Sonaba en
los albores de la vuelta a la democracia post-dictadura en Argentina: “Si la
historia la escriben los que ganan eso quiere decir que hay otra historia”. ¿Lo recuerdan?
La otra
historia por lo general es la de aquellos que no salen en la gran foto junto a
los principales actores y son
los que desde su praxis decidieron
transformarla, los que hacen la cultura, el proletariado sometido por la
sucia burguesía que se queda ociosa como dueña del capital y todo eso que ya
sabemos los que tuvimos o tenemos alguna
afinidad con un tal Marx y seguimos leyendo la trama histórica desde ese lugar.
Anacrónicos
al fin, aunque insistan en hacernos creer el disparate sobre el fin de las ideologías; uno está
convencido que todo se va al reverendo carajo. Todo esto para decir que se ha
reeditado este excelente libro de Eric Hobsbawn, que habla de esa gente poco
corriente y que a través de un pensamiento situado ubica a los protagonistas en el lugar que se
merecen en un acto de justicia literaria.
Los guerrilleros
de Vietman, los alocados estudiantes del Mayo de 68 y por supuesto los jazzmen
convergen en este relato al que bien vale la pena acercarse al menos para no
quedarse siempre con la novela de quienes manejan la pelota y que siempre
adecuan la verdad de acuerdo a sus interpretaciones.
Para no
hacer una lectura inexacta de la historia de aquellos años les propongo que se acerquen a su negocio
amigo y se lo lleven a casa para despejarse un poco al menos del constante
bombardeo a que nos someten los medios comunicacionales en su afán de seguir
colonizando subjetividades, con sus armas letales, para adormecernos día a día
y acompañados del silencio o de un buen disco de jazz lean esta pequeña joya
para quienes sienten placer al sumergirse en territorios de ultramar, como
propone este genial historiador en uno de los tantos testimonios que legó a la
posteridad.
Semblanza a
los eternos olvidados pero que sin ellos la historia jamás hubiese sido la misma. Quien quiera oír que oiga.
R: IDJ
2 comentarios:
Micky:Yo agregaria a este libro otro elogio y es que tiene una excelente traduccion.Se lee como si hubiese sido escrito originalmente en español.Algo que lamentablemente no es frecuente .Las pocas paginas que estan dedicadas a los jazzistas son estupendas y destaco especialmente el obituario de Bilie Holiday.
Si Mario, coincido. Lo q más celebro es su reedición,y las páginas de los jazzistas, aunque escuetas, son excelentes. Abrazo!!!
M
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