lunes, 8 de diciembre de 2014

ORILLAS



El concepto central que estructura ésta obra, parte de una cohesión que une fotografía a cargo del artista Argamonte y la música compuesta por los convocados a tal efecto, sumando un hilo conductor que es el poema de Juan L. Ortiz, “El Aire Conmovido”.

Un recorrido que articula el poder del blanco y negro con un lenguaje musical bosquejado, con la imaginación de unos músicos que se ajustan como guante al encuentro entre dos praxis como lo son, la música y la fotografía.

A cada imagen le corresponde una composición y esa funcionalidad se transfigura en recursos narrativos que se mecen entre abstracción, ingravidez, experimentación abierta e improvisación; creando un universo sonoro tan fascinante como particular sustentado por un recorrido productivo en exploraciones variopintas.

Pablo Ledesma tiene un discurso que lo identifica donde vaya, con alternancia de sonidos largos y cortos, remarcando dramatismo o melancolía según amerite. Es un gran músico que cubre todos los frentes; ejemplo de evolución bien entendida, con gran preparación intelectual desde lo musical. Pepe  Angelillo estimula la empatía con el saxofonista, ambos con colaboraciones de larga data, Mono Urtado expone claramente su toque, sin por ello eliminarle dificultad y Martín Misa despojado de colorismos aporta belleza y riesgo por partes iguales.

Estamos ante una de las obras de producción local más importantes del año en cuanto a edición y puesta en escena, que se inmiscuye por los meandros de fuerzas creativas que construyen un estado de perpetuo suspenso. Si Andréi Tarkovski los hubiese escuchado.


“El semblante de la música es una bella mudez a los ojos plenos de sentido” 

Jean Paul Sartre

Argamonte - Fotografía
Pablo Ledesma - Saxo Soprano y Alto
Mono Hurtado - Contrabajo
Pepe Angelillo - Piano
Martín Misa – Batería y Percusión

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