Con una discografía que supera el centenar de discos, el dominio de Murray en el estudio es tan notable como su destreza sobre el escenario. Con cada estribillo melódico, Murray impregna un lenguaje que ha ido moldeando y refinando a lo largo de más de 50 años de carrera actuando con una variada gama de iconos que van desde Elvin Jones a Grateful Dead. Su viaje musical ha sido un tapiz tejido con hilos de experiencia e innovación, cuyo resultado es un sonido único que se reconoce al instante.
"Francesca" es un testimonio de la inagotable creatividad de Murray, que muestra su capacidad para combinar a la perfección diversos estilos musicales. Grabado en los "Hardstudios" de Winterthur, Suiza, tras una triunfal gira europea, el álbum es un reflejo de la profunda camaradería del cuarteto y de su dedicación a explorar cada composición con profundidad y matices.
El cuarteto de Murray se formó hace varios años, después de que el saxofonista decidiera que necesitaba un grupo más completo, con un piano que le ayudara a cumplir sus objetivos compositivos, y lo suficientemente potente rítmicamente como para inspirarle a tocar algo nuevo y fresco. Murray escuchó una sinergia de sonido en la forma de tocar de estos artistas y reunió esta unidad cohesionada.
Lo que queda claro en estas sesiones es el profundo compromiso de Murray como mentor de una nueva generación. Stewart alaba la forma natural del veterano de impartir "métodos probados y verdaderos dentro de la tradición" para fomentar la "originalidad subversiva".
Según Sánchez, "David es bueno sacando lo mejor de la gente", un sentimiento del que Carter se hace eco: "No es el tipo de líder que le dice a la gente: 'Vale, tenéis que tocar esto, esto y esto'. [Te da cierta libertad". Sin embargo, la música está tan unida, tan cohesionada, continúa Carter, que "casi se toca sola".
La contribución de la pianista Marta Sánchez a Francesca es especialmente notable, como atestigua el propio Murray: "Marta Sánchez ejemplifica el estilo internacional de una pianista bien instruida en música clásica con un sutil acercamiento al jazz, habiendo estudiado a los grandes como Randy Weston, Fats Waller, James P. Jonson, Cecil Taylor y John Hicks.
Es muy sensible y explosiva". El dominio del contrabajo por parte de Luke Stewart es otro de los puntos fuertes de "Francesca", como comenta Murray: "Su articulación del arco se adapta excelentemente a todo lo que le exijo y hace vibrar a mi banda". Fuera de la tradición de Jimmy Garrison y Fred Hopkins, él es el próximo referente en este instrumento para esta era del Jazz".
La precisa y poderosa interpretación del baterista Russell Carter en Francesca realza aún más el rango dinámico del álbum, como comenta Murray: "Tener un batería tan preciso y poderoso como Russell es raro. Su sensibilidad es infinita, y realmente escucha y responde sin esfuerzo y con gusto.
Murray, empuñando su saxo tenor y su clarinete bajo, guía al conjunto a través de un viaje musical que trasciende los géneros tradicionales. Desde baladas conmovedoras hasta estimulantes improvisaciones, cada tema del disco desafía el significado del jazz en 2024 con una mezcla única y emocionante de innovación y tradición.
Un viaje melódico, fresco y desafiante, que verá la luz el 17 de mayo de 2024 por Intakt Records.
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