miércoles, 28 de diciembre de 2011

SAM RIVERS

1923–2011

Sam Rivers, uno de los gigantes del género , considerado como una leyenda del jazz por su talento en la improvisación y perteneciente a la vanguardia neoyorkina, falleció a causa de una neumonía, el 26 de Diciembre en la ciudad de Orlando a la edad de 88 años.

Para un acercamiento profundo a parte de su legado les recomiendo que escuchen : "Sam Rivers: The Complete Blue Note Sam Rivers Sessions ", a quien se quiera interesar por éste enorme músico.
"A mis ojos, mi padre estuvo de vacaciones toda su vida", dijo su hija y mánager Monique Rivers Williams el lunes al diario The Orlando Sentinal, al informar del fallecimiento.
"Él solía decirme: Estoy trabajando, pero disfruto cada momento de ello", explicó.
"Jubilarse no formaba parte de su vocabulario. Él solía preguntarme: ¿Para qué tenemos esa palabra?", añadió.

IDJ

lunes, 26 de diciembre de 2011

Y VOLVIÓ UNA MAÑANA

Y volvió una mañana, se lo esperaba en la red. Siete años desde la última antorcha encendida en el camino con Real Gone. Siete años escuchándolo desde todos lados en vivo, con formaciones que van del histórico -titular indicutido además- Marc Ribot al desconocido e hispano Omar Torrez en la “sección de cuerdas”, del ‘Primus’ gigante de la percusión, Brain Mantia, al jovencísimo Casey Waits tras los parches.
Pero él eligió volver…con sus viejos amigos, armando un seleccionado sub 70 que da todo tipo de garantías y, tratandose del viejo, lo entienden telepáticamente y, le tiran las mejores paredes, tal el caso del mencionado Ribot.
Ahora, seguro vendran algunas caras extrañas que dirán: más de lo mismo…se repite, siempre una, dos, o más baladas, que el sonido de la bateria, etc, etc
Pero sus feligreses siempre estaremos ahí, al pie del cañón, sabiendo que un clásico es un clásico y que sería estúpido y necio, pedirle a Maradona -o a cualquiera- que gane un campeonato del mundo cada cuatro años.
El ya ganó un par de campeonatos del mundo y siempre está ahí…dispuesto a usar los viejos trucos que siempre deslumbran y causan admiración, como la locomotora que arranca el disco con Chicago.

R : http://el-parlante.com

lunes, 19 de diciembre de 2011

MARCO SANGUINETTI - EL OTRO

Creo que si nos despojamos del prejuicio, q muchas veces se cierne en las camadas de los aficionados mas taxativos, les aconsejo que dejen de lado la fatídica pregunta : ¿ Es esto jazz ?. De no ser así les aseguro que se pierden de disfrutar a un músico que marca la diferencia en su sonido y de un nombre que va a dar que hablar en un futuro no muy lejano.
Este es su tercer cd grabado en vivo durante los últimos días de 2010 y el primero con acompañantes , los anteriores son a piano solo. Marco aborda una idea cuyo centro neurálgico es un lenguaje personal que nos interpela desde las primeras notas. Ya la elección de DJ Migma aporta intempestivas y fugaces apariciones que refuerzan las intensidades e ideas del músico. Como un orfebre que pone a prueba todas las posibilidades de su música, el pianista contagia su pasión con una claridad expositiva ponderable sabiendo cuál es el alma que le quiere conferir al proyecto.
Hay referentes generacionales que son ineludibles, modalidad derivada de Brad Mehldau en adelante, en cuanto a atreverse a salir del standard clásico del jazz, y se plantean revisiones de “Paranoid Android” - Radiohead, más acá, “La montana” del flaco Spinetta ( hermosa versión ) y “Secret World” de Peter Gabriel, desandando laberintos ya recorridos superando cualquier expectativa.
La voz de Paloma del Cerro fue elegida con el suficiente criterio, cantando con inteligencia y con un feeling minimalista sin impresionar; suena homogénea y coherente dentro de una formación que optó por no tener contrabajo encarando un estilo más contemporáneo; guiados por el trombón de Omar Grandoso y la batería de Hernán Rodriguez.
Otra de las instancias más positivas que veo del líder , es el hecho de que se cuestiona un asunto no menor y quizás trivial para la mayoría de los artistas que son compositores de su material , como es la autoría de los temas y el cambio de paradigma, al menos como intención, de que cada uno de los convocados han aportado a la composición su esencia, oficio, compenetración e ideas, entonces ¿ Quién es el autor real ?
Celebro con ganas un disco como el que reseñamos y levanto la copa por un año de aquellos para el jazz argento, muchas ediciones, sellos nuevos, revistas dedicadas al género, festivales en los 4 puntos cardinales del País, y un sonido ya identificable y diferenciado del resto de lo que suele venir de afuera. Que no decaiga!!!


Marco Sanguinetti : piano
Paloma del Cerro : voz
Omar Grandoso : trombón
Hernán Rodríguez : Batería
DJ Migma : bandeja y percusión.

R:IDJ



jueves, 8 de diciembre de 2011

LA FIESTA VA




David Sanchez+Stefon Harris+Christian Scott - Ninety Miles 2011
Sin duda uno de los mejores discos del año que finaliza.


jueves, 1 de diciembre de 2011

MARIANO LOIACONO - WHAT'S NEW ?

Estupendo disco que se editó por el incipiente sello de jazz Argentino RIVORECORDS, y pertenece al trompetista nacido en Punta Alta, provincia de Córdoba , con formación musical en Rosario : Mariano Loiacono.
Como la consigna del sello lo requiere, todos los cortes son standards menos uno de autoría propia “ Connecting”.
Desde mi óptica , Mariano se va a consolidar como una de las figuras del jazz actual, posee un sonido intenso y expresivo y lleva su relectura a nuevas arenas, donde temas como What’s new ?, Johnny Come Lately o Blue Monk están muy bien logrados, exponiendo belleza contundente y natural.
El conjunto suena estable , con participaciones individuales muy ricas y coloridas, como en el caso de Gustavo Musso, excelente saxofonista tenor quien va matizando sus intervenciones de lo álgido a lo medido. Otro de los componentes que me gustó es el pianista Fransisco Lo Vuolo, que como un Wynton Kelly criollo, siempre cumple con una forma de tocar “a la alta escuela”, como se decía en tiempos pasados.
Las cualidades musicales del resto de los convocados está a la altura de las circunstancias con resoluciones sonoras muy disímiles.
Este es el segundo cd del líder y su primero para esta casa ; de todas formas lo consideraríamos como un debut magnífico, a vistas de lo escuchado.
Les sugiero que compren estos trabajos que están a un precio muy accesible y como bonus para la conciencia, apoyamos a nuestros artistas argentinos, y en éste caso en particular al emprendimiento generado por Justo Lo Prete, quien en tiempos de vacas flacas para el mercado discográfico se jugó en esta encomiable gesta, por pasión al jazz.


Mariano Loiacono : Trompeta y Flugelhorn
Gustavo Musso : Saxo tenor
Francisco Lo Vuolo : Piano
Jerónimo Carmona : Contrabajo
Pepi Taveira: Batería
Músicos invitados :
Sebastián Loiacono y Ramiro Flores : Saxo Alto

R :IDJ

lunes, 21 de noviembre de 2011

ENTREVISTA : PABLO LEDESMA



Pablo Ledesma es uno de músicos más relevantes y más infravalorados de la escena local. Quizás por estar en las antípodas del jazz más ortodoxo, su discurso estilístico deviene de músicos como Steve Lacy pero sin ubicarlo como epígono de aquel.
Versátil y heterogéneo, sus trabajos hablan de cuan lejos está de los criterios estéticos formales y los modos convencionales.
Gran músico, pero por sobre todo una gran persona, que con la humildad que solo poseen los grandes, liberado de todo narcisismo intelectual y musical, accedió a realizar esta entrevista.

IDJ. ¿ Qué fue lo que te motivó a entrar en la música y mas precisamente en el Jazz ?

