miércoles, 31 de diciembre de 2014
domingo, 21 de diciembre de 2014
lunes, 8 de diciembre de 2014
ORILLAS
El concepto central que estructura ésta obra, parte de una cohesión que une
fotografía a cargo del artista Argamonte y la música compuesta por los
convocados a tal efecto, sumando un hilo conductor que es el poema de Juan L. Ortiz,
“El Aire Conmovido”.
Un recorrido que articula el poder del
blanco y negro con un lenguaje musical bosquejado, con la imaginación de unos
músicos que se ajustan como guante al encuentro entre dos praxis como lo son,
la música y la fotografía.
A cada imagen le corresponde una
composición y esa funcionalidad se transfigura en recursos narrativos que se
mecen entre abstracción, ingravidez,
experimentación abierta e improvisación; creando un universo sonoro tan
fascinante como particular sustentado por un recorrido productivo en
exploraciones variopintas.
Pablo Ledesma tiene un discurso que lo
identifica donde vaya, con alternancia de sonidos largos y cortos, remarcando
dramatismo o melancolía según amerite. Es un gran músico que cubre todos los
frentes; ejemplo de evolución bien entendida, con gran preparación intelectual
desde lo musical. Pepe Angelillo
estimula la empatía con el saxofonista, ambos con colaboraciones de larga data,
Mono Urtado expone claramente su toque, sin por ello eliminarle dificultad y
Martín Misa despojado de colorismos aporta belleza y riesgo por partes iguales.
Estamos ante una de las obras de
producción local más importantes del año en cuanto a edición y puesta en escena,
que se inmiscuye por los meandros de fuerzas creativas que construyen un estado
de perpetuo suspenso. Si Andréi Tarkovski los hubiese escuchado.
“El semblante de la música es una bella
mudez a los ojos plenos de sentido”
Jean Paul Sartre
Argamonte - Fotografía
Pablo Ledesma - Saxo Soprano y Alto
Mono Hurtado - Contrabajo
Pepe Angelillo - Piano
Martín Misa – Batería y Percusión
lunes, 1 de diciembre de 2014
ENTREVISTA - TATIANA CASTRO MEJÍA
Radicada en Buenos Aires, la pianista
originaria de Bogotá, metrópoli donde se respira un rico contexto
sociocultural, resultante de la convergencia de todas las culturas
contemporáneas y ancestrales de Colombia, piso suelo Argentino y puso manos a
la obra debutando como líder de sesión con “Ciclos” una excelente sorpresa y viene en camino su segunda grabación “Sinancla”, aún en proyecto de edición.
La pudimos escuchar por primera vez
siendo parte del trío del bajista Guillermo Roldan y quedamos atrapados por su
creatividad y capacidad de respuesta desde las 88 teclas, oficiando de
catalizadora prodigiosa sobre relecturas que podríamos llamar de “paladar
negro” pertenecientes a Coleman, Monk o Motian.
Con una carrera musical incipiente y
prometedora compartimos esta provechosa entrevista.
IDJ. ¿Cuál fue el motivo, más allá del
musical, por el cual te radicaste en estas
tierras? ¿Hubo algún disparador en especial?
El
motivo central de mi estadía en Buenos Aires fue la música. En principio llegué
por una Beca otorgada por la EMC
(Escuela de Música Contemporánea, www.escuelademusica.org),
para estudiar por un año, pero encontré y construí un espacio para desarrollar
mi lenguaje musical, con lo cual ya voy 9 años. Además, y no menor, encontré un
grupo de amigos que desde el principio me hicieron sentir en casa. Y Buenos
Aires se convirtió en mi segundo hogar.
IDJ. ¿Qué tiene Buenos Aires,
considerando que es el centro de producción principal de esta música a
diferencia de tu País? ¿Es más plural
acá que allá?
Cada
lugar tiene una mezcla de variantes diferentes que lo hacen único. Así que las
variantes son las que cambian, no hablaría de más o menos pluralidad. Buenos
Aires, a diferencia de Bogotá tuvo una influencia más fuerte de la tradición
jazzística de Estados Unidos; para mí fue una gran sorpresa encontrarme acá con
la existencia de bandas de Dixiland, Orquestas de Swing tradicional.
En
Colombia esa influencia se transformó en Orquesta Tropicales, y acá llegamos a
esa influencia afro que en Colombia es muy fuerte. Las realidades sociales son
diferentes, lo que genera desarrollos diferentes, con tiempos diferentes,
espacios diferentes. Para mí, Buenos Aires es una ciudad en general amable para
el desarrollo cultural, que te permite una movilidad en la noche fácil (más
allá de los conflictos de leyes del gobierno en curso, que son un tema muy
delicado e importante).
Bogotá
es más agreste, haciendo, por ejemplo que el tema gente que asiste a los
conciertos (que para estas músicas ya es complejo), sea más difícil. Pero todo
obstáculo genera caminos nuevos, y el actual gobierno genera formas para poder
llegar a más gente (Por ejemplo abriendo espacios en bibliotecas públicas,
espacios públicos, etc.). Buenos Aires es muy prolífico, muchos músicos, muchas
propuestas, un punto a favor. Ahora, los espacios físicos se quedan cortos (un
obstáculo por superar).
La
escena en ambas ciudades es muy rica, con sonoridades diferentes. Valoro mucho
lo que se hace en ambas ciudades. Estoy siempre atenta a lo que sucede en
Bogotá. La escena Bogotana es mi otra gran familia, y la he visto crecer llena
de colores!
