiene todo el mérito ya que fue un gran acierto. Juan De Cicco
realizó un buen diseño del disco físico que seguramente para fines de octubre
lo tendremos para ofrecerlo en los conciertos.
También
terminamos de grabar para un proyecto que propuse al sello Alina Records
(Madrid): un disco compartido con músicos europeos. En la primer parte, el
DolCHi Trío graba en Argentina una sesión de música improvisada teniendo en
cuenta que ese material va a ser completado/intervenido/improvisado por otros músicos
en España que terminaran de grabarlo, borrando las distancias que nos separan,
esa experiencia se concretará en un nuevo disco. Y en marzo de 2016 estamos
invitados a participar del Experimenta Festival en Valparaíso (Chile).
IDJ. Los nombres de los temas están dedicados, deduzco, a referentes de
tu formación como músico. ¿Era la idea que rondaba en tu cabeza?
DD: Están dedicados a músicos que cada
uno de nosotros admira y forman parte de nuestra formación o son referentes en
el estilo de música. La elección de los nombres también fue grupal, partió de
una idea y cada uno eligió dos nombres con los cuales se sentía más
identificado o deseábamos nombrarlos en el disco. Juan eligió a Bennink y
Oxley, Osvaldo a Derek y Morton, y yo a Lacy y Ornette.
IDJ. ¿Qué lugar ocupa el silencio o el
no sonido como un aspecto importante en la estructura de muchas
improvisaciones?
DD:
Ups!!! El silencio…..el silencio es importante en todo, no solamente en la
música, no podríamos comunicarnos si no existiese la pausa, el silencio
revitaliza y le da sentido a la palabra, hace que la música respire. El
silencio se escucha, existe ese silencio musical, que actúa como contrapeso del
sonido, de la improvisación, es muy notorio percibirlo al final de una
improvisación, del último sonido, queda un espacio de tiempo, de no sonido, ese
silencio se escucha y percibe claramente formando parte de la obra. Ese
silencio se podría medir e incluso marcar exactamente donde termina y comienza
ese otro silencio que no es parte de la música, sino del reacomodo del oyente.
O sea que podríamos hablar de calidades de silencio.
IDJ. Por último, me es inevitable
preguntarte, que en elecciones como la tuya, poco transitadas por el mundo
musical en general, más quizás por estos senderos latinoamericanos, mora una
postura política como contrapartida a las formas más aggiornadas y de hecho la
improvisación libre fue un rechazo a la tradición jazzística. ¿Cómo te insertas
en el ámbito local?
DD:
En el ámbito local me posiciono como un proyecto o grupo de música instrumental
(contemporánea atonal, free jazz, libre improvisación, etc), los “rótulos” que
pongo a veces es para que el público o los lugares donde organizamos tocar
tengan una referencia de lo que hacemos.
Particularmente
en cuanto a los lugares, podemos tocar en cualquier espacio, como trío acústico
solo necesitamos enchufar el equipo de la guitarra eléctrica, la asistencia
técnica es nula, tampoco necesitamos una acústica del lugar particular o
específica, me interesa incorporar la sonoridad del espacio al momento de la
improvisación como un elemento más, lo que en otra propuesta podría ser muy
incómodo para nosotros esa adversidad se nos presenta como un invitado al cual
hay que integrar a la fiesta permitiéndonos explorar en un nuevo aspecto.
Tampoco
estoy muy de acuerdo con diferenciar el escenario del lugar para el público,
esas dos zonas tan marcadas me parece que no contribuye a la comunicación con
el proceso improvisatorio, lo entiendo desde el punto de vista acústico formal,
pero borraría esa línea.
Es
muy claro que en otros países hay más conocimiento por parte del público y
espacios para tocar la música improvisada, incluso hay diferencias con la
improvisación libre o libre improvisación como conceptos, de todas maneras percibo
un público receptivo y a veces creo que el prejuicio viene del músico y no del
público, no necesito un público académico, informado ni complaciente,
cualquiera puede escuchar este tipo de música y todo tipo de músicas.
Me
interesa difundir lo que hacemos y lo hago a través de organizar conciertos con
el trío, invitando siempre a tocar a algún otro músico, a veces de diferentes
palos de la música (electrónica, jazzeros, noise/ruidistas, compositores
contemporáneos, etc) para compartir, nutrirnos y ser permeables a lo que también
propone el invitado. Participo o participamos en ciclos, festivales y
encuentros que posibiliten dar a conocer las distintas y variadas propuestas
musicales.
Músicos: Osvaldo La Porta (guitarra eléctrica) -
Juan De Cicco (percusión) - Darío Dolci "DolCHi" (saxos
soprano/sopranino) - Dirección/edición de video: Ariadna Tepper. - 11/09/2015 - Ciudad Autónoma de Buenos
Aires - Argentina.
© Impronta de Jazz
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