domingo, 5 de julio de 2015

EDUARDO ELIA – FIGURAS DE UN SOLO TRAZO



Al día de hoy recuerdo, cuando adquirí en mi patria chica el debut del músico que nos ocupa en esta reseña. Estaba entre “Urbes” de Paula Shocron y éste. El dueño del local a la vieja usanza, me sugirió un: ¿escuchaste esto?, mientras sostenía “Callado” de Eduardo en su mano, prologado en las notas internas por Hernán Merlo, optando servidor por lo segundo.

El trinomio que conforma este disco hace levantar cabeza y oídos hasta el más dormido. Estamos delante de un pianista, con cuatros trabajos en su haber y  que se perfila a ser uno de los grandes nombres a tener en cuenta de la escena actual. Su personal concepción, se ha ido consolidando disco a disco.

Música de autor, preñada de cierta nostalgia, cubierta por un manto de contornos suaves y misteriosos con una intensidad especial. Paisajes etéreos, piezas introvertidas, notas en suspensión, un caminar de búsqueda por el piano con delicadeza en su toque; prestando atención a la articulación de las notas y sonidos que deviene en un repertorio que se balancea entre elasticidad y abstracción.

Las composiciones proponen observar, escuchar y avanzar sobre cada tema descubriendo esas transparencias como en  “Lo que dura un instante”, cuyo espíritu de fineza se nos entrega con ese aroma sobrecogedor. Las superficies sonoras, las mezclas de colores reflexivos, los climas algodonosos; evocadores de distancia conforman un lenguaje maduro. 

Los desequilibrios contenidos y opacidades brotan de cortes como “Fastone” o “Pasajero Frecuente”, que son puntos de acumulación de tensiones junto con “La Persistencia De Lo Fugaz”; que se ven fortalecidas por el entramado sólido que constituyen contrabajo y batería. La intención no recala en mostrar las individualidades sino la labor conjunta para abrir horizontes nuevos y sacar el mejor partido al contexto de cada tema.

Eduardo crea un inteligente universo cuyo sesgo se instala rara vez en el lado amigable de la escucha, pero que tampoco viaja al extremo del camino pedregoso y que mantienen implicado al oyente, demandando un alto nivel de entrega. De enorme placer

Eduardo Elia: Piano y Composiciones

Cristian Andrada: Contrabajo

Luciano Ruggieri: Batería

R:IDJ

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