Uno
de mis objetivos es generar un puente entre ambas ciudades. Este puente ya
existe, pero estaría buenísimo poder ampliarlo, y dinamizarlo.
IDJ. ¿Qué tipo de jazz y otras músicas escuchas
y como ves el panorama actual? ¿Observas que hay renovación en el género o todo
está como en una zona muy quieta, sin fuegos de artificio?
Al
hablar de jazz el espectro se hace grande. Parte de las cosas que estoy
escuchando hoy está la movida under de New York. También hay una búsqueda
dentro de las propuestas de música contemporánea, donde el indeterminismo y la
búsqueda de sonoridades nuevas es un fuerte centro de atención.
Creo
que el género se está moviendo, aunque a veces lo sintamos estático (cuando se
está adentro es difícil percibir el cambio). Mi apuesta hoy en día es hacia la interdisciplinariedad
y mi búsqueda navega un poco por esos lados.
IDJ. En tu forma de tocar hay una
tendencia hacia los modos más libres, vi un video con Ada Rave y hay un dialogo
entre ambas ornamentado dentro de esa órbita. Incluso en tu participación en
“Nuclear” de Guillermo Roldán tus pasajes tienen tintes que van para ese lado.
¿Cuáles serían tus influencias en ese punto y si consideras que al improvisar te acercas de algún modo a tu
naturaleza como artista?
Uno
de mis primeros pasos en el mundo de la música como decisión de vida, fue la
composición. Me interesaba buscar formas nuevas, jugar con el lenguaje, y en
medio de esa búsqueda surgió la creación en tiempo real (improvisación), y hubo
conexión. Así que la improvisación empezó a ser parte importante de mi
expresión como artista.
Las
influencias directas en esta búsqueda fueron mis maestros (Volker Kottenhahn,
Silke Eberhard, Ernesto Jodos, Rodrigo Domínguez…) quienes desde su propio
quehacer me enseñaron un montón y me llevaron a conocer a otros grandes
maestros (Marilyn Crispel, Eric Dolphy, Cecil Taylor, Connie Crothers, Charles
Mingus…)
IDJ. ¿Cuál es para vos, la diferencia
de peso que hay entre Monk y otros pianistas, tanto contemporáneos de él, como
de la época actual?
Cuando
se es artista, se busca hablar con voz propia. En el jazz, donde la
improvisación es un factor protagónico esta búsqueda es de vital importancia. Esta
impronta es más clara en algunos músicos (otros se pierden en el camino), y
Monk para mi fue tanto como pianista como compositor, un músico que marcó una
ruptura en el lenguaje, en el cómo tocar el piano, en la escritura.
¿Consideras que actualmente hay renovadores
del instrumento? De haberlos podrías citar algún ejemplo
Se
me viene un nombre a la cabeza: Sylvie Courvoisier.
IDJ. “Ciclos” fue editado por Pai
Records, una discográfica que a mi modo de ver hace muy bien las cosas en
cuanto a presentación del producto. Son puntillosos y hay un sentido muy bien
plantado sobre la forma y el contenido. La decoración interior fue de tu
sobrino, Martín ¿Quedaste satisfecha con el resultado final?
Yo
estoy muy contenta con el disco, desde lo musical, y con la gráfica. Fue mi primer trabajo, resultado de
muchos caminos andados, entre ellos estar lejos de la familia, con lo cual la
cuota de diseño de mi sobrino es de gran importancia.
IDJ. En el ambiente del jazz tanto los
que escuchamos como (creo) quienes lo ejecutan solemos ser seres muy
racionales. Sin embargo en las notas de carpetilla de tu cedé aparece una frase
de “Osho” y esto no va en desmedro, sino que me interesa saber el porque de la
misma y si te identificas con esas tendencias espirituales más introspectivas.
No
creo que lo racional mate lo espiritual, para mí el problema es de desbalance.
Soy una persona que se mueve por impulsos, responde al momento, donde a veces
la razón pesa, a veces los instintos, a veces las corazonadas (el instinto del
alma). Nunca he sido una persona fanática de nada (ni a un movimiento, ni a un
artista, ni al futbol), así que la elección de la frase va más allá de Osho, y
responde a mi búsqueda que en ese momento se cruzó con algo de lo que el
planteaba.
IDJ. ¿Qué nos podes comentar acerca de
“Sinancla”? Hasta donde me pude informar esta en proceso de edición.
Es
un disco que grabé con formación de quinteto (Renato Bianucci, flauta; Francisco
Salgado, trombón; Maximiliano Kirszner, contrabajo y Hernán Rodríguez,
batería). El grupo surge primero recreando la música de Eric Dolphy del disco
“Out to lunch” y de ahí surge la necesidad de escribir. Así que encontraran
temas propios y un par de Dolphy. Aún no se ha editado, pero prontamente se
escuchará algo de él.
Discografía :
Ciclos - Tatiana Castro Mejía . ( Pai
records )
© Impronta de Jazz
lunes, 24 de noviembre de 2014
BUENOS AIRES JAZZ.14
Estuvimos presentes en una nueva
edición del “Buenos Aires Jazz.14”, que se realizó con distintas actividades,
entre recitales, clínicas y charlas tanto de índole internacional como local.
Asistí a los concierto de Marcin
Wasilewsky Trío y del enorme Henri Texier ya que al estar de visita, no daban los
tiempos para ver todo lo que ofrecía el Festival.
El primero presentando su última
producción “Spark of Life” para el sello ECM y el segundo con su Hope Quintet, trayendo
consigo la inacabable imaginación del contrabajista para improvisar.