P.L : La música apareció en mi vida a los 13 años mas o menos. Nací y crecí en un pueblo agrícola muy pequeño de la Pcia. de Bs. As en donde las manifestaciones culturales escaseaban. La información llegaba por la radio o a través de los amigos. Los elementos de la música, la abstracción, el sonido, la posibilidad de transmitir los sentimientos y el juego creativo me fascinaron para siempre. El Jazz me atrajo como un mundo desconocido que debía explorar impulsado por mi naturaleza curiosa .

IDJ. Sos un músico que se ha corrido de las estéticas más transitadas dentro del género y tomaste el camino de la improvisación o si se prefiere el de una concepción más libre a la hora de generar tu discurso. ¿ Cómo fue el recorrer ese camino que no suele ser el de más aceptación popular ?

P.L : La curiosidad fue el motor, en la adolescencia fue el rock y todos los cambios culturales de los ´60, paralelamente el jazz, , la escuela de Viena, la música contemporánea posterior a la II guerra mundial, el descubrimiento de la improvisación como energía central y así me fui moviendo hacia delante, siempre persiguiendo el misterio…cuando empiezo a entender un lenguaje tiendo a perder el interés.

IDJ. La improvisación ¿ Se improvisa ?

P.L : La improvisación es la vida. Se trabaja a tiempo real con herramientas que han sido adquiridas a través de procesos de aprendizaje o de práctica intensiva. Otro ejemplo son los deportes: uno aprende sus fundamentos y reglas, los practica, asimila, internaliza y luego juega el partido.

IDJ. ¿ Cuan indelebles fueron las marcas de un músico como Steve Lacy en tu manera de mirar la música ?

P.L : Vi reflejado en su trayectoria, mi propia experiencia con la música y los intereses que siempre me atrajeron: la improvisación, la música contemporánea, la exploración, la composición basada en las técnicas que derivaron de la serialidad y las experiencias ocurridas desde los ´50, el compromiso con el tiempo que te toca vivir… es decir una mezcla entre un compositor académico, un improvisador y un jazzman. Una persona interesada en todas las manifestaciones del arte: poesía, literatura, pintura, danza, etc. Gran amigo de varios poetas y pintores de la generación beatniks. Cerebro y corazón.

IDJ. ¿ Cómo fué tu experiencia con un músico tan relevante de la escena europea como Agustí Fernández ?

P.L: Encontrarme y grabar con Agustí fue comenzar a transitar, más en profundo, un camino que venía vislumbrando desde hacía 20 años atrás, pero no encontraba interesados ni manera de desarrollarlo en nuestro país (excepto alguna excepción como el Mono Hurtado) Desde los ´80 que escuchaba la nueva música libre improvisada europea y en el 89 asistí al Willisau Jazz Fest en Suiza donde pude oír y ver en vivo a figuras fundacionales como Peter Kowald, Wadada Leo Smith, Sun Ra, Hans Koch, Lol Coxhill. Hasta el encuentro con Agustí solía trabajar con herramientas más ligadas al temperamento y a los parámetros occidentales de creación (además de continuar tocando jazz ligado a la tradición) cosa que aún hago, pero mi interés avanza cada día hacia la libre improvisación.

IDJ. ¿ Cómo es trabajar con Pepe Angelillo ?

P.L: Desde hace 16 años que mantenemos con Pepe una actividad constante, de mucha lucha y esfuerzo por llevar a cabo proyectos. La frecuencia humana que nos relaciona tiene que ver con que los dos somos de pueblos del interior de la provincia de Bs.As (Pepe de Tandil y yo de Henderson) así que manejamos los mismos códigos de entendimiento. Los dos hemos tenido una formación mixta entre lo popular y lo académico (en la Facultad de Bellas Artes de la UNLP y el Conservatorio, donde hoy somos docentes) vivimos en la misma ciudad, tenemos casi la misma edad, etc. Todo eso nos sitúa en un plano de rápida conexión.

IDJ. ¿ Qué repercusión tuvo tu trabajo homenaje a Lacy en vos y como un tiro por elevación en el circuito de quienes seguimos esta música, teniendo en cuenta que quizás es uno de los más laureados por público y crítica ?

P.L: Es sólo un documento de un proceso evolutivo. Ahora estamos por editar una continuación del “Memorial” con temas de Monk y Mingus. No creo mucho en los discos, incluso ahora que son historia como negocio, se siguen haciendo como para documentar etapas y para difusión de tu trabajo.

IDJ. Una de las encrucijadas que tiene un músico que busca encontrarse a partir de un sonido es el de la autenticidad ¿ Pensás que la has encontrado ?

P.L : Siempre digo que los que vivimos en las colonias somos maduros tardíos, porque nos cuesta mucho encontrar nuestro propio camino ya que no vivimos en un medio cultural abundante de maestros y gente sabia, gente experimentada que nos guíe y dé confianza para hacer nuestro trabajo. La falta de apoyo y posibilidades de desarrollo hace aún más difícil lograr un discurso acabado y personal, por eso es que vemos en nuestro medio mucha gente tratando de imitar modelos ya aceptados. De todos modos, en lo personal ya ha pasado mucho agua bajo el puente y creo que hay un sonido y una manera de hacer las cosas que me identifica.

IDJ. ¿ Músicos, como Mat Manieri, Kidd Jordan, Albert Ayler o más acá Guillermo Gregorio, abrieron puertas estéticas dentro de la experimentación ?

P.L: Con el mayor respeto hacia quienes nombrás, creo que son muy pocos quienes se pueden considerar los abanderados de las revoluciones ocurridas en estos últimos tiempos (incluso hace mucho que no hay nada nuevo bajo el sol) donde se debe conjugar la maestría de un nuevo lenguaje más el impacto “mediático y comercial”, por ej. John Coltrane lo logró, pero sus propuestas ya venían siendo trabajadas por John Gilmore y Cal Massey, incluso la novedad del redescubrimiento del saxo soprano fué a instancias de Steve Lacy. Creo que los que nombrás y muchos otros son referentes de la búsqueda y la exploración de nuevos territorios.

IDJ. Para cerrar : 3 discos que hayan marcado tu vida como músico.

P.L : Son muchos y diferentes según la etapa que me haya tocado vivir. Algunos me impresionaron por lo técnico (como “Monoceros” de Evan Parker) otros por lo emocional.

Pablo Ledesma es profesor de saxofón en el Conservatorio "Gilardo Gilardi", Profesor de Improvisación en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata.

Discografía recomendada :

Pablo Ledesma y Pepe Angelillo - Memorial Steve Lacy
Pablo Ledesma y Enzo Rocco : Seis Episodios En Busca De Autor
"Vivo En La Plata" - Pablo Ledesma Project- Sonosfera - La Plata-1998-
Agustí Fernández - Pablo Ledesma - Mono Hurtado - Buenos Aires 2000
"La Musica de Steve Lacy" - Nuevo Jazzcd Concierto 01-Bs.As - 2002-

© Impronta de Jazz

lunes, 14 de noviembre de 2011

EL SONIDO DE LOS BEATLES. MEMORIAS DE SU INGENIERO DE GRABACIÓN

Aunque todavía no ha llegado al País, este libro debe morar en la biblioteca de cualquier amante de la música bien hecha. El ingeniero de sonido de los fabulosos 4 de Liverpool; Geoff Emerick, abre la puerta a sus recuerdos y cuenta sus experiencias en el estudio de grabación lo que agrega un poco más a la historia, una histroria contada desde otros ángulos; hasta la saciedad de mil maneras distintas, solo que en este caso la movida viene de primera mano por parte de quien fue, artesano del sonido, que querían tener Los Beatles.
El relato va desde las experimentaciones y consecuentemente innovaciones sonoras de las grabaciones más emblemáticas, hasta los conflictos de ego dentro del grupo y su disgregación final; además de anécdotas que ofrecen una mirada novedosa sobre la convivencia con uno de los grupos más famosos de todos los tiempos.
Está en español, pero por ahora, solo accesible a través de sitios internacionales.

