El más coltreano de los tenores de este
bendito suelo edita este nuevo trabajo de título premonitorio. Las despedidas,
aunque no sea que uno se vaya de vacaciones por lo general suelen ser tristes.
Un amigo que se va, un amor que nos abandona, el impiadoso paso del tiempo; son
situaciones que marcan el corazón y transmutan el alma.
Y es quizás este último estadío, una
declaración de intenciones en esas dos miradas que el autor explica en las
notas internas. La primera por la cual el alma se revela ante la insensibilidad,
el desprecio, la conciencia anestesiada y la ceguera social que la mayoría
tenemos para con el prójimo más desposeído; fruto en parte del capitalismo en
el que vivimos y su espíritu individualista y competitivo, que nos hace olvidar
que estamos todos dentro de la misma bolsa.
Y la otra es la que hace referencia al
título en sí y que se adentra en ese poliedro que contiene muchas caras de la
misma matriz como son las partidas.
La grandeza de este disco no solo
radica en el buen hacer del líder, sino en como todo ese capital intelectual y
musical se vuelca con la maestría que solo los grandes poseen.
Lastra es leyenda viva del jazz con sabor a pampa y viene dejando testimonios irrefutables de su valía como músico. Si bien su
filiación al sonido Trane es un camino caprichoso y arriesgado, su discurso
saxofónico lo redime de los excesos en que varios caen.
Su manera de tocar siempre aporta
nuevas y sustanciales ideas, tanto en el tenor como el soprano y su fraseo
suena contenido y de amplio vibrato como en el corte “El Grito”, siendo importante el enfoque dado a los temas; ya que músico e instrumento
están compenetrados totalmente lo cual adquiere una dimensión distinta,
logrando un clima dinámico y de excelente ambiente.
Lo acompañan el joven Francisco Lo Vuollo pianista todoterreno lleno de plenitud y con mucho más para ofrecer, el contrabajista Leonel Cejas en consonancia con lo expuesto junto a Cristian Bortoli en el mismo instrumento en cortes distintos y Sebastian Groshaus en batería.
Lo acompañan el joven Francisco Lo Vuollo pianista todoterreno lleno de plenitud y con mucho más para ofrecer, el contrabajista Leonel Cejas en consonancia con lo expuesto junto a Cristian Bortoli en el mismo instrumento en cortes distintos y Sebastian Groshaus en batería.
El cierre del compacto con la versión
de “After The Rain”, es en cierta medida un broche de oro donde vamos a soltar el dolor o la alegría de
las despedidas.
Carlos Lastra - Saxo Tenor y Soprano
Francisco Lo Vuolo - Piano
Sebastian Groshaus - Batería
Leo Cejas + Cristian Bortoli - Contrabajo
R:IDJ
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