Ambos tocaron con sus destacados
acompañantes regalándonos un momento inolvidable. El polaco se lució por su
enorme entrega y energía festejando de paso los años que llevan juntos tocando;
20 dijo en medio de una pausa, si la memoria no me falla. Lo mejor de su
performance considero, fue el corte de apertura de su ultima producción “Austin”,
dedicado al joven pianista prodigio
Austin Peralta, fallecido a la temprana edad de 22 años.
Por el costado francés de la vida, uno
de los representantes de peso del contrabajo y del género, cuya historia
musical ha sido siempre multidireccional ; es sin dudas una de las patas más representativas
del jazz europeo siempre ofreciendo una música que pone cierto énfasis en los
sonidos africanos. Sus cruces a dúo junto a Louis Moutin en la batería fueron de
lo mejor de la noche. De hecho al final del set, el aplauso más prolongado fue
para Moutin, que dejó las manos y las
baquetas echando fuego, amén de lo destacable de la acción conjunta. Lo más
colorido fue, “Desaparecido” de su último trabajo, para luego despedirse con un cierre muy sentido
por parte de Texier, que a pesar de su castellano trabado, como suele ser cualquier lengua que uno no conoce a fondo, leyó unas palabras muy
emotivas hacia el País y por supuesto agradeció a quien organizó el Festival,
el músico Adrián Iaies, por el convite.
Excelente la organización y la
puntualidad de los conciertos. Breve reseña sobre una noche maravillosa, donde
se mezcló la maestría de los músicos con la emoción de público.
R: IDJ
sábado, 15 de noviembre de 2014
JUAN BAYON – CONTROL
Editado por el sello que administra junto
a Mauricio Dawid, Kuai Music y habiendo ganado el concurso de compositores del
Fondo Nacional de las Artes, podríamos decir que “Control” vio dos veces la luz
del mundo musical. La primera estaba ya en punta para la edición; pero al
haberse presentado y ganado el
mencionado certamen se da otra vuelta de tuerca registrándose nuevamente con un
presupuesto que lo ayudaba a respirar más cómodamente y rearmar la historia.
Nos encontramos desde el corte de
apertura, con un lenguaje surcado desde la composición por un dinamismo no
atado a un solo punto, y descontaminado de adscripciones más o menos obvias.
Es un trabajo insinuado, con sonidos
cerebrales y potentes, combinados por una exploración sesuda como en “Rupturas”
donde el trabajo de los vientos se entrecruza con muy buena sinergia por parte de
la triada Domínguez, Famin, Torres; en una exposición de siete minutos que
despide un alentador perfume a proyecto
en vías de construcción.
“Marea”, el paréntesis de “Control” y
la continuación de “El Límite de la Conciencia”, dan una idea acabada de la dirección
aquí definida con piezas densas, absorbentes
y despojadas de lirismo.
Hay un vínculo complejo y laberíntico
en el cual tras varias escuchas es difícil demarcar cuando finaliza la
composición y empieza la improvisación.
Todos cumplen y se siente una gran
compenetración con el proyecto, se nota que deben haber estado con sumo gusto
en los estudios “Ion”, ya que la soltura y libertad de esta música, son una
muestra palmaria de momentos de profunda
densidad en el discurso.
Como punto a destacar, inmejorable la
rítmica y el color que le pone desde los parches Fran Cosavella, seguro e
inventivo un ejemplo de autonomía y reflexión para el instrumento que siempre o
casi, está atrás de todo el decorado escénico. Es un músico al que le cantaría
en una partida, “truco a las pardas”, porque espero más de él y va a dar que
hablar el joven baterista.
A fuerza de perseverancia acá hay
pasión por una música de extraordinaria crudeza en su superficie, que indaga un
camino exigente, cuyo centro de estetización surge de un complejo equilibrio de
experimentar y quedar satisfechos, asegurando futuras escuchas y manteniendo al
oyente criterioso como implicado activo en un auténtico gesto artístico.
Juan Bayon- Contrabajo
Fran Cossavella - Batería
Emma Famin - Saxo
Juan Torres - Saxo
Invitados:
Rodrigo Domínguez - Saxos Tenor Y
Soprano
Pablo Moser - Saxo Barítono
domingo, 2 de noviembre de 2014
SANTIAGO LEIBSON - PENDULAR
La riqueza de vuelo
lírico, arriesgado y algo fantasmal por momentos, hace que la oscilación
pendulante de donde deriva el nombre del trabajo; nos de carta abierta para
degustar un jazz que nos lleva a buen puerto. Es decir con densidad,sustancia, riesgos,vericuetos,tensión,distensión,discontinuidades y lo esencial algo
que contar.
Sus referencias son
las nuestras como oyentes o al menos las mías, al sentirme acogido por una
narración que llenó mis sentidos. Mucho del pianismo contemporáneo se ve puesto
en la mesa, aquí servida. Y se suman composiciones creadas para que el líder
muestre sus dotes como artífice de historias, cinco cortes son de su autoría y
dos del contrabajista Maximiliano Kiszner.
La amplitud de determinadas
citas complejas donde no hay ensimismamiento de notas al momento de decir lo
que se busca, resalta la precisa limpidez del líder y un camino que se va desenredando imbuído de estéticas depuradas y
turbulentas, como el tema de apertura, que nunca se agotan en una sola
dirección.
Solo por momentos se
siente una ventolera de jazz libre (contenido, no en su estado más afiebrado),
que oxigena el paso de los temas consiguiendo generar que el encuentro funcione
en plenitud.