Geoff Emerick y Howard Massey
Prólogo de Elvis Costello

R:IDJ

lunes, 7 de noviembre de 2011

RIVORECORDS


Obsesivo del jazz

Entrevista. Justo Lo Prete. Creó RivoRecords, un nuevo sello especializado en standards del género. Y cuenta por qué.


Tengo un afán de coleccionista. "Soy un obsesivo por donde se mire”, confiesa Justo Lo Prete apenas comienza a explicar las razones que lo llevaron a crear RivoRecords, un sello de jazz cuya especialidad serán los standards. “Me interesa el orden, el cuidado en la edición, cosas que los coleccionistas aprecian a veces más que la música misma”.
Lo Prete era un abogado penalista con dedicación full time hasta que la idea de producir los discos que él ama -no sólo escuchar sino también mirar- fue salpimentando sus presentaciones en congresos, sus escritos jurídicos. “Es un poco de color en el medio de la vida profesional”, dice. En honor a la verdad hay que aclarar que Lo Prete no aterrizó repentinamente en el ambiente del jazz.
Los músicos locales lo reconocen y saben que desde hace años invierte gran parte de su tiempo libre en larguísimas discusiones sobre música en general y sobre jazz en particular. Uno de sus foros favoritos es la disquería Minton’s. “Ahí vamos todos los raros o los que gustamos de parecer raros – reconoce-: músicos y aficionados, sacros y profanos. Tenemos discusiones tan apasionadas como inútiles sobre si es mejor Sonny Rollins o Coltrane”.
Te decidiste a hacer discos de jazz en un momento en que la industria discográfica mundial se debilita, y la local tiende a desaparecer. ¿Cuál es el negocio? El de hacer los discos que me gusta no sólo escuchar sino también tener, mirar. Me interesan los standards y aquí, en Argentina, los músicos no suelen tener oportunidad de grabarlos porque van juntando el mango de a poco y cuando finalmente llegan al estudio prefieren tocar sus propias composiciones. Sin embargo, ninguno de estos músicos niega el valor de un standard, todos arrancaron de allí para aprender. Les ofrecí matizar con alguna composición propia. Pero consideraron mejor no dejar su música en minoría respecto de los standards. Sólo Loiácono grabó un tema propio.
¿Pusiste alguna otra condición? Puse ciertas reglas pero para trabajarlas con flexibilidad. Una cosa que me parecía importante es que no se retocaran las versiones. Se hicieron dos tomas de cada una y se eligió la mejor en cada caso. Tocaron todos juntos, como en un show en vivo, sin usar cabinas ni auriculares. No hay ninguna pinchadura en ninguno de los tres discos. Los músicos respetaron eso a rajatabla. Seguramente aparece por ahí alguna nota pifiada pero el resultado musical es muy fresco.

Fuente : Sandra De La Fuente
www.clarin.com

domingo, 30 de octubre de 2011

RECONOCIMIENTO

El Honorable Concejo Deliberante de Villa Mercedes, San Luis me hizo entrega de una plaqueta de reconocimiento por el aporte a la Cultura de Impronta de Jazz a la comunidad en todos estos años y declarando el programa de Interes Legislativo. Finalizo un año maravilloso con objetivos alcanzados y logros obtenidos. Gracias a todos aquellos que de corazón comparten la misma alegría.

lunes, 24 de octubre de 2011

FOREVER MILES

El jazz del legendario trompetista Miles Davis, uno de los grandes del género, volverá a sonar en una película sobre su vida y un disco de hip hop que comenzarán a producirse el próximo año.
"La película no será un biopic al uso", reveló Erin Davis, hijo del músico, en una entrevista con Efe en Nueva York, en la que también señaló que la cinta estará interpretada por Don Cheadle ("Hotel Rwanda") y la dirigirá Antoine Fuqua ("Training day: Día de entrenamiento").
Su banda sonora contará con la participación de Herbie Hancock, que formó parte de uno de los quintetos de Davis (1926-1991), y el lanzamiento de la película coincidirá con un disco de remezclas de los temas del trompetista con artistas de hip hop actuales.
Erin Davis, músico y productor, se encontraba hoy en la Gran Manzana precisamente para participar en un debate en la Universidad de Nueva York sobre la fusión del jazz y el hip hop, un estilo de música "que interesó mucho a Miles en los últimos años de su vida".
"El último disco que grabó Miles Davis, "Doo-Bop", en 1991 supuso un giro hacia un sonido más joven y urbano. Le hubiera encantado la idea de que incorporaran sus temas en las remezclas, aunque le gustaba trabajar con los músicos directamente", añadió a Efe.
Músicos y bandas como Guru, Talib Kweli, Pete Rock o Jazzmatazz ya se han atrevido a mezclar en sus obras el jazz y el hip hop, con el objetivo de "reflejar su admiración por los músicos de jazz y de hacer evolucionar su música", dijo Erin Davis.
En su opinión, esa fusión de estilos es capaz de unir "a varias generaciones diferentes, a los padres a los que les gusta el jazz y a los hijos a los que les gusta el hip hop".
"Es estupendo que los jóvenes puedan llegar al jazz y a Miles gracias al hip hop", dijo a Efe, por su parte, Vince Wilburn, sobrino del legendario trompetista y músico profesional, que también participó en el debate y es el productor del disco de remezclas que se publicará cuando se estrene la película.
Para Wilburn, que tocó con Davis en los últimos años de su vida, los dos estilos musicales son más similares de lo que parece. "En ambos es importante la improvisación", remarcó.
"Miles odiaba ensayar y, cuando grabábamos canciones, teníamos la frescura de sus composiciones a través de su liderazgo", dijo de Davis, que elaboró su mítico "Kind of blue" en tan solo dos sesiones de grabación, de cinco horas cada una.
De ese disco, grabado en 1959 en el entonces recién inaugurado estudio de Columbia en la Calle 30 de Nueva York, salieron auténticos clásicos como "So what", "Freddie Freeloader", "Blue in Green", "All Blues" y "Flamenco Sketches".
Desde que se publicó, "Kind of blue" se ha mantenido como el álbum de jazz más exitoso de todos los tiempos, con hasta 80.000 copias vendidas por año en las últimas cinco décadas.

