Pianista
y compositora, no ha dudado en dejarlo todo en pos del compromiso, con su sesgo
creativo. Es indudable que ha meditado la contundente sutileza de la melodía,
encontrando caminos que dan paso a su depurado sentido musical de largo
aliento.
Y es
ahí donde mora esa oscura luminosidad que es santo y seña del recorrido. Esa compenetración,
entre lo que se dice y lo que queda revoloteando en nuestros oídos, que cautiva
por la redondez poética de su talento creador.
“Agua
Turbia”, “Luna del Cazador” no hacen más que consolidar el armazón de su pulido
sonido, genuino pero por sobretodo de hondo calado expresivo, siempre en busca
de las alturas.
Se advierte
en algunas introducciones y desarrollos pinceladas de los impresionistas
franceses; que se diluyen dando paso al Cuchi o Eduardo Lagos, o Brad Melhdau y
E.S.T; y porque no; integrando la
ductilidad de Bela Bartok, arropados en su semblante estético que es la fuerza
dominante.
Un
tesoro a descubrir para quienes no la conozcan, por su madurez e insoslayable capacidad
de exploración de matices, y que en momentos como los que vivimos, se convierte
en un refugio necesario. Música exquisita!!
Mayra
Dominé: Piano & Composición
Claudio
Gandolfo: Bandoneón (T9)
Marcelo
Lanouguere: Saxo Barítono (T9)
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