domingo, 31 de mayo de 2020

MATINIER + SEDDIKI - RIVAGES



Jean-Louis Matinier ha sido durante mucho tiempo una presencia creativa e importante en las grabaciones de ECM, participando en diversos proyectos que van de, Anouar Brahem (en Le pas du chat noir y Le voyage de Sahar), Louis Sclavis (Dans la nuit) y François Couturier (Nostalghia, Tarkovsky Cuarteto), así como en dúo con Marco Ambrosini (Inventio).

Ahora viene el encuentro, con el guitarrista Kevin Seddiki, cuya imaginación musical de gran solvencia, dialoga sin complejos con el fin de seguir recreando una y otra vez el flujo universal de la música coincidiendo con el de Matinier.

Sedikki, quien hace su debut en ECM, estudió guitarra clásica con Pablo Márquez y también ha trabajado con muchos improvisadores en todos los idiomas, desde jazz hasta proyectos transculturales.

La gama de música dirigida en “Rivages” va desde standars como "Greensleeves" hasta "Les Berceaux" de Gabriel Fauré, pasando por composiciones e improvisaciones de ambos protagonistas.

El encuentro se registró en el auditorio; "Stelio Molo Studio" de Lugano en abril de 2018 y fue producido por ese bastión cultural que es Manfred Eicher, con el fin de seguir contando una y otra vez el flujo universal de la música con sello propio. Indispensable!!!


martes, 26 de mayo de 2020

EMOCIONES SONORAS


Último libro que contribuye a restituir una parte de lo vivido, a enmarcar unas vivencias, unos sentimientos, unas inquietudes y unas emociones compartidas en una época particularmente intensa, llena de incertidumbres y caracterizada por un convulso cambio de milenio. 

Se trata de una amplia selección de más de trescientos escritos musicales que hablan de la creación electroacústica, la improvisación libre, el arte sonoro y las músicas experimentales en España. 

Testigo de cómo las nuevas generaciones de músicos y artistas sonoros se han comprometido con las últimas propuestas estéticas y nuevas formas de hacer música, Josep Lluís Galiana describe situaciones sonoras concretas y reflexiona sobre determinados acontecimientos artísticos en un asequible tono divulgativo. 

Emociones recoge críticas, entrevistas, reseñas y artículos, en su mayor parte publicados en el periódico: "Levante EMV," pero también notas a discos y programas de conciertos, así como alguna conferencia, trabajo de investigación o monográfico inéditos o publicados en otros medios de comunicación.

Todos estos escritos nos remiten a una larga etapa de actividad profesional del autor en sus diversas facetas como periodista, gestor cultural, músico y docente, comprendida entre los años 1992 y 2015, y a un espacio geográfico circunscrito principalmente a la ciudad de Valencia. 

Habitadas por centenares de compositores e intérpretes y las poéticas de creadores sonoros procedentes de todos los rincones del planeta, las páginas del presente volumen transitan a lo largo de casi un cuarto de siglo marcado por una urgente (r)evolución musical que afectó a lenguajes, estéticas y formas de hacer y escuchar las nuevas creaciones sonoras, y que dieron como resultado impensables hibridaciones, inusitados juegos interdisciplinares e increíbles cambios tecnológicos aplicados a la creación sonora. 

Emociones sonoras nace de la firme creencia en el «compromiso de hacer historia, recalando en aquellas músicas más imaginativas que nos hacen ampliar horizontes y las ganas de vivir compartiendo emociones, señala el crítico Rogelio Pereira. En palabras del autor, «la música es pura fisiología, se aferra a nuestras vísceras, nos hace vibrar, nos golpea el pecho y nos pone en movimiento, y la emoción es una reacción ante cualquier estímulo que va a condicionar nuestra conducta, y se activa de muy diversas maneras»

Es verdad que los sonidos, afirma Galiana, tienen una fuerza física, inconsciente, pre racional y quasi animal que nos aleja del pensamiento para entregarnos a la emoción en su estado más puro.

EdictOràlia Llibres Publicacions; es un proyecto editorial vinculado a los procesos creativos contemporáneos. Radicada en la ciudad de València desde su creación en 2016, la editorial surge de la necesidad de (re)pensar la creación artística, sus procesos y herramientas, sus aportaciones e implicaciones con la cotidianidad, así como sus logros y avatares en un momento de gran entusiasmo por la creatividad. 


Más información:


lunes, 18 de mayo de 2020

ENRIQUE PEÑA ARENAS


Nacido en Colombia, y radicado hace varios años en Buenos Aires, el guitarrista de jazz Enrique Peña inicia sus estudios musicales a temprana edad en el Colegio y centro de artes Juvenilia, de la ciudad de Cali, Colombia, donde aprende a tocar guitarra y otros instrumentos folklóricos, allí perteneció al grupo Imillak con el que graba su primer disco y participa en los principales concursos y festivales de música folclórica de Colombia.