Fuente : www.abc.es

lunes, 17 de octubre de 2011

IMPRESIONES DEL FESTIVAL

Con un paisaje inmejorable y una escueta pero cuidada selección de artistas se realizó por primera vez el “Primer Festival Internacional de Jazz en San Luis ” en el hotel “Potrero de los Funes”.
Cuestiones laborales solo me permitieron estar presente el día Sábado 15, asi que me remitiré a lo vivido en esa jornada. El desarrollo del mismo se llevó a cabo en 2 escenarios, uno el bar flotante, ubicado dentro del hotel y con la hermosa panorámica de fondo del lago, con jam sessions y el otro en el anfiteatro del mismo para la sección más formal si se quiere.
Lo primero que degustamos al llegar fue al pianista italiano Fabrizio Pieroni junto con Jerónimo Carmona en contrabajo , Leo Alvarez en guitarra , Eloy Michelini en batería. Con un repertorio a base de standards el pianista de Roma, que vive entre Buenos Aires y su ciudad natal , desplegó su discurso en un ejercicio de buen gusto, con un sostén ideal como lo fue Leo, lleno de sutilezas y guiños del jazz más amigable con tendencia al cool.
Al terminar, en el otro escenario estaba Silvio Paez Trio de San Luis, quienes con una clara tendencia hacia el jazz - fusión, de hecho uno de sus temas fue “Teen Town” de Weather Report; se movieron en esa línea lo que ponía el matiz variado al evento en cuanto a propuestas.
Ya entrada la noche volvío Fabrizio Pieroni esta vez en piano solo y ya sí claramente con un sonido abiertamente europeo en sus interpretaciones y casi al final una versión a dúo con un bandoneón del tema principal de la película “El Padrino”, que acarreó vítores y aplausos.
Ya instalado en el anfiteatro, hasta el final todo el evento se desarrolló allí, recibimos al magnifico Ricardo Cavalli como líder junto con el maestro George Garzone y la cosa empezó a tomar un color deseado por el público . Con composiciones propias de Ricardo y algún que otro filtreo con Coltrane, dicho esto de manera laudatoria el nivel de adrenalina se elevaba y empezabamos a disfrutar de disonancias y sonidos bellamente incómodos pasando de lo accesorio a lo esencial , cuando ambos dialogaban entre ellos, o en sus discursos solistas.
Contundentes y auténticos plantearon una sesión árida por momentos , en los duelos más que nada , refrescante en otros, sobre todo cuando el aire hard - bop hacía acto de presencia y pulcra cuando los tempos lentos así lo requerían. Y sin desmerecer nada de lo anterior llegó lo que más se estaba esperando y también, en ese intervalo, la sala multiplicó el público.
Desde la intuición deduzco que había una mezcla mayoritaria de aficionados, oyentes casuales de otros géneros, que venían a ver un concierto de éste tipo por primera vez y curiosos o invitados por amigos que a falta de una oferta mejor, quizás asomaron sus narices por primera vez al jazz, y todo eso me parece genial . Diego Fisherman fue el presentador del sexteto formado para la ocasión que nos visitaba con la propuesta sentida de un homenaje a Miles Davis. Luego de las siempre claras y lúcidas apreciaciones del presentador, las luces se bajan y las figuras de Wallace Roney - Jeff “Tain” Watts - Rufus Reid - Antonio Hart - Cyrus Chestnut y George Garzone nuevamente uniéndoseles , nos introducen en el túnel del tiempo y sentimos que la sala se llenaba del carisma del homenajeado conectando en un complejo mosaico a los integrantes que basaron su repertorio mayormente en el Miles de los cincuenta. Sería ampuloso hablar de estos titanes que cuentan con un aval en sus historias que hablan por sí mismos, pero hay cuestiones que apuntar, Jeff Watts se llevó la mayor cantidad de aplausos después de cada tema y al final del recital. Con su cara regordeta y siempre sonriente, no dejo de aporrear con clase los parches en las casi 2 horas que duró el set y sin mirar en ningún momento su instrumento, todos quedamos boquiabiertos con tremendo baterista.
Antonio Hart con quien pude hablar personalmente, un tipo amable, tuvo con el alto pasajes de desmesura y desmadre contenido, con estallidos de intensidad, su cuerpo se arqueaba en cada solo . Wallace Roney puso su propia impronta al instrumento diseminando en sus notas un relato único y sustancial centrado en el homenaje. Desde la banqueta del piano Cyrus Chestnut era el epicentro que aportaba situaciones musicales que llevaba hacia todos los lugares posibles haciendo que lo complejo suene fácil pivotando de lo suave a lo inflamable sin inmutarse. Rufus Reid sumo su oficio y un ritmo sólido y regular al esfuerzo en general y al resultado colectivo.
Conclusión : como decía el escritor Manuel Puig “ La única estética es la del talento” y aquí hubo mucho en cada noche. Que se repita

De izquierda a derecha : Jeff “Tain” Watts - Antonio Hart - Micky Almada - Wallace Roney - Cyrus Chestnut.

Crónica : IDJ





domingo, 9 de octubre de 2011

COMO EN AQUELLOS TIEMPOS

Con motivo de conmemorarse el 40 aniversario de una de las mejores bandas de jazz – rock , fusión o como se la quiera llamar ( para mi es música buena y de la muy buena ) Don Zawinul nos regala un pedazo más de la historia , un sonido que marcó la vida de muchos.
La banda en pleno poder de sus capacidades expresivas cristaliza una música única con cuatro personalidades formidables. Para quienes tengan 8:30 o los trabajos de estudio de aquella época ( y si no los tienen les pido como deber moral que los consigan ) todo lo narrado tiene un valor atemporal que radica en los climas y en la originalidad de lo expuesto.
Están contenidos en este cd doble, el repertorio de aquellos años, "Black Market", "Scarlett Woman" ( que en las re-ediciones que hicieron por los 90, no se a que “genio” de la discográfica, se le ocurrió quitar este último y editar el cd como single en vez de doble que era, cuando yo lo conocí ) "Young and Fine", "River People", y como no, "Slang" el solo de bajo de Pastorious, que lo colocó en la cima de los bajistas y músico a imitar por aquella generación de epígonos que lo adulaba.
¿ Quién no se imaginaba ser Jaco en esa época ? "A remark you made" , meliflua y emocionante; el fretless dialogando a dúo con Shorter y Zawinul articulando un entorno elegante y etéreo antes de decir lo suyo con el Oberheim, ( que recuerdos!!, antes uno se sabía de memoria todas estas cosas; que instrumentos tocaban los músicos, cuanto duraban los temas, si uno lo veía en vivo se sabía al dedillo donde cambiaba el solo, o que parte del mismo la habían hecho diferente, lado a, lado b , perdón por la digresión pero mientras escribo esto la mente se me llena de recuerdos y los ojos de alguna lágrima ) ; y el cd 2 es prolongación de lo anterior y cautiva hasta dejar exhausto al oyente.
Y como bonus de lujo, este concierto se editó también con el respectivo DVD.
Me es difícil ser objetivo , ya que todos estos temas están prendidos como lapa a mi memoria afectiva y este Live in Offenbach solo viene a corroborar lo que Weather Report era por aquel entonces, un super - grupo que generó una de las expresiones musicales más bellas, vigorosas y lúcidas que se hayan escuchado. Puro disfrute para escuchar, ver y dejarse llevar.-

Wayne Shorter (Saxophones)
Joe Zawinul (Keyboards)
Jaco Pastorius (Electric bass)
Peter Erskine (Drums)

Reseña : IDJ



miércoles, 28 de septiembre de 2011

SOUNDS AND SILENCE

Los suizos Peter Guyer y Norbert Wiedmer han dado forma a este documental que viene a ilustrar como una pieza más, lo hecho, dicho y visto por Manfred Eicher en su aporte a la música en general desde un criterio estético único por parte de este gran hombre que un día decidió dejar el contrabajo a un lado y ponerse atrás del vidrio que separa a músicos de productores e ingenieros alegando que podía aportar su ultra profesionalismo contemporáneo mucho más desde ese lugar.
Para quienes entramos al jazz vía ECM ( mi caso y el de muchos de mi generación ) en un acto de clara honestidad; este documento visual no es algo menor.
Sounds and silence profundiza la sutileza y reafirma a su director como un elemento indispensable en la creación artística, como complemento y eje fundamental de la libertad que otorga a sus convocados; manteniendo casi siempre al silencio como consigna y a la tristeza como aliada en su busqueda de la belleza perfecta.
Quienes nos congraciamos en todos estos años con esa concepción de principios disfrutaremos de una temática que no decepciona, nunca cansa y siempre nos lleva a viajes mentales de dorada introspección y horizontes abiertos.
Como en el arte de la colaboración literaria Manfred logra que dos ( músico y productor ) sean uno y la conjunción funciona, vaya si funciona.

"He desarrollado mi talento para escuchar música con la ayuda de un método de escucha que me he impuesto, dice Manfred Eicher. ¿Cuál es ese método? No se explica pero sí su intención: aproximarse lo más posible a la realidad, al sonido que se puede escuchar dentro de la música y que las grabaciones, en su opinión, no reflejaban. Y es esa, desde luego, una de las características del sonido ECM, la pureza obtenida mediante el minucioso trabajo de elección de recintos, situación de la microfonía, balances, etcétera. A todo ello se añade el punto de intuición (desarrollada por muchos años de escucha) del productor. Un punto de genialidad equiparable al del solista que tiene ese algo más que otro aunque utilice las mismas herramientas de trabajo. "