Las composiciones de
Santiago son puntos o ejes de intensidad que funcionan como conectores, en un entrecruzamiento
arduo e indispensable con los del contrabajista; generando un acercamiento más
lírico y laxo, como en “Tamariscos” y “Semblante”.
Mientras que la sutileza de “Aparte” o “Nada que ver con el tema”, del pianista,
evoca mundos más sugestivos que cautiva y conmueve por su implícita magia. Nicolás
Politzer se acopla sin inconvenientes al lenguaje decorativo y grávido, que
nace de su instrumento al momento de redondear la consigna.
Un viaje de oculta
fascinación cuyo refinamiento textural corre por el mismo andarivel de
sensibilidades complementarias, que sin perder la dimensión profunda que le
imprimen a esta segunda entrega; nos ofrecen un solitario paisaje de generosa
belleza.
Santiago Leibson:
Piano
Maximiliano Kirszner:
Contrabajo
Nicolás Politzer:
Batería
Contacto : leibsonsantiago@gmail.com
jueves, 23 de octubre de 2014
EXPLOTA! 7 - TRIO DESATANUDOS - BUDU
TRIO DESATANUDOS:
DARIO ISCARO - GTR
GUSTAVO LORENZATTI - DOUBLE BASS
FERNANDO CABALLERO - DRUMS
lunes, 13 de octubre de 2014
LUIS ALBERTO SPINETTA - CRONICA E ILUMINACIONES
Nos cae en mano esta reedición de Luis
Alberto Spinetta, genio de la música de nuestro País, que junto con Martropía
de Juan Carlos Diez es lo más digno y esencial para cualquier melómano y amante
del legado del flaco.
Recomiendo a todo aquel que siente la
música de tan peculiar artista local dentro del corazón y la lleva a cualquier
parte consigo, que adquieran esta excelente obra que no hace más que
complementar y aportar de forma convincente un libro, que pasa a formar parte
del cuadro de los: “imprescindibles a tener en cualquier biblioteca que se
precie de seria”.
"Me
gustaría mostrar en un libro todas las facetas: el pasado, el presente y
también el vuelo hacia el futuro", decía en el prólogo de la edición
original de este libro Luis Alberto Spinetta. Pasaron casi tres décadas y en el
medio muchas cosas, más de las que se podrían contar. Quien lo hace hablar es,
por ese entonces, un muy joven periodista que daba sus primeros pasos.
Sin
embargo, más allá de su agudeza, también se nota en sus intervenciones la
admiración. Esa es la brújula que guía a Eduardo Berti en las charlas que entre
septiembre y noviembre de 1988 dieron origen a Crónica e iluminaciones. Un
libro imprescindible porque quien dice y se deja conocer es uno de los músicos
irreemplazables de la escena argentina. "Por momentos -escribe Berti- ha
sido, casi, una suerte de cacería.
Spinetta,
no hay que olvidarlo, de tan flaco parece intangible, y ha declarado más de una
vez que bajo el escenario 'quisiera ser el hombre invisible'."
Eduardo
Berti
Esta reedición aumentada, corregida,
revisitada con fotos e ilustraciones nuevas e inéditas -aportadas tanto por
fotógrafos amigos como por su familia- es un homenaje amplificado, la versión
extendida de una canción que encuentra finalmente su forma definitiva. Es el
libro de Luis Alberto Spinetta a la altura de su obra, de su música y su
palabra.
miércoles, 1 de octubre de 2014
GUILLERMO ROLDÁN TRIO – NUCLEAR
Cada tanto surgen discos que sirven
para reorientarnos como oyentes. Tener en claro hacia donde va uno, dentro del
ámbito que nos ocupa no implica que el camino sea sencillo. Pero, estamos de
parabienes entre tanta música dando vueltas con mayor o menor fortuna; ya que
esos faros que nos alumbran sirven para no dejarnos llevar por los espejos de
colores y las luces de neón, alertando al aficionado para seguir buscando
nuevas zonas de contención y sorpresa.
El líder sabe el dilema que implica
cómo rehacer un standard para no caer en los lugares comunes de lo mil veces
escuchado, y salir con la frente bien alta.
Queda demostrado que tanto en el único
tema de factura propia “Hombre Lobo”, como los cortes seleccionados de otros
autores, cada escalón que suben deviene en un ámbito de equilibrio entre el
argumento musical y la puesta a punto;
donde se crean finas y bien
torneadas relecturas que provocan alivio,
oxigenan el alma y da sumo placer escuchar.
Ya de por si que el bajo sea eléctrico
y no acústico es un desafío. Acompañado por una pianista muy buena al servicio de la expresividad, que rodea,
dialoga y complementa con creces situaciones complejas (escuchen Round Trip de
Coleman, da incansables respuestas de absoluta originalidad). Se suma un
baterista de atenta mirada sobre el todo, con un toque claro y flexible que
transmite una sensación natural de estar compenetrado con el planteo.
Solo por ampliar un punto que no es
menor, Tatiana transforma la situación de cada tema en un acontecimiento que
eleva el nivel del mensaje; aviva el fuego con trazos certeros y nos transporta
a un universo inéditamente inusitado. A seguirle al huella.
En suma, una propuesta inspirada que
muestra la buena salud del jazz criollo, donde quienes estén interesados en un
aporte digno e incontaminado de la baratija comercial, siempre tendrán lugar
para descubrir algo novedoso. He aquí una demostración que brota convicción, conocimiento
y amor a la música.
