martes, 1 de septiembre de 2020

BIRD



LA BELLEZA CONVULSA

Hace 50 años Charlie Parker entraba directamente en la leyenda. No había vivido como le corresponde a un artista supremo. Su conducta marginal y su independencia de criterio le convirtieron, desde el principio de carrera hasta su último día, en el maldito por excelencia. 

No por ello dejaría de convertirse en el faro incuestionable, el guía de sus contemporáneos, como iba a serlo también de las generaciones posteriores. Pocos escaparon del arrastre magnético e incontenible de su influencia. Hace 50 años, la música  de jazz estaba en un proceso de cambio radical. La mecha la había encendido, pocos años antes, el propio Parker. 

Este año, en todo el mundo del jazz, se recuerda que hace medio siglo dejaba de sonar la belleza convulsa y convulsionante del que, con toda probabilidad, ha sido el más grande improvisador conocido de la historia. Hoy tenemos sus grabaciones, en constante reedición, que siguen alumbrando la música más vital de nuestro tiempo. 

El también saxofonista Ken Vandermark, pertenece a otro mundo y a otra época, pero sigue una misma estirpe: la del artista que busca la expresión afilada y exploratoria. Nadie puede dudar de que la música de este saxofonista terso y frenético sigue rindiendo tributo a Parker desde una iconoclastia abrupta y autónoma.


Publicada con motivo de cumplirse un aniversario más del nacimiento de Bird el pasado 29 de Agosto.- 
©Másjazz 2005

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