Sounds and silence - Travels with Manfred Eicher (Peter Guyer y Norbert Wiedmer)
PD : Todo sea dicho : Se consigue en DVD y Blue - Ray lo malo es que no está subtitulado al español.
Reseña : IDJ

lunes, 12 de septiembre de 2011

ENTRE MUNDOS

Es imposible con la rapidez que todo se da a conocer y se consigue en internet , estar al día con la escucha de lo último. Diego Fisherman acuño una de las frases más hermosas que he escuchado para quienes pertenecimos a esa generación : "Antes un disco nuevo, era nuevo por mucho tiempo". Como dijo Dominic Miller, guitarrista de Sting, cuando estuvo en Argentina en Marzo : Los tipos ( por los que manejan el negocio de la música ) saben que el disco es un "souvenir" y lo que realmente importa hoy por hoy al músico es salir a tocar. Nos guste o no, tiene mucha razón.
Los tiempos cambiaron, pero en toda esta maraña de información que hay , la música no está exenta y uno siempre dedica un tiempo a ciertos nombres emblemáticos.
Henri Texier es uno de ellos, que no hay que dejar pasar en esta voracidad de trabajos nuevos que inundan la red.
En su última entrega la música es vehículo de distintas emociones que van desde mundos afables y esplendoros, "Tango Fangoso", "De Nada" a otros mas meditativos y profundos, "Tormentoso" , "Nigerian Sad Waters" .
Me parece más que destacable la labor de quienes lo acompañan; los duelos endiablados entre Bearzatti y Sebástien Texier en cortes como "Samba Loca"; el bello sonido de Codjia en "Louisana Dark Waters" o la base propicia de Christophe Marguet en "Ravine Gabouldin", suman para ser el sosten ideal de las ideas del contrabajista, trotamundos incansable, aglutinador de estéticas diversas, voz sabia que plasma en su música su rico lenguaje entre mundos diversos.
Canto negro crece a medida que se lo escucha y el efecto que provoca es el de estar hechizado; digo : puede gustar o no, pero ser indiferente jamás.


Henri Texier (Double Bass)
Sebástien Texier (Alto Saxophone, Clarinet and Alto Clarinet)
Francesco Bearzatti (Tenor Saxophone, Clarinet)
Manu Codjia (Guitar)
Christophe Marguet (Drums)

Reseña : Impronta de Jazz

miércoles, 7 de septiembre de 2011

PREMIACIÓN

El Sábado 3 de Septiembre, participamos con el programa en la Vigésimo Primera edición del premio "Negrito Manuel", que se realiza en Luján, Pcia. de Buenos Aires, Argentina.
Con una gran alegría fuimos galardonados por el jurado, como "Mejor programa radial de Jazz" junto con "Jazzteria" programa colega de Buenos Aires del amigo Walter Cardozo".
Demás están las palabras en momentos como éstos ya que el júbilo y el entusiamo por seguir difundiendo esta música , hace que todo el camino recorrido, con sus claros y sus oscuros, siga valiendo la pena.

domingo, 28 de agosto de 2011

JOHN CAMPBELL




En el programa de ayer, cerramos el mismo con este gigante del blues. Recuerdos imborrables de cuando conseguí este cd, por los ya lejanos 90. Impacto emocional y evocación de recuerdos casi al mismo nivel que con el gran Stevie Ray Vaughan. En la disquería ( esos lugares que jamás deberían desaparecer ) donde lo compré, siempre estaba la opción de devolverlo y llevar otro, sino te gustaba. Al día de hoy , mora junto a mis cd's de jazz y otras músicas. Un violero y cantante de la hostia.

JOHN CAMPBELL - SADDLE UP MY PONY

sábado, 20 de agosto de 2011

DICK OATTS - TWO HEARTS

A pesar de haberlo sentido nombrar y leer sobre él en los 90, éste es un primer acercamiento a pleno por parte de quien escribe a la música de Oatts. El hecho tiene que ver con lo escaso y difícil que es encontrar sus trabajos por estos horizontes. Lo poco que escuché de él es una participación como músico de sesión en un cd de la cantante Renee Manning de nombre Uhm…Uhm…!! y su colaboración con Red Rodney , amén que tiene una carrera amplia como líder.
Este es su último trabajo grabado para la casa SteepleChase , cuya temática está planteada sobre un repertorio de baladas y ejecutando solamente el saxo alto en todo el registro.
Como profesional tiene la habilidad de comprender el pulso de las baladas y moldearlas a su manera. Con una presión casi inexistente de la rítmica que se despereza en cortes como "Yesterdays" y "Angel Eyes" , el sonido del saxofonista musita al oído del oyente un río eternamente tranquilo.
Hay pasajes muy sentidos, la versión de “We'll Be Together Again”, me hizo recordar a la que más me “piache” a mí que es la de Getz en sus conciertos de Estocolmo. Es justamente en los tempos lentos donde lo descubrimos como un enorme melodista, "Come Sunday" , "My Foolish Heart", "Darn That Dream", se introducen en las fronteras emocionales de cada quien ofreciendo glamour y sofisticación para los distintos estados de ánimo por el que nos lleva.
En resumen un albúm que equilibra introversión con calidez del detalle. Como sugerencia de color, música perfecta para arroparse en brazos femeninos.


Dick Oatts (alto saxophone)
Michael Weiss (piano)
Ugonna Okegwo (bass)
David Wong (bass)
Rodney Green (drums)

Reseña : Impronta de Jazz

sábado, 13 de agosto de 2011

COLTRANE : HISTORIA DE UN SONIDO

Martin Heidegger en su famoso libro "Ser y Tiempo" decía que existen dos tipos de sujetos, "auténtico" e "inauténtico" : el primero era aquel que seguía y daba forma a sus convicciones, ideas, proyectos, el que se "desujetaba", en éste caso , de lo establecido por los cánones artísticos gritando su verdad a costa de lo que fuere y el segundo...bueno, ya lo conocemos por demás y no hace falta recalar más hondo.
Trane fue sin duda un personaje auténtico, alguien que impregno el éter con un sonido que hasta hoy nos deja sorprendidos, y éste libro publicado por el prestigioso crítico Ben Ratliff relata e intenta dar respuesta a cuestiones capitales que tanto aficionados como músicos o seguidores casuales del género se preguntan : ¿ Quién tomara el guante dejado por el saxofonista ? ¿ Cuáles son las implicancias de su obra más allá de jazz ? ¿ Es posible la aparición de alguien con el fervor la ambición y el apetito de perfección que el músico llevaba dentro de sí ?
El libro aborda la cuestión en dos partes, una primera fase desde sus orígenes, hasta la última donde sus registros evocaban la trascendentalidad y como a través de su música, nos invitaba a ver un cuadro más amplio de la vida que no llegamos a ver.
La segunda trata el legado y su afirmación en la historia del arte incluyendo opiniones y comentarios a favor y en contra, del estilo que marcó a fuego la identidad del jazz.
Lo cierto es que la estela dejada por John es enorme, solo como anécdota, hace poco pude conseguir un reportaje radial hecho al Dios de la música ambient “ Harold Budd” y en la pregunta sobre las influencias musicales que lo marcaron como músico lo cita a John Coltrane.
Una observación de rigor para quienes vivimos en este lado del mundo, se consigue en casi todas las librerías a muy buen precio. Para no dejarlo ir .-