Guillermo Roldán: Bajo Eléctrico
Hernán Rodríguez: Batería
Tatiana Castro Mejía: Piano
Para adquirir el CD: powerguillo@yahoo.com.ar
R: IDJ
domingo, 21 de septiembre de 2014
ENTREVISTA: LEVIN BROTHERS
Los hermanos Levin accedieron a una
entrevista vía contacto de su manager Scott Schorr, quien tuvo la deferencia de
ubicarme por mail originalmente para difusión del disco en cuestión y
posteriormente hice mi ofrecimiento para poder entrevistarlos.
Amén de la dificultad del idioma y del
hecho que Tony está presto a salir de gira junto a King Crimson en breve, se
dio la posibilidad de charlar con ambos, en pocas preguntas por los compromisos
asumidos; y develar en sus respuestas de forma personal y sincera el respeto a
los años ’50, desde un trabajo honesto e inspirado en esos primeros recuerdos
musicales que acompañaron la infancia de los hermanos Levin. Pero mejor que nos
lo cuenten ellos.
IDJ) ¿Qué hizo que se decidieran a rendir
homenaje al jazz clásico de la década del 50?
Pete: Es la música que escuchábamos de
chicos, particularmente los grupos en los que estuvo Oscar Pettiford. No es una
obligación absoluta ir sólo hacia eso desde que ambos estamos metidos en
diferentes proyectos musicales, pero verdaderamente revisamos nuestras raíces.
Había un montón de buena música dando vuelta en los 50´ tanto en el jazz como
en el pop. Música muy personal que venía de los artistas, no de los
productores. Es la clase de material que perdura.
Tony: Me sorprendió que Pete y yo, aún
recordáramos esas canciones que escuchábamos de chicos. Eran tan clásicos.
Entonces porque no intentar componer canciones que fueran influyentes en otros
músicos. No estoy diciendo que tuvimos éxito, pero ahí es dónde apuntábamos
escribiendo este material.
IDJ) Sólo Tony: La única canción no
jazzera es “Matte Kudasai”, una de las más hermosas composiciones de King
Crimson. ¿Cuál es la historia de la canción y que te decidió a regrabarla?
Es una gran balada, de nuestro álbum Discipline (1981) con King Crimson.
Creo que es un testamento de cuan buena es una canción, que aguanta un trato
diferente al original y sigue siendo buena.
Nuestra versión instrumental, con cello
y piano compartiendo los solos, es una manera de standard de jazz en cuanto al
enfoque de la composición. Fue muy divertido para mí hacerlo de ambas formas.
IDJ) Aparte de editar el disco en
formato CD, ustedes le suman una edición limitada en vinilo. ¿Consideran que el
formato nunca debería haber desaparecido cuando
surgió el compacto? ¿Qué piensan acerca del revival del vinilo?
Pete: No puedo decir cual es la causa
de la reaparición del vinilo. Hay una calidad de sonido que se perdió en el
medio digital. No sólo somos nosotros de
los viejos tiempos, yo veo gente joven escuchando long plays. Ellos están disfrutando
algo que verdaderamente les gusta.
Tony: Es genial tener una tapa de 12
pulgadas. Por el arte de tapa y sólo porque tenes un producto especial, físico
y tangible cuando compras un álbum. Amamos esos años pasados y estoy feliz de
ver un regreso con la audiencia joven. Y diseñamos la contratapa con una onda
muy de los 50´, con un crítico explicando la música y un look muy vintage.
IDJ) Ambos han trabajado con grandes
artistas. ¿Cuál fue la experiencia más rica que recuerden?
Pete: Favorita o más rica no
necesariamente significa la más grande. Los 16 años de trabajo con Gil Evans
están primeros en mi ranking. Y desde que estamos juntos con Tony giramos con Paul Simon a fines de los ´70 En esa banda estaban Tony, Steve Gadd,
Eric Gale y Richard Tee, tocando el pop más espectacular. No hemos
podido superar eso.
Tony: He disfrutado un montón de
grandes giras y shows en vivo. Muy
difícil de elegir uno en particular, porque la gran música es la propia
recompensa. Pero si tengo que elegir un concierto especial, diría que fue tocar
en la Casa Blanca
(con una orquesta joven) para John y Jackie Kennedy.
IDJ) Para algunos críticos el Jazz está
muriendo en sus formas tradicionales y muchos de sus maestros han desaparecido.
¿Cuál es tu opinión del género y su mercado hoy?
Pete: El jazz se ha combinado con
muchos otros géneros musicales. Los músicos escuchan todo tipo de música y la
incorporan en su propio estilo. Es una cosa natural y está bien. El lado malo
es, como tú dices que la forma tradicional está muriendo. La audiencia del
jazz, que siempre fue relativamente pequeña, no puede soportar la forma pura.
Entonces los festivales de jazz más importantes tienen que presentar una variedad
de estilos para sobrevivir. Ninguno de ellos es puro jazz. Aunque es buena
música todo eso pero el jazz clásico está muriendo.
Tony: Yo no soy ningún experto en los
géneros del jazz (ni en el rock) pero disfruto escuchando a cualquier música
que tenga calidad tanto en su composición como en su ejecución.
IDJ) Sólo Tony: En los ´90 tuve la
oportunidad de verte en Córdoba, Argentina, en el tour con King Crimson. ¿Cómo
fue esa experiencia para ti? ¿Estás familiarizado con la calidad de jazz
tradicional y moderno que se hace en Argentina?
Tony: Me encanta Córdoba. Tengo la
suerte de haber estado allí varias veces. Hay fanáticos muy apasionados y eso
es lo que pedimos cuando tocamos en vivo.
