El confinamiento al que se ven sometidas las sociedades de casi todo el mundo para enfrentar la pandemia ha obligado a muchos artistas a reinventarse y a reformular su protagonismo para mantener viva la llama creativa y para sostener el contacto con sus seguidores.
En el caso del jazz, como tantos otros géneros y disciplinas, el impacto del virus fue letal. No sólo por las muertes -artistas como Ellis Marsalis o Wallace Roney, entre otros- sino porque se terminó tal vez por mucho tiempo el vínculo entre músicos y audiencias en los clubes de jazz de las principales ciudades del mundo. Nadie sabe cuándo regresará el jazz en vivo y tampoco cómo volverá.
Por el momento, sólo hay una luz de expectativa favorable para los jazzeros porteños a partir de la reprogramación de los shows del guitarrista Pat Metheny, que debieron ser cancelados justo al comienzo del aislamiento social obligatorio. Esos conciertos, según anunció la productora y el propio Metheny, tienen nueva fecha para el 8 y 9 de abril del año próximo. Se verá cuál es el panorama en ese entonces.
Pero más allá de los ruegos para que no pase demasiado tiempo sin jazz en vivo, muchos músicos, discográficas, clubes de jazz y publicaciones especializadas se reconfiguraron para seguir presentes a través de las redes. Así, quien tiene avidez de jazz en cuarentena cuenta con algunas opciones interesantes. Veamos algunas:
Muchos músicos ofrecen conciertos o miniconciertos diarios o semanales a través de sus cuentas de Facebook o Instagram. Entre los casos más emblemáticos figuran Fred Hersch, con performances diarias a las 14 (hora de Argentina) en Facebook, el también pianista Emmet Cohen, en la misma red social, diariamente a las 20.30 hora local o el pianista italiano Stefano Bollani, quien optó por Instagram para ir desgranando su nuevo disco recién editado, un piano solo en el que versiona a su manera la obra Jesus Christ Superstar. También la saxofonista Lakecia Benjamin y la ascendente vocalista Jazzmeia Horn.
El neoyorquino Dizzy's Club transmite shows en vivo de artistas de renombre, al igual que The Jazz Gallery o Jazz Standard. Por allí pasaron en los últimos días, y repetirán, Joe Lovano, Orrin Evans, Ted Rosenthal, Caroline Davis o David Kikoski.
También por cierto hay mucho para explorar entre los músicos nacionales. Entre los que ganan protagonismo en Instagram se cuentan Paula Shocron, Pía Hernández, Francisco Lo Vuolo (pianistas los tres), así como las saxofonistas Yamile Burich y Camila Nebbia, entre tantos otros.
Sellos locales como BlueArt, de Horacio Vargas, lanzaron discos en formato digital. Esta discográfica rosarina presentó así el solo piano de Pablo Socolsky, La Forma Inicial.
En materia digital también están muy activos sellos internacionales como Intakt y ACT y Greenleaf, que orienta Dave Douglas. Este último lanzó un disco de Anne Webber y Angela Morris en formato big band y anticipó temas del inminente álbum del propio trompetista, Dizzy Atmosphere.
Hay mucho más, como el "tanque" que reunirá a Joshua Redman con Brad Mehldau esperado para julio, o grandes discos que acaban de colgarse a las plataformas digitales, como los nuevos trabajos del pianista Franco D'Andrea y del saxofonista Jimmy Greene. Explorar la red en clave de jazz durante la cuarentena puede deparar las mejores sorpresas.
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