Reseña : Impronta de Jazz


martes, 12 de julio de 2011

EN PLENITUD

Este compendio de 3 cd cuya edición más conocida es la que realizó Mosaic bajo el nombre “The Complete Candid Recordings of Charles Mingus ” ; tiene un punto más que a favor para el aficionado que vive por éstos pagos : el precio es sumamente menor a la inalcanzable edición del sello que viste sus recopilaciones de blanco y negro.
Otro dato de interés es que dudo que aquí se edite este trabajo ; entonces ustedes dirán ¿ donde está la gracia ? ; en que se puede pedir a sitios internacionales de venta on - line en $ 140 pesos argentinos más envío. Les aseguro, no está caro y vale muchísimo la pena, para quienes profesamos una fe ciega en el contrabajista.
Adentrándonos en la obra en sí , la música que se cocía en la cabeza del músico era monstruosamente moderna o si se prefiere, en un punto de definición, con un pie en la tradición y otro en la vanguardia.
Mingus en plena cumbre de sus capacidades creativas derrocha inspiración y Nat Hentoff ni lerdo ni perezoso sabía lo que tenía entre manos y lo convoca para que le diera forma a su estado.
CD 1 :“Charles Mingus presenta Charles Mingus” grabado como si fuese en vivo pero sin público en un estudio vacío y con una cuestión no menor presente en toda la obra : los acompañantes : Eric Dolphy , Ted Curson , Dannie Richmond y la ausencia de piano.
Citando las palabra de Ira Gitler en la reseña de esta primera muestra de aquellos años decía : “Una cosa que une a todos es la habilidad para comunicarse a través de un arsenal de emociones” .
CD 2 : Todo el andamiaje conceptual está en los casi 20 minutos del corte MDM [ Monk, Duke & Mingus ] . Poderoso y casi revolucionario, se plasma quizás uno de los pedidos del contrabajista hecho en su momento: total y absoluta libertad creativa, y si quieren darse una idea del resto de lo que viene, como decía Ted Gioia en su "Historia del Jazz" se puede enfocar la escucha atenta solamente en éste track y armarse la idea de lo que es el resto.
Es aquí donde aparecen los agregados que la edición de Mosaic no trae : “ Cliff Walk” y “T’aint’t Nobody’s Bizness If I Do” .
CD 3 : Para cerrar el círculo y quedar con nuestros oídos iluminados de placer, “Newport Rebels” , es un set en vivo en el estudio de grabación, un ficticio directo cuya idea original del líder más otros que se sumaron al pensamiento de no doblar el lomo y asentir al poder establecido, nace como respuesta al Festival de Jazz de Newport que había tomado aristas comerciales y de explotación hacia los músicos.
Lo más destacable es el cruce generacional entre Dolphy [ ya con un discurso firmemente establecido] y Eldridge el mejor trompetista de la era del swing.
El jefe de filas en plenitud absoluta de sus potencialidades fue uno de los que provocó un salto incesante para hacer avanzar la historia del género y en los registros comentados pervive su dictum. Muy recomendable

Micky Almada

Charles Mingus (contrabajo); Eric Dolphy (saxo alto, clarinete bajo, flauta); Roy Eldridge (trompeta); Ted Curson (trompeta); Lonnie Hillyer (trompeta); Booker Ervin (saxo tenor); Charles McPherson (saxo alto); Jimmy Knepper (trombón); Britt Woodman (trombón); Paul Bley (piano); Tommy Flanagan (piano); Nico Bunick (piano); Dannie Richmond (batería); Jo Jones (batería).-

martes, 5 de julio de 2011

PIEDRA BASAL

Cuenta la leyenda que una noche –terminando la década del ’60 del siglo pasado en París, durante un recital, el saxofonista Roland Kirk se acercó al -entonces ya- gran Miles Davis, y le preguntó el porqué, en su música, acerca del cambio de dirección hacia lo eléctrico –refiriéndose a la nueva instrumentación con que jugaba por entonces: bajo, pianos y guitarras eléctricas.
La respuesta fue la esperable por Miles: “Tú lo sabes, siempre tenemos que cambiar…”
El propio Miles diría acerca de ese momento de su carrera, años más tarde en su autobiografía: “Yo quería cambiar de rumbo, tenía que hacerlo, pero sólo para seguir amando lo que tocaba y creyendo en ello”. Semejante declaración de amor y fe no se encuentra todos los días. Duke Ellington lo había bautizado alguna vez a Miles como el Picasso del jazz, y explicando su sentido: alguien que hizo de la búsqueda y el rechazo a los límites un leit motiv, lo que no siempre le jugó a favor de su música.
Bitches brew, grabado en 1969, una semana luego de finalizado el festival de Woodstock, se constituyó en el último paso de Miles para reinventarse y es considerado para muchos, el acta de nacimiento de un estilo que llegó para irse al cabo de algunos años: el jazz-rock, o como lo llaman los puristas el “jazz-fusión”. Lo real es que en todos los protagonistas de esta historia –los músicos- la sensación no sólo era no tener del todo claro lo que se estaba tocando durante los tres días que duró la sesión de grabación, sino también el estar a las puertas de algo nuevo. A punto tal, que el disco lleva un subtítulo que no es caprichoso ni egocéntrico: “Nuevas direcciones en música por Miles Davis”.
En los tiempos previos a la grabación de Bitches, Davis estaba inmerso y “atado” a su histórico quinteto, esto es: Miles, Wayne Shorter en saxos, Herbie Hancock en piano, Ron Carter en bajo y Tony Williams en batería; una formación que llegó alto en términos de sutileza, química mutua y creatividad. Pero hubo algo que llevó a Miles a creer que el círculo del quinteto estaba cerrado, así como en su momento abandonó el bebop para crear el cool y luego el jazz modal. Pero esta vez el salto lo llevaría demasiado lejos, a territorios poco explorados por él. Lo que se escucha a lo largo de las casi dos horas de Bitches Brew, es un plafón sonoro que se sostiene sobre todo en las “cortinas” de pianos eléctricos que tocan Chick Corea y Joe Zawinul (siempre fue un ‘gil’ Miles para elegir a sus músicos) más el aporte de John McLaughin en guitarra. Por sobre esa base, Miles toca desnudando un estilo que se reiteraría en la mayoría de sus discos posteriores a Bitches y cuya marca de fábrica es esta: la exquisita trompeta con sordina, sonando en cuentagotas y en soledad, casi apartada de los demás instrumentos; algo que también ocurría como un correlato de lo que sonaba en el disco, en las presentaciones en vivo de la banda. Miles a un costado, con el resto de los músicos en otras zonas del escenario, incluso como tocando otra cosa, quedando como una base necesaria para que resalte ‘la soledad del trompetista’. Como si luego de los años pasados, luego de haber probado todas las combinaciones posibles entre instrumentos, la soledad sólo fuera posible contra un fondo musical que tocan otros.
Alguien que confunde lineamientos morales con estilos musicales como Winton Marsalis, supo decir alguna vez (y debiera haberse lavado la boca con jabón primero) que el motivo principal del paso de Miles hacia el rock era querer conseguir chicas (si lo hubiera sabido a esto Charly antes de su disco).
Si lo hizo o no, no es motivo que entra en éste análisis, pero que pedazo de disco nos dejó para la historia. Y cuantas bandas –empezando por Weather Report, terminando por Dave Matews Band y pasando por tipos como Dave Holland- le deben “alguito” a este disco.

Escrito por Guillermo Almada
de su blog : http://el-parlante.com

viernes, 1 de julio de 2011

ENTRE LA LIBERTAD Y EL SONIDO

Con una propuesta que se aproxima al Free para de ahí profundizar aún más la consigna; Julian Bonequi atiende y da curso a planteamientos condescendientes con esta estética en su sello discográfico virtual "Audition Records".
Con la pulsión implícita de dar a conocer formas musicales nuevas que no tienen asidero, quizás, en sellos convencionales, Julian ha emprendido un camino dignísimo dentro de la historia.
Su idea nace en Enero de 2010 y como él mismo explica, el concepto es darle un espacio libre y abierto, a la música improvisada y la experimentación.
Con excelente presentación y sobriedad, distintos artistas de diversas esferas han visto, a la luz de lo dicho, la materialización de su primer trabajo o proyecto trunco con una fructífera acojida por parte de quien lo dirige.
No dejen de visitar este sitio diferente que siempre tiene la puerta abierta para absorber e instrumentar nuevas ideas, entre la libertad y el sonido.


Título extraído del concepto vertido en la página del sello.
Comentario : Impronta de Jazz

domingo, 26 de junio de 2011

martes, 7 de junio de 2011

EL FUEGO CALMO

Esta gema de solo 4 cortes se grabó en el mes de enero de 1983, más precisamente en Bologna y editada en su momento por el sello Italiano Red Records.
Con dos composiciones propias de Shaw y dos standars, el trompetista se muestra pleno e imperturbable sin perder el toque innovador , talentoso e inmanente que lo caracterizó.
Abre "From Moment to Moment", una balada en donde más de una vez he confundido el sonido del trombón , al comienzo de la misma con el del bajo de Jaco Pastorious, en temas como "A Remark You Made" del 8:30, escuchado hasta el infinito, por este servidor.
A pesar de su larga duración nada es inadecuado, y todos los componentes que acompañan al líder tienen su espacio para decir lo suyo, sin pirotécnia chabacana, ni virtuosismo vacuo.
El aroma caribeño y vivaz que aporta Turre con su caracolas ( Haitian Shell ) otorga un marco diferente al proyecto que con natural propensión redondea la idea final con "You And The Night And The Music" y "W'll Be Togheter Again", esta última exquisita y conmovedora; para escuchar atento la línea estilística de Woody, fiereza contenida, fuego calmo, artesano del sonido, profundo y elegante.
Un músico de la hostia que, a mi modo de ver la historia es poco valorado como tal en cuanto a su aporte, y que como dijo Dizzy Gillespie de él " Woody Shaw es una de las voces del futuro, no del futuro.....del presente".