Luego en 1999 comienza la carrera de música en la Universidad del Valle donde estudia guitarra clásica con el maestro Clemente Díaz. En el 2005 se gradúa como Licenciado en Música con un reconocimiento como Mejor Graduando.

En paralelo a sus estudios académicos, complementa su formación musical con clases particulares de armonía popular e improvisación con el maestro Jaime Henao y luego, con el maestro Mario Gómez Vignes estudia contrapunto, formas y análisis.

En el año 2006, viaja a Buenos Aires, Argentina, con el fin de profundizar su aprendizaje en el área del Jazz. Allí culmina la carrera de Técnico Superior en Jazz, con especialización en guitarra del Conservatorio Manuel de Falla.

También ha participado en varios talleres y seminarios como La práctica musical en el siglo XX, Análisis y práctica (Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla, Buenos Aires, Argentina); Séptimo Taller Nacional de Jazz (Escuela de Música Cristancho, Bogotá, Colombia); Seminario Música y Músicos de Latinoamérica (Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali, Colombia).

En cuanto a su desarrollo artístico, ha grabado y formado parte de diferentes proyectos musicales. Esto último, lo llevó a participar en diversos festivales y escenarios de Argentina y Colombia.

Por otro lado, actualmente se desempeña como docente de guitarra, armonía, notación y teoría musical en la Escuela de Música Contemporánea (EMC), miembro exclusivo del – Berklee International Network- , y encabeza su propio proyecto musical donde predominan composiciones propias, en las cuales nos deja entrever sutilmente algo de su folklor, en una mixtura con el jazz y la improvisación libre, enriquecido con el aporte de talentosos músicos de la escena local. Aguaneñado está inspirado y - de allí viene su nombre - en una canción muy popular del sur andino de Colombia que se titula "La Guaneña".

La primera frase de la melodía original se presenta sólo al principio y de manera imitativa entre los tres instrumentos, dando paso luego a la creación de Peña. Igualmente, durante varios momentos de la obra, hay ciertos giros armónicos y rítmicos que sugieren al oyente la canción tradicional.

"Se trata de uno de los primeros temas que compuse pensando en este formato de trío. Siguiendo un poco la línea de mi disco anterior, me gusta la idea de trabajar con ritmos folclóricos pero desde una perspectiva totalmente distinta", dice el músico". 

Una nueva versión de Aguaneñado formará parte del próximo álbum en el cual está trabajando el guitarrista, para entrar a grabar, próximamente, junto a Inti Sabev y Juan Bayón.

Enrique Peña: Guitarra y Composición + Diana Arias: Contrabajo + Inti Saveb: Clarinete

domingo, 10 de mayo de 2020

LOS TIEMPOS QUE CORREN


El confinamiento al que se ven sometidas las sociedades de casi todo el mundo para enfrentar la pandemia ha obligado a muchos artistas a reinventarse y a reformular su protagonismo para mantener viva la llama creativa y para sostener el contacto con sus seguidores.

En el caso del jazz, como tantos otros géneros y disciplinas, el impacto del virus fue letal. No sólo por las muertes -artistas como Ellis Marsalis o Wallace Roney, entre otros- sino porque se terminó tal vez por mucho tiempo el vínculo entre músicos y audiencias en los clubes de jazz de las principales ciudades del mundo. Nadie sabe cuándo regresará el jazz en vivo y tampoco cómo volverá.

Por el momento, sólo hay una luz de expectativa favorable para los jazzeros porteños a partir de la reprogramación de los shows del guitarrista Pat Metheny, que debieron ser cancelados justo al comienzo del aislamiento social obligatorio. Esos conciertos, según anunció la productora y el propio Metheny, tienen nueva fecha para el 8 y 9 de abril del año próximo. Se verá cuál es el panorama en ese entonces.

Pero más allá de los ruegos para que no pase demasiado tiempo sin jazz en vivo, muchos músicos, discográficas, clubes de jazz y publicaciones especializadas se reconfiguraron para seguir presentes a través de las redes. Así, quien tiene avidez de jazz en cuarentena cuenta con algunas opciones interesantes. Veamos algunas:

Muchos músicos ofrecen conciertos o miniconciertos diarios o semanales a través de sus cuentas de Facebook o Instagram. Entre los casos más emblemáticos figuran Fred Hersch, con performances diarias a las 14 (hora de Argentina) en Facebook, el también pianista Emmet Cohen, en la misma red social, diariamente a las 20.30 hora local o el pianista italiano Stefano Bollani, quien optó por Instagram para ir desgranando su nuevo disco recién editado, un piano solo en el que versiona a su manera la obra Jesus Christ Superstar. También la saxofonista Lakecia Benjamin y la ascendente vocalista Jazzmeia Horn.

