La creatividad en general y la música experimental en particular pueden servir de conducto hacia el alma interior de sus creadores, una especie de camino espiritual que va en dos direcciones y permite una comprensión más profunda también de nosotros mismos. Es una luz que proyecta la humanidad de los intérpretes y que refleja simultáneamente al creador y la humanidad que hay en todos nosotros.
La vulnerabilidad de los artistas y lo que buscan a través de la música son la causa y la apertura de ese camino hacia una comprensión más profunda es el efecto.
El canto de Francisco Mela en la canción tradicional "El Cisne Blanco" podría servir de puerta de entrada al mundo de la música de vanguardia. La flauta de Zoh Amba es tan dulce y reconfortante como su saxofón puede ser potente y alucinante.
Se trata de dos artistas de orígenes completamente diferentes que nos muestran lo que significa la unidad en el sonido, demostrando que la creatividad puede fomentar la paz y el entendimiento. Para oídos desprejuiciados.
Zoh Amba: Tenor saxophone, flute + Francisco Mela: Drums, voice
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