Y por la música Argentina, no, lo
siento, no estoy familiarizado con la escena nueva del jazz… Tengo que hacer
los deberes antes de regresar.
IDJ) ¿Cuando no están de gira, en la
tranquilidad de sus casas, que música escuchan?
Pete: La mayoría de las veces, música
clásica. Los dos tenemos entrenamiento en lo clásico. En estos días estoy
enamorado de los programas en alta definición y widescreen de la Ópera
Metropolitana de New York, que pasan por la televisión. Tony y yo el año pasado
pudimos ver todo el ciclo de “Los anillos de Wagner”.
Tony: Exactamente, clásico. Pero la
verdad es que no tengo mucho tiempo; cuando no estoy tocando estoy ensayando
nuevas canciones. Así que escuchar por diversión es algo raro en mí.
8) ¿Hay planes para grabar una
continuación de este trabajo?
Pete: Hombre, lo acabamos de sacar esta
semana! Demasiado pronto para un plan concreto, pero definitivamente queremos
seguir en actividad. Difícil de describir pero se siente bien.
Tony: Probablemente el año que viene,
cuando se haya asentado la polvareda de este disco y hagamos algunas fechas con
este grupo.
Scott Schorr
Lazy Bones Recordings
Gracias a: Martín Arrechea & Matías
Tello por la traducción.-
©
Impronta de Jazz
miércoles, 10 de septiembre de 2014
FREDRIK LJUNGKVIST - BEATRICE
Fredrik Ljungkvist, sax
Mathias Landæus, piano
Johnny Åman, bass
Kresten Osgood, drums
Beatrice (Sam Rivers)
jueves, 4 de septiembre de 2014
GUSTAVO CERATI - 11/08/1959 - 04/09/2014
Un hombre del pueblo
de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó.
Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos
un mar de fueguitos.
- El mundo es eso –
reveló - Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla
con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos
grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
Hay gente de fuego
sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire
de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros
arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien
se acerca, se enciende.
Eduardo Galeano. El
mundo.
lunes, 25 de agosto de 2014
CARLOS LASTRA – DESPEDIDA
El más coltreano de los tenores de este
bendito suelo edita este nuevo trabajo de título premonitorio. Las despedidas,
aunque no sea que uno se vaya de vacaciones por lo general suelen ser tristes.
Un amigo que se va, un amor que nos abandona, el impiadoso paso del tiempo; son
situaciones que marcan el corazón y transmutan el alma.
Y es quizás este último estadío, una
declaración de intenciones en esas dos miradas que el autor explica en las
notas internas. La primera por la cual el alma se revela ante la insensibilidad,
el desprecio, la conciencia anestesiada y la ceguera social que la mayoría
tenemos para con el prójimo más desposeído; fruto en parte del capitalismo en
el que vivimos y su espíritu individualista y competitivo, que nos hace olvidar
que estamos todos dentro de la misma bolsa.
Y la otra es la que hace referencia al
título en sí y que se adentra en ese poliedro que contiene muchas caras de la
misma matriz como son las partidas.
La grandeza de este disco no solo
radica en el buen hacer del líder, sino en como todo ese capital intelectual y
musical se vuelca con la maestría que solo los grandes poseen.
Lastra es leyenda viva del jazz con sabor a pampa y viene dejando testimonios irrefutables de su valía como músico. Si bien su
filiación al sonido Trane es un camino caprichoso y arriesgado, su discurso
saxofónico lo redime de los excesos en que varios caen.
Su manera de tocar siempre aporta
nuevas y sustanciales ideas, tanto en el tenor como el soprano y su fraseo
suena contenido y de amplio vibrato como en el corte “El Grito”, siendo importante el enfoque dado a los temas; ya que músico e instrumento
están compenetrados totalmente lo cual adquiere una dimensión distinta,
logrando un clima dinámico y de excelente ambiente.
Lo acompañan el joven Francisco Lo Vuollo pianista todoterreno lleno de plenitud y con mucho más para ofrecer, el contrabajista Leonel Cejas en consonancia con lo expuesto junto a Cristian Bortoli en el mismo instrumento en cortes distintos y Sebastian Groshaus en batería.
Lo acompañan el joven Francisco Lo Vuollo pianista todoterreno lleno de plenitud y con mucho más para ofrecer, el contrabajista Leonel Cejas en consonancia con lo expuesto junto a Cristian Bortoli en el mismo instrumento en cortes distintos y Sebastian Groshaus en batería.
El cierre del compacto con la versión
de “After The Rain”, es en cierta medida un broche de oro donde vamos a soltar el dolor o la alegría de
las despedidas.
Carlos Lastra - Saxo Tenor y Soprano
Francisco Lo Vuolo - Piano
Sebastian Groshaus - Batería
Leo Cejas + Cristian Bortoli - Contrabajo
R:IDJ
domingo, 10 de agosto de 2014
SANTIAGO BELGRANO – VICISITUDES
Lo que podríamos denominar piano
moderno está lejos de esfumarse de los trabajos que tejen su sonido desde una
musicalidad europea, que me llevó por varios caminos mientras “Vicisitudes”
sondeaba mis oídos.
Se notan influencias del carácter que
menciono al principio, y hay en los modos de expresarse del líder algunos ecos que
nos remiten a Brad Mehldau; aquel de hondo intimismo que revela su arte con ese
sutil desgarro emocional, como el corte de apertura.
Sin embargo a medida que se suceden los
temas uno se sorprende por el riesgo armónico y la capacidad técnica de
Belgrano, para adentrarse en superficies más indeterminadas que presentan un
intenso cromatismo, densidad armónica y una música de gran presencia física. “La Brasa ” es fiel reflejo de lo
dicho.
