De la superpoblación de tenores que de
por sí hay en esta música suele ser difícil la retención en nuestro oído de
todo lo que pulula con mayor o menor fortuna en el ámbito que nos concierne.
Sin embargo hay sonidos, formas y maneras de articularlas que quedan en nuestra
percepción. He aquí un caso.
Quizás no haya nada nuevo y
sorprendente que no se haya escuchado antes, pero Don Alexander es poseedor de
una voz propia pristina y clara como el agua de deshielo y una carrera tanto
como líder o acompañante seguro de su camino y en pleno florecimiento de su dicción
como saxofonista.
Sobre una selección de standars, sus
ideas y colocación del discurso está por encima de cualquier detalle que nos lleve a la tediosa búsqueda de referencias en su instrumento, que de
hecho tiene partículas de otros colegas pero aquí hay diversidad sin perder un
céntimo de personalidad.
Lo que más conmueve en una escucha
atenta es que se explaya a sus anchas sin caer en los lugares comunes que es
frecuente escuchar. Hay una tendencia hacia los tiempos reposados y los músicos
que lo acompañan logran un clima relajado y algo melancólico.
Eric Alexander es uno de los nuestros,
un baladista de fuste, refinado y con un discurso melódico inspiradísimo. No es
un disco imprescindible pero lo recomiendo calurosamente.
Eric Alexander - tenor saxophone
Harold Mabern - piano
John Webber - bass
Joe Farnsworth - drums
R:IDJ
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