La pandemia frenó proyectos, shows, giras y festivales, pero no logró derrumbar el empuje de gran cantidad de músicos locales que se fueron reorganizando para diseñar su actividad y buscar alternativas para difundir sus propuestas.
Los locales de jazz están cerrados, pero ya hay atisbos de streaming y seguramente pronto habrá protocolos para una gradual reapertura. De hecho en Europa los clubes comenzaron a recibir público.
A falta de shows en vivo, bienvenidos sean los discos. Con el foco en la edición digital, aunque sin descuidar el formato físico, se lanzaron en las últimas semanas, varias grabaciones de músicos argentinos de lustre internacional, mientras se preparan otras para los próximos meses.
Sebastián Loiácono es uno de los saxofonistas con un presente notable y una proyección incalculable. Acaba de editar su primer disco para el sello Rivo Records, de reconocida trayectoria en álbumes de jazz con artistas locales e internacionales.
El título es Happy Reunion, que más allá de evocar a Duke Ellington, seguramente refleja la felicidad de Loiácono al haber reunido en un estudio a estrellas del jazz global como el pianista Harold Danko, el saxofonista Rich Perry, el contrabajista Jay Anderson y el baterista Jeff Hirschfield.
También participa Mariano Loiácono en trompeta en uno de los tracks. Estos cruces suelen ser posibles a partir de la convocatoria del Festival de Jazz porteño, que suma invitados de todo el mundo en cada edición. En este nuevo disco, disponible en Bandcamp, Loiácono pone la vara alta y exhibe un sonido profundo y un entendimiento impecable con las figuras que lo secundan.
Delfina Oliver se abrió paso en la competitiva escena japonesa ya hace cinco años atrás. Viene dando que hablar como cantante residente en Tokio y allí ha forjado estrechos vínculos musicales que quedan plasmados en un nuevo disco, Tokyo Sessions, con arreglos de Simon Cosgrove, pianista también al frente de un trío. Se trata de su cuarto álbum solista y, además de los standards, se distinguen tracks que reflejan la influencia del país donde pasa varios meses al año. Poor Butterfly, por ejemplo, cuenta la historia de una joven japonesa que se enamora trágicamente de un marine, inspirada en la ópera Madame Butterfly. Es swing que alterna con folclore japonés. Disco de alto vuelo y seguramente un hito en la carrera de Delfina.
El sello rosarino BlueArt, que dirige Horacio Vargas, no pierde su hiperactividad. Luego de haber editado varios registros de calidad, entre ellos un show inédito del Gato Barbieri en el Gran Rex, lanzó un nuevo disco del guitarrista Carlos Casazza, esta vez al frente de un notable quinteto. Lo acompañan Sergio Wagner en flugelhorn, Inti Sabev en clarinete, Juan Pablo Navarro en contrabajo y Carto Brandán en batería. Aires de jazz que dialogan con la música rioplatense son elementos distintivos de este trabajo que evidencia la evolución permanente de Casazza y la ductilidad de los músicos que lo secundan.
Otro guitarrista, Dan Pocetti, forma parte de la escudería eyes&ears records y estrena nuevo álbum con el título Retoñar. Son composiciones propias, que revelan una fuerte identidad musical, en las que Pocetti se sumerge junto a Pablo Moser y Marcelo Lanouguere en saxos, Andrés Chirulnicoff en bajo y Mono Valle en batería.
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