También hay sitio para los cortes más
rápidos, como “1704”, cuya fuerza lo muestra al pianista como un compositor
comunicativo y abierto, lo que le confiere un carácter de profunda manifestación
personal en todas las composiciones que corren por su cuenta.
La sumatoria de ese cronopio que es
Enrique Norris en dos cortes, le da el espaldarazo para agrandar el espectro de
melodismo y complejos desarrollos con convicción y conocimiento. Más allá de
los paralelismos que uno pueda encontrar en una escucha profunda, esas que impelen
la imaginación del oyente, el resto de los músicos cada uno con su vuelo
individual aportan sabiduría para esta obra de punzante belleza.
Sin duda un buen debut que no flaquea
en ningún punto y que invita a sumergirse en un despliegue de sonoridades
tangibles, para quienes deseen sentir la experiencia musical descubriendo un
artista propenso a mostrar ideas frescas.
Santiago Belgrano - Piano y Composición
Enrique Peña Arenas - Guitarra
Guillermo Harriague - Batería
Diana Arias - Bajo
Enrique Norris - Corneta
Rodrigo Dominguez - Saxos
R:IDJ
domingo, 3 de agosto de 2014
ENTREVISTA : JORGE TORRECILLAS
Saxofonista y compositor que se mueve
por una línea impopular del jazz, me refiero a los retazos menos amigables de
la corriente dura del hard-bop el be-bop y el free descubrimos a un músico
inquieto, con un pie en la fusión de antaño y otro en la búsqueda de
expresiones que modernicen aquel lenguaje aggiornando el material a los tiempos que corren.
Entrevistamos a Jorge para indagar en
sus respuestas a dichas corrientes que han sido tan imprevisibles y azarosas
como la historia misma del género y como repercutió en su música. “Índigo” es
su debut y cristalización de sus ideas.
IDJ. Cuéntanos sobre tus comienzos, creo
que como varios empezaste como oyente de rock y luego desembocas en otros
grupos de los 70, épocas de fusión para hacer parada en Miles. ¿Cómo fue ese viaje y que
rescatas en este presente de esas tempranas influencias?
En los 60´comencé escuchando rock y algo de música clásica más algunos
discos de jazz que había en mi casa.Con la música rock mas cercana a la psicodelia
y a la fusión (Gong, Soft Machine, Frank Zappa) me interese, sin pensarlo, en
el jazz.
A
fines de los 70´comencé a escuchar jazz (Miles, Coltrane y muy temprano conocí
a músicos del free (Albert Ayler, Pharoah Sanders).Seguro que toda esa información
dio vueltas en mi cabeza hasta que comencé a escribir música que se refleja
todo el tiempo sumado a las nuevas cosas que fui conociendo mas tarde.Toda esa
info se evidencia, creo en una constante búsqueda de la experimentación.
IDJ. La causa Davis ¿en que te marcó,
teniendo en cuenta que fue mucho más que un músico?
Miles
fue un innovador desde sus comienzos y nunca se “anclo” mucho tiempo en algún estilo.Creo que
lo que mas me atrajo de él fue esa
necesidad de reinventarse todo el tiempo.
IDJ. ¿Cuál es el hilo conductor a la hora de componer? El punto de partida
Pueden
ser distintas cosas, una rítmica, un diseño melódico, una serie de sonidos
(dodecafónica o no), en fin, varias cosas pueden disparar una idea que luego habrá
que desarrollar.
IDJ. En tu trabajo “Índigo” y en tu
música en general hay espacios de libertad poco habituales dentro del tipo de
jazz mainstream que se escucha por estos lares. ¿Qué definición le darías a tu discurso?
En mis primeras composiciones intente
llevarlas hacia un terreno mas clásico cercano al mainstream, al hard bop pero
como decía anteriormente reflejado un poco en Miles, pronto sentí la necesidad
de “caminar” otros caminos a partir de experimentar con elementos distintos
(formas libres, atonalidad, improvisación colectiva) que ha llevado a dar otro
color a mi música aunque no reniego de la forma que a veces, un poco escondida,
suele estar.
Justamente
la idea es que no todas las composiciones pasen siempre por el mismo proceso de
composición, variar es la idea.Como definición te diría que la búsqueda es la
variación constante el no “atarme” a nada.
IDJ. Pablo Ledesma saxofonista de La Plata y uno de mis primeros
entrevistados en el blog supo decirme y cito textual: “que los músicos del
interior somos maduros tardíos porque les cuesta mucho encontrar su propio
camino ya que no vivimos en un medio cultural abundante de maestros y gente
sabia, gente experimentada que nos guíe y dé confianza para hacer nuestro
trabajo”. ¿Encuentras puntos en común en esa opinión siendo de Tandil?
Si
bien soy nacido en Tandil y tengo un contacto semanal por trabajo me fui de muy
chico hacia Lomas de Zamora y es aquí donde me desarrolle como músico o sea que
no experimente lo que comenta Pablo.
IDJ. Tienes una debilidad manifiesta hacia
el enorme Carlos Lastra y varios nos sentimos mancomunados con él. ¿Que aportó
en tu vida como músico-oyente?
Tuve
la suerte de poder estudiar con él durante muchos años. Aprendí muchísimas cosas,
principalmente la dedicación a la práctica y escuchar a los grandes. Carlos fue
y es un gran maestro formando a casi
todos los saxofonistas contemporáneos argentinos.