Woody Shaw, Trumpet
Steve Turre, Trombone, Haitian Shell
Mulgrew Miller, Piano
Stafford James, Bass
Tonny Reedus, Drums

Reseña : Impronta de Jazz

martes, 31 de mayo de 2011

JAZZ & "Ñ"

El suplemento de cultura de Clarín acaba de lanzar una excepcional colección de artistas claves de jazz, desde su costado más amigable para el aficionado avezado o el principiante curioso.
Un informe especial acompañado con escritos claros y didácticos; hay una revisión muy pormenorizada desde los comienzos hasta la realidad actual donde se leen con placer los textos de Carlos Sampayo, Diego Fischerman [ a estar atentos pronto a editar su libro "El Jazz. Historia y estética" ] Guillermo Bazzola, Miguel Bronfman [ lo mejor para mí acerca del Free ] una encuesta con respuestas internacionales y nacionales sobre cuales fueron los momentos más importantes en la historia del género y la recomendación de libros en castellano, también muy loable ese informe. Consejo de amigo : No lo dejen pasar.

Comentario : Impronta de Jazz

sábado, 21 de mayo de 2011

jueves, 5 de mayo de 2011

NUEVO DÍA Y HORARIO

Ha sido un comienzo de año accidentado para el ciclo que conducimos , perdimos la linealidad que veníamos trayendo los 3 años anteriores, que llevó a un necesario cambio de horario, como consecuencia de la cantidad de partidos de fútbol que se juegan los fines de semana.
Hemos trasladado
el programa a partir de mañana Viernes 06 de mayo , de 22 a 23 hs. Los espero y mi agradecimiento a todos los que se comunicaron.-

martes, 3 de mayo de 2011

LIRISMO DEPREDADOR

Este es un trabajo que para mí logra esa síntesis tan buscada por los artistas a la hora del homenaje: estar bien armado conceptual y musicalmente para encarar el recuerdo de quién fue único e inimitable ( Bird en este caso ) y que la intesidad de las interpretaciones devenga en simpleza y buen gusto. Ambas situaciones son logradas de sobremanera.
Cerrando los ojos y dejando que fluyan en el eter, "Everything Happens To Me", "What Is This Thing Called Love"o "Lover Man"; surgen como poemas en su esplendor virginal como si nunca antes las hubiesemos oído.
La simbiosis entre ambos músicos es sorprendente y hay una actitud de certeza arrolladora cuando dialogan desde la sencillez para conseguir nuevas formas de composiciones recreadas a través de la historia del jazz de manera casi ininterrumpida.
A pesar de su atormentada vida Max Urbani nos regala en cada corte un lirismo depredador que encuentra en Melillo, el complemento ideal para esta obra mayúscula.

Massimo Urbani (Alto Sax)
Mike Melillo (Piano)
Reseña : Impronta de Jazz

jueves, 21 de abril de 2011

FIN DE PARTIDA

Como excusa de haber adquirido recientemente el box-set mencionado, después de haber estado discontinuado, y difícil de conseguir, pude encontrarne con él luego de una búsqueda y una persistencia ciega.
Como decía un viejo amigo, colega
radial, contra el convencimiento no hay nada que hacer. De escucha obligatoria para cualquier aficionado bien nacido, esta edición es una plusvalía en sí misma, no solo por lo dicho en aquellos años por el pianista sino también por el criterio de la selección.
La edición que está en curso, como comentario estético, a diferencia de la que salió en su momento es la que se conoce como Long-Box y no es la pequeña que yo conocí en el formato disco-libro. Esta crítica excelente la realizó el escritor Stéphane Ollivier al momento en que veía la luz esta recopilación y fue publicada por la revista Los Inrockuptibles en 2001. Una revisión que intenta abarcar la totalidad de aquellos tormentosos años del Monje , aquel como decía Kant, que en su condición de genio daba sus propias reglas al arte. Sin desperdicio.-

Se recopilan y se reeditan los años Columbia del gran Thelonious Monk,
una época muchas veces incomprendida en la carrera del pianista, apresuradamente juzgada como repetitiva y monótona. Las últimas llamaradas de un genio antes de los destrozos de la locura y el mutismo definitivo.

