jueves, 22 de noviembre de 2012

UNA VIDA EJEMPLAR: MEMORIAS DE ART PEPPER



Los libros de esta editorial hasta el ante año pasado entraban a Argentina, sin problemas. Después empezó  a mermar para luego encontrar solo lo que les queda de saldo, que lo sabemos, referidos al jazz es más bien poco. La verdad no entiendo el porqué, ya que si es por el freno a las importaciones que rigen hoy en nuestro territorio debido a las políticas proteccionistas del gobierno entiendo que ningún país fabrica todo en ninguna parte del mundo y menos aún un libro de éste tipo. En fin a otra cosa mariposa.

El contenido de lo relatado aquí está más apuntado a la dura historia de vida que llevó el Jim Morrison del jazz, Art Pepper y enfocado más que nada para ese costado lejos de los intríngulis jazzeros.
Poco hay de contenido estrictamente jazzístico por lo que hemos podido averiguar, pero la historia es atrapante desde la primera página. Una de las cosas que siempre me llamó la atención de este músico es que me costaba entender como podía meterse tanta porquería dentro del cuerpo y tocar como tocaba.

La historia fue engendrada por  Laurie, tercera esposa del susodicho y da cuenta de una existencia abocada a la música, pero opacada por los vicios que persiguieron a tantos jazzmen de aquella generación.
A partir de un acto reflexivo y de honestidad brutal el saxofonista cuenta en detalle su paso por San Quintín en lo que fue su derrotero carcelario y como convivió  en ese mundo de luces y  oscuridades en el trayecto de su vida.
Como les suelo informar se puede conseguir encargándolo afuera o que algún alma caritativa viaje y se los traiga. Un documento indispensable y está traducido al español.

Dejamos como muestra una de las partes del libro :

“Me miré en el espejo, miré a Sheila y miré las rayas de heroína. Cogí el billete de dólar y las aspiré una tras otra.
- Esto es - dije, esto es lo único que me vale. Si esto es lo único, voy a seguir con ello, cueste lo que cueste....
Y en ese momento sabía que la policía un día me detendría, que iría a la cárcel y que no sería débil; no sería un delator como tantos farsantes, los payasos, los infraseres, la chusma que pulula por todas partes, la gentuza que siempre está agazapada y al acecho, la escoria que acabó con la música, la gente que acabó con este país, la gente que acabó con el mundo entero, la chusma horrible, repulsiva, putrefacta que siempre tiene una carta en la manga, la gente del Black Power, los siniestros hijos de puta que se aprovechan de ser negros y todos los que vinieron después; las mujeres guarras, las marranas de tres al cuarto que no tienen corazón y son incapaces de querer, que no saben lo que es el amor, porque están vacías por dentro, porque no son personas, todos esos canallas repelentes que nada tienen que ofrecer, que no son nadie, que desde siempre estuvieron condenados a no ser nadie.
Todo cuanto puedo decir es que en ese momento percibí que había encontrado la paz interior. Una paz interior de producción sintética, pero después de haber pasado por todo aquello y de haber hecho de todo, cambiar todo aquel sufrimiento por la felicidad absoluta...No había que hablar, está claro. Me daba cuenta. Me daba cuenta de que a partir de ese momento iba a ser, si queréis que use esa palabra, un yonqui. Era la palabra que por entonces se utilizaba. Es la palabra que se sigue empleando. En eso me convertí entonces. Eso es la que sigo siendo. Y así voy a morir: como un yonqui.”

Memorias de Art Pepper
Art y Laurie Pepper
Prólogo de Gary Giddins.
552 Páginas.
Título Original: Straight Life: The Story Of Art Pepper
Traducción de Antonio Padilla.
Publicado por Global Rhythm Press. Colección Biorritmos. (2011)

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