IDJ. ¿Cómo fue la experiencia de grabar
Índigo?
Fue
una gran experiencia ya que no hacia mucho tiempo que experimentaba con otra
forma de escribir música. Tuve la suerte de compartir ese trabajo con tres
grandes músicos que entendieron al instante lo que quería, me refiero a Marcelo
Blanco, Pablo Vázquez y a Franco Espíndola que
le dieron toda su calidad interpretativa a la música de Índigo.
La
grabación tuvo cosas muy interesantes como la generación de momentos musicales
totalmente improvisados que aportaron mucho al resultado final. También fue muy
importante el trabajo de la gente del estudio Casa Frida ya que trabajaron muy
bien en la sonoridad final del disco.
IDJ. En la contraportada del compacto
figuran dos palabras que definen muy bien la propuesta: imaginación e
intuición. ¿Es en parte el concepto que quieres dar al Ensamble?
Sí,
me gusto eso, creo que la intuición y la imaginación estuvieron presentes en
esas sesiones.
IDJ. Hay una composición de Monk y sin
embargo no está el instrumento que fuera de él ¿Porqué no incorporaste el
piano?
Monk
es a mi entender de los primeros músicos de jazz en innovar y siempre me gusto
su música y su desenfado en su interpretación y me parecía que tenia que haber
algo de él en el disco. La no aparición del piano se debe simplemente a que
respete la formación original pero principalmente a que la música de Monk se
adapta perfectamente a este tipo de formación, no olvidemos toda la obra de Steve Lacy que dedico a Monk.
IDJ. ¿Qué respuesta tuviste por parte del público en los recitales y como
anduvo el disco en cuanto a difusión, me refiero si hay un boca a boca por
parte de los aficionados?
La
respuesta ha sido muy buena y mejor de lo que esperaba. Obviamente que no
estamos en un mercado donde se venda mucho esta música y casi te diría que se
vendan discos en general. Recibí muy buenas criticas y algunas calificaciones
como “propuesta valiente” que me parecieron muy buenas ya que era lo que
buscaba. El tocar esta música en vivo no es fácil ya que al no llevar mucha
gente cuesta “convencer” a los clubes de jazz pero siempre alguna se puede
hacer; pero reitero “no es nada fácil” aunque me parece que hay mas gente
dispuesta a escuchar otra cosa dentro de jazz que lo que se supone simplemente
hay que animarse.
IDJ. ¿Cómo ves la oferta en Baires como
centro de producción capital y el resto
del País en general en cuanto a
festivales, espacios para tocar, propuestas?
Buenos
Aires por momentos parece algo “saturado” de propuestas ya que en los últimos
años han aparecido muy buenos músicos y cada uno suele tener un proyecto
musical propio. En el interior han surgido varios festivales y eso esta muy bueno,
esperemos que con el tiempo muchos de esos festivales se animen a llevar
distintas propuestas musicales. También hay muy buenos festivales en países
vecinos que aportan a lo que aquí ocurre.
IDJ. ¿Con quién te gustaría o te
hubiese gustado tocar?
Creo
que siempre logre tocar con la gente que quería y eso ocurre en la actualidad.
IDJ. ¿Qué viene después de Índigo?
Escribir música nueva que ya la estamos ensayando y comenzando
a tocar. Confiamos que se pueda llegar a otra producción discográfica pero
principalmente el plan es poder tocar la nueva música.
Jorge Torrecillas Ensamble:
Franco Espindola - Trombón
Pablo Vazquez - Contrabajo
Guillermo Harriague - Bateria
Jorge Torrecillas - Saxos tenor, alto y
composición
©
Impronta de Jazz
jueves, 17 de julio de 2014
jueves, 10 de julio de 2014
DÉPAYSEMENT BY POLUSHON
“Off Jazz”
Leopoldo Varela, mexicano oriundo de
Zapopan Jalisco es escultor y pintor de todas las composiciones que se mueven
entre el avant-garde, el ambient, el minimalismo y ese costado platónico de la
música, donde predominan los viajes mentales y en consecuencia la búsqueda
imaginaria de paraísos utópicos o mundos donde no exista el dolor. Es decir una
utopía hecha música porque es en ese ámbito donde encuentra representación
aunque su intención sea más terrenal.
Si bien es un proyecto donde abundan
más los sonidos trastocados, las indagaciones abstractas, los colores difusos,
voces de fondo y búsqueda conceptual; todo tiende a una cosmovisión
instrumental que no escatima su carácter de exploración y ensayo.
Algunos de los componentes centrales con que trabaja son el uso de sonoridades con percusiones
superpuestas que entran y desaparecen, elementos étnicos de fondo como en el
corte “Terriley”, más un teclado que encuentra en la repetición el uso mínimo de notas como telón
omnipresente. Se suman distorsiones que le dan tono al discurso y una combinación
que de establecer un punto de partida para el oyente esta a medio camino entre Tangerine Dream con
parada en Jean Michel Jarre, texturas que remiten a los setentas.
Si bien no todos los experimentos
musicales abren puertas dentro del arte y algunos que son infumables suelen ser promocionados
con todos los artilugios de la vanguardia, éste no cae en los cinismos de lo mucho
que anda dando vueltas por la infinita red de redes.
Merece la pena detenerse en bandcamp y
probar si el caramelo es dulce o ácido. En este mundo hay gusto para todo.
“El
tiempo está con los sonidos. En cada sonido. Nace con cada sonido. Y eso no
tiene fin.” (John Cage)
Descarga gratuita en:
R:IDJ
Suscribirse a:
Entradas (Atom)