El neoyorquino Dizzy's Club transmite shows en vivo de artistas de renombre, al igual que The Jazz Gallery o Jazz Standard. Por allí pasaron en los últimos días, y repetirán, Joe Lovano, Orrin Evans, Ted Rosenthal, Caroline Davis o David Kikoski.
También por cierto hay mucho para explorar entre los músicos nacionales. Entre los que ganan protagonismo en Instagram se cuentan Paula Shocron, Pía Hernández, Francisco Lo Vuolo (pianistas los tres), así como las saxofonistas Yamile Burich y Camila Nebbia, entre tantos otros.

Sellos locales como BlueArt, de Horacio Vargas, lanzaron discos en formato digital. Esta discográfica rosarina presentó así el solo piano de Pablo Socolsky, La Forma Inicial.

En materia digital también están muy activos sellos internacionales como Intakt y ACT y Greenleaf, que orienta Dave Douglas. Este último lanzó un disco de Anne Webber y Angela Morris en formato big band y anticipó temas del inminente álbum del propio trompetista, Dizzy Atmosphere.

Hay mucho más, como el "tanque" que reunirá a Joshua Redman con Brad Mehldau esperado para julio, o grandes discos que acaban de colgarse a las plataformas digitales, como los nuevos trabajos del pianista Franco D'Andrea y del saxofonista Jimmy Greene. Explorar la red en clave de jazz durante la cuarentena puede deparar las mejores sorpresas.

martes, 5 de mayo de 2020

SONNY ROLLINS


En una entrevista con The New York TImes, la leyenda del jazz reapasa, entre muchas cosas, su encontronazo con Charlie Parker o su colaboración con los Stones. 

Sonny Rollins, qué duda cabe, es el artista vivo más celebrado del jazz. Su nombre tiene status de leyenda y aunque ya no toca el saxo porque una fibrosis pulmonar se lo impide, todo aquello relacionado con su vida y sus apariciones mediáticas son motivo de atención inmediata.

Existe ya desde hace algún tiempo una iniciativa en Nueva York para rebautizar el puente de Williamsburg como Sonny Rollins, propuesta que ha recogido miles de firmas y que acaso en un futuro cercano se haga realidad. La historia que la sustenta, bien conocida por el mundo del jazz, remite al año sabático que el saxofonista se tomó en 1959 para mejorar su técnica, ya que era básicamente un autodidacta. Optó por ensayar debajo del mencionado puente, generalmente en soledad aunque en ocasiones acompañado por Jackie McLean o Steve Lacy. A su regreso editó The Bridge, su álbum con mejor recorrido comercial.

Sonny está a punto de cumplir 90 años. Ofreció su último concierto en 2012 y sus problemas físicos lo obligaron a abandonar la práctica de su instrumento dos años más tarde. Ahora se anuncia la edición de un disco con material inédito por parte del sello Resonance Records, cuyo expertise es, justamente, encontrar y tratar con esmero música de alto vuelo que no ha sido publicada.

Recientemente, Sonny ha hecho un singular repaso de su carrera en una entrevista con The New York Times que tuvo amplia repercusión.

Cuenta allí que cuando tomó conciencia de que no podría seguir tocando el saxo la primera impresión fue traumática. "Pero me di cuenta de que en lugar de lamentarme y llorar debería estar agradecido por haber podido dedicarme a la música toda mi vida".

Se arrepiente en esta suerte de confesión de algunos episodios de su trayectoria, que los críticos y los músicos no pasaron por alto. Como cuando "provocó" a Charlie Parker, el gurú del bebop, con la melodía de "Anything you can do (I can do better)" en un solo. "Fue una estupidez haber quedado envuelto en ese episodio, era muy ignorante", asume hoy. "Sigo siendo ignorante para muchas cosas".

Algo similar recuerda del único tema que grabó con Coltrane. Fue Tenor Madness, incluido en el álbum del mismo nombre que el cuarteto de Sonny registró en 1956. Sonny responde a una línea de Coltrane tocando las mismas notas pero al revés. ¿Una muestra de suficiencia o soberbia? Habrá que recordar que ambos saxofonistas no le escapaban a la competencia. Y que el propio Miles Davis, antes de reclutar a Coltrane para su grupo intentó sin éxito sumar a Rollins. "Yo tenía la sensación de que era mucho más popular que él", acepta Sonny en la mencionada entrevista. Y confiesa que en Tenor Madness tocó a media máquina, a diferencia de Coltrane. "Fue inmadurez", se acongoja. Sonny es uno de los grandes artistas consultados para un reciente documental sobre la vida y música de Coltrane.

También recuerda en esa entrevista su colaboración con los Rolling Stones, que encaró a desgano y sólo por insistencia de su mujer. Y asegura que no se siente solo hoy con su vida en Woodstock. "A mi edad, todos mis amigos ya no están. A veces me empiezo a lamentar pero entonces digo: no, qué bueno no tener a quien llamar para perder el tiempo hablando".