Al trompetista, en ese deseo joven de
sorprender a todos y a su vez a sí mismo, se le va haciendo carne la frase
caminante no hay camino se hace camino al andar. Y en ese andar va dejando
muestras muy estimulantes e interesantes, en donde uno percibe que el pequeño
hombre se va consolidando; dueño de un estilo propio en su instrumento y pavoneándose
como un acertado arreglador, subiendo un escalón más en los pilares del sello
Rivo.
Ocho cortes clásicos de cuño hard-bopero
cuya solidez narrativa sirve de excusa para mostrar el buen gusto de Mariano. Desempeñando una plausible
relectura que no dilapida un segundo en dar rienda suelta a su pensamiento
musical, el dispositivo expresivo encuentra su coyuntura en un noneto de
músicos excelentes.
Juntos ponen sobre la mesa una gran
unidad de consistencia formal, aglutinando una riqueza sonora de gran variedad
de texturas y el clima irrepetible que suma un lugar como el estudio de grabación
de Café Vinilo, paso obligado del argot jazzero local.
Déjese llevar por está música que
aunque suene a mil veces escuchada, es como esas bebidas espirituosas de buen
calibre con las que hay que ser generoso y darle tiempo a que se vaya asentando en su oído,
degustándola de a poco.
Mariano Loiacono - Trompeta y
flugelhorn
Richard Nant - Primera
trompeta y flugelhorn
Gustavo Musso - Saxo alto
Sebastián Loiacono - Saxo tenor
Ramiro Flores - Saxo barítono
Franco Espíndola - Trombón
Alan Zimmerman - Piano
Jerónimo Carmona - Contrabajo
Fermín Merlo - Batería
R: IDJ
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