martes, 12 de noviembre de 2013

MARCO SANGUINETTI - 8



Cuarta producción del pianista, recompensa a la perseverancia, con una propuesta que surca diversos caminos y lenguajes; expresados con frescura de ideas, con anclaje estético tanto en lo impresionista como lo expresionista.
El disco abre con “Cuchillo” y desde ese comienzo Marco ya deja entrever sus pretensiones sobre el paradigma de su búsqueda sobre Nueva Música Argentina. Ataque directo sobre la composición con cuerdas, maderas, efectos especiales y lo necesario para asumir todo tipo de riesgos en ámbitos de experimentación y audacia.

“Ruedas” se vuelve más ácido  y violento a medida que se lo escucha. Cubierto de cierto espíritu indócil hacia una tendencia que  expande el dulce  caos, recordando que Marco le da un valor añadido a la aportación grupal. “Caminos” se construye sobre la melodía del armonio con tonos y texturas que la hacen sonar distinta al resto del material.

Sin dudas, lo mejor de este trabajo es “No lo sabemos” una delicada pieza melancólica, seductoramente densa  que provoca una gama de sentimientos contrapuestos, agitando los fantasmas del misterio y la tristeza cuyo título responde a la pregunta que le hiciera Henning Lohner a John Cage sobre que es el amor: “No lo sabemos, pensamos  que es el amor a alguien, pero sospechamos que puede ser a nosotros mismos. Simplemente no lo sabemos”. Los sonidos hechos por Migma  cumplen un papel  fundamental en la decoración final y  en general está muy marcada por cierto aire a lo Radiohead, dicho en un sentido laudatorio, cristalizando una redondez que con sus variantes acompaña la escucha y como condimento extra, llena de imágenes la película que cada uno quiera llevar consigo.

“La ventana” se abre y parece un amanecer a campo abierto, es el único tema cantado por Victoria Zotalis a medio camino entre la baguala y el folclore de proyección. “Navigator”, “San Telmo” y “Claramente” aúnan fineza y sensibilidad a esta excelente producción; quizás el segundo sea un intento de representar el mapa emocional del pianista, ese toque vivencial que encarnan las sensaciones del lugar donde vive.

Si me permiten decirlo, todos cumplen pero en el juego de las diferencias vaya desde aquí mención especial para Dj Migma, un verdadero artesano del color musical, que con mucho criterio crea un contraste sonoro encarando las composiciones con impecable imaginación.

Música ajena a los tópicos, con peso y valor propio, fiel testamento de la creatividad del pianista que materializa aristas ocultas y soñadas; brotando hacia un mundo que pide ser escuchado.
Ser auténtico en la vida implica una serie de riesgos a los que creo que Marco está muy acostumbrado a enfrentar.

Marco Sanguinetti - Piano, armonio, cucharas y tabla
Jerónimo Carmona - Contrabajo
Fermín Merlo - Batería
Migma - Bandeja de vinilos
Victoria Zotalis - Voz
Leila Cherro - Violoncelo
Mariano “Manza” Esain - Guitarra

R:IDJ

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