Si Thelonious Monk pertenece definitivamente a la leyenda del jazz y se impone, más allá de los estilos, como uno de los genios menos discutibles de la música del siglo XX, el largo período que pasó en el seno del sello Columbia, que cubre aproximadamente los años 60 y marca el apogeo de su reconocimiento público, permanece paradójicamente como el más controvertido de su trayectoria. Una franja bastante importante de críticos adquirió en efecto la costumbre de reprocharle al pianista, en ese instante delicado de su accidentado itinerario, diversas tonterías: una repetición temática, sintomática, según ellos, de un empobrecimiento de la inspiración; un encogimiento monomaniaco alrededor de la fórmula canónica del cuarteto en detrimento de la diversidad orquestal; una falta crónica de personalidad, finalmente, de parte de sus acompañantes, como si Monk (¿cansado?, ¿satisfecho?) se resistiera en lo sucesivo a aventurar su universo al riesgo de lo otro.
En resumen, sus detractores (muchas veces monkófilos convencidos) condenan la faceta repetitiva y progresivamente monótona de una música cada vez más prisionera de su poética, presentándola muchas veces como altiva en su torre de marfil, totalmente indiferente a las revoluciones circundantes que, desde el deslumbrante free jazz hasta la aparición del pop, iban a metamorfosear por completo, sin duda, el paisaje musical en el transcurso de la década, sin que en ningún momento esos sobresaltos estéticos encuentren eco en su universo.
Sin embargo, ¿cómo adherir plenamente a esas críticas? ¿Cómo imaginar que Monk, después de pasarse más de quince años elaborando en completa confidencialidad en una suerte de fiebre creativa nunca satisfecha- una música auténticamente revolucionaria, singular e inimitable, pierda de golpe el control y se encierre, cuando apenas acaba de conocer la gloria, dentro de un sistema cerrado y estéril? ¿Cómo aceptar ver el absolutismo de sus propuestas radicalmente alternativas, hasta entonces pruebas indiscutibles de su talento, de pronto considerado, a través de una inversión de valores, como la marca infamante de los límites de un universo incapaz de renovarse? Algunos, para acreditar la tesis de una decadencia, no dudan entonces en hablar de su locura latente desde siempre pero cuvas primeras manifestaciones públicas comienzan en esa época a perturbar su vida social y a preocupar a los que lo rodean.
La demostración se vuelve irrefrenable: si Monk se encierra progresivamente en el universo musical cada vez más mezquino que describen, es que la esquizofrenia insidiosa que iba a llevarlo al mutismo destruye los últimos vestigios de su personalidad. Esos años Columbia no pueden pensarse a partir de eso más que a la sombra de la locura, y desarrollarse, monótonos, como la crónica de una decadencia anunciada. Evidentemente, ese guión caricatutesco no resiste a la escucha y al análisis de las obras, porque si bien la locura gana terreno durante esa época, Monk nunca pierde el dominio de su arte. Sin embargo, no se puede evitar: ese momento paradójico de su discografía sufre de una clase de sospecha crónica: ¿madurez o rezongos seniles? ¿ Trayecto hacia la depuración formal o progresivo encierro en un sistema enfermo, cada vez más automático?
Una excelente antología de tres discos que ofrece un panorama temático de esos años difusos, a la que se suman dos suntuosas reediciones - que rinden cuenta magistralmente del nivel de intensidad realmente alucinante que podía alcanzar esa música en vivo -, llega en buen momento y vuelve a poner en perspectiva lo que, de todos modos, demuestra ser el último gran período de creatividad del pianista. Hay que revisar rápidamente la trayectoria anterior de Monk para comprender las cosas decisivas que están en juego aquí. Si bien, a partir de su aparición a mediados de los años 40, se impone rápidamente entre los jóvenes del be bop como uno de los músicos más talentosos v definitivamente singulares de la nueva escena, durante varios años su carrera caótica va a permanecer confinada a una suerte de confidencialidad admirativa. Y si bien el pianista es considerado muy rápidamente como un genio entre sus pares, seguirá siendo durante mucho tiempo para el público un músico raro, adepto a una modernidad plagada de arcaísmos, de armonías disonantes y melodías angulosas y laberínticas de encanto perturbador, definitivamente diabólico.
Grabando irregularmente para oscuros pequeños sellos, hoy en día míticos gracias en parte a las obras maestras que generó para ellos (Blue Note de 1947 a 1952, Prestige de 1952 a 1954, y luego, a partir de 1955, Riverside), Monk es por entonces un desconocido célebre, tan misterioso como inevitable. Es más, habrá que esperar hasta 1957 para que su carrera tome de pronto una nueva dimensión. Recuperando su cabaret card, confiscada en 1951 por sórdidos asuntos de drogas, Monk puede tocar de nuevo en los clubes de su ciudad, Nueva York. Empieza a presentarse de inmediato en un pequeño club del Lower East Side, el Five Spot, a la cabeza de un nuevo cuarteto en el que explota el atormentado lirismo de un joven saxofonista en plena revolución estilística: John Coltrane. El encuentro funciona y el éxito es considerable.
De golpe, Monk sale de las sombras y las cosas se precipitan: Monk encuentra en Orrin Keepnews, productor del sello Riverside, al interlocutor que le faltaba y graba en unos meses algunos de sus discos más hermosos ( Brilliant Corners, más que nada), es elegido músico del año por los críticos de Down Beat y ve crecer su fama por todas partes, tanto en el interior como en el exterior del país. Monk se convierte en el ídolo de los entendidos. Las cosas se han puesto en marcha. En medio de esa dinámica, firma en 1962 con Columbia, el gran sello de la época. Con 45 años, por fin encuentra la consagración e inaugura indudablemente una nueva etapa de su carrera.
De hecho, ese período de madurez coincide con la llegada a la orquesta de Charlie Rouse, el interlocutor ideal para Monk, que está en busca de estabilidad: un saxofonista de estilo al mismo tiempo vehemente y aterciopelado, anguloso y curiosamente etéreo; una suerte de soñador terrestre que se insinúa como ningún otro en la lógica laberíntica de sus armonías, esquiva con gracia sus trampas rítmicas, perfectamente cómodo en los meandros de esas melodías falsamente rengas de equilibrio inestable de las que Coltrane decía: "¡Pifiar un acorde es como caerse por el hueco del ascensor!". Rouse será hasta 1970 será la base del cuarteto de Monk, su más fiel compañero, aquel con el cual el pianista podrá por última vez retomarlo todo desde cero. Porque si bien, en efecto, Monk se contenta a partir de ese instante cae hurgar en su propio repertorio para encontrar su materia prima se dedica paralelamente a una reorganización radical de su orquesta muy poco percibida en la época, modificando los ejes principales, conmocionando los equilibrios, acaparando cada vez más la posición de solista, convirtiendo al saxofonista en un elemento de la sección rítmica - en resumen, reinventado literalmente la estética del cuarteto. Y lo que se impone al oyente de hoy es realmente la sensación de que, detrás del aparente clasicismo de esas nuevas versiones, más allá de la impresión superficial de "ya escuchado", Monk continúa innovando y abriendo nueras perspectivas para su música, trabajando no su materia sino su herramienta.
Finalmente, esos años Columbia, lejos de ser esa fase de estancamiento tan habitualmente caricaturizada, se presentan por el contrario como un momento fundamentalmente dinámico de la trayectoria del pianista. Aquel en el que Monk, en contra de la corriente, sin preocuparse por las modas y las convulsiones dd mundo musical que lo rodea, decide regresar sobre su carrera y revisitar, por última vez, sus territorios. No por pereza o falta de inspiración, sino para echarle una mirada nueva, crítica y hacer surgir de allí una belleza inédita, hasta entonces realmente inaudible.

Stéphane Ollivier
The Columbia Years (1962-68)
Live At The Jazz Workshop
Monk In Tokyo
Intro: Impronta de Jazz

jueves, 7 de abril de 2011

MÚSICA PLETÓRICA

He comentado en otra oportunidad la solidaridad de este pianista. El hecho de que cuando en Argentina ( la periferia ) se diluyó lo obvio, el 1 peso : 1 dolar [ los 90 ] el derrotero del aficionado se volvió pesado como roca en cuanto a la extinción por completo de sellos que entraban al cambio comentado.
Quien escribe estaba en los comienzos de un embrión radial que iba tomando forma como lo que se conoció después, Impronta de Jazz.
En aquellos días estaba al tanto de Amsallem a quien le intentaba seguir el rastro. La web no era entonces lo que es ahora, un espacio donde uno pone cualquier palabra y se descarga sin más lo que quiere; discusión de criterios aparte.
Esta intro que hago para ubicar en tiempo y espacio al lector, es el hecho que cuando compré este cd, caro ya en precio por el contexto descripto, en la contraportada incluía como dato el mail del músico.
Me atreví a escribirle y obtuve una respuesta inesperada. No solo me respondió el mismo día agradeciendo los conceptos vertidos, sino que a la semana, desde Brooklin donde al menos sé que estaba establecido me mandó otro mail solicitandomé la dirección de mi casa, para envío de info y tours que daba en ese momento. Al tiempo me llegó no solo lo que me dijo sino que solapado en un fino cartón se encontraba original su trabajo "Summertimes".
Les aseguro debe ser menos del uno por ciento de los músicos que tienen este tipo de predisposición para con sus seguidores. Al día de hoy mantengo contacto con Franck, un tipo super-amable.
Ahora sí adentrándonos ya en la reseña , las notas internas comienzan con una certeza : "Amar el Jazz, es amar la experiencia del Jazz en vivo, si es posible y grabarlo".
A partir de esta premisa se plantea una miríada de situaciones que solo se logran con músicos muy bien aceitados en el oficio y un líder que sabe muy bien hacia donde se dirije.
"On Second Thought" el corte que abre y da nombre al CD, comienza con perfumes coltreanos, el sonido de Tim Ries nos lo hace saber en el soprano. El despliegue general propone un enfrentamiento musical constante, incesante y equilibrado, no hay puja de egos acá, nos encontramos con un Amsallem complaciente con sus compañeros en beneficio del resultado final.
"Chanson Triste" es poesía que fluye, sobrio, claro, su in crescendo provoca temblores emocionales de una manera elegante, con una corriente de fuerzas interiores y exteriores homogéneas y constantes, nada se desborda de su cause.
"Thirty Two More Bars to Go, Indeed" y After", reflejan la maduración del pianista en su manera de componer [ todos los cortes son de su autoría ] hay ricas implicaciones y bien valen la pena los 65'31" que dura el trayecto. En éste caso no se echa de menos la larga duración de las mismas, nada peca de exceso.
Cierran dos cortés más, con nombres ( esa es otra característica ) tan largos como la duración de los mismos, que redondean la concepción estética del momento en que se creo .
La escucha podríamos definirla a partir de esa verdad de la microfísica, la del el experimentador ( oyente ) que forma parte del sistema experimental ( música ) .
Si desean escucharlo a Franck en un entorno anterior y diferente , ejecutando un blues de manera implacable, no dejen pasar por alto a Danny Gatton - Hot Rod Guitar: The Danny Gatton Anthology (1999), en el tema "After Hours". Sin palabras.

Franck Amsallem - Piano
Tim Ries - Sax Soprano & Alto
Marc Miralta - Drums
Johannes Weidenmuller - Bass

Reseña : Micky Almada