lunes, 13 de abril de 2009

DISCO ES CULTURA



Dicese de "fetiche" a la relación afectuosa que mantenemos con los objetos. A partir de allí se podría indagar sobre las relaciones objetales que de grandes, mantenemos con los discos, libros o cd's . Obsesivos, ansiosos, desesperados por tener el último de..!! o la re-edicón en Box-Set de 6 compactos de todo lo que Dexter Gordon grabó para Blue Note o la de Sam Rivers para Mosaic, somos conscientes de que todas estas cosas nos hicieron perder el sueño más de una vez y complicar nuestra situación económica personal y familiar en pos de esas golosinas de fino calibre.
Cada uno de nosotros dependió de las disquerías, siendo éstas lugares poéticos y refugio afectivo el cual cargabamos de significado y sentido de pertenencia.
Hoy todo cambió. El lugar como hecho físico y el contacto con el dueño o vendedor, que pasaba a ser nuestro amigo ( esto no se da en todos los casos el billete es el billete ) , tiende a la extinción. Quienes compran Jazz hoy en día, lo hacen mayormente por la red.
Sería inacabable contar mis anécdotas personales cargadas de recuerdos y perfume a carton de disco, de las cuales conservo amigos hasta el día de hoy.

Si bien es cierto que Internet y el Mp3 nos acercaron artistas que jamás hubiesemos pensado escuchar y las distancias se acortaron sobremanera, quien escribe, sigue prefiriendo compactos originales y vinilos. Quizás sea una manera de evocar en la memoria lo que solo existe en ella, los recuerdos. Los locales especializados tema de nuestro comentario siguen siendo lugares de culto para el aficionado , que se relaciona con el arte y otras cosas. Rememoro las bateas donde el reborde plastificado de los vinilos evocaban placeres indómitos para el cliente pudiente y el proletario escribiente, que cuando accedía a uno de los Importados ( cambiaba la fonética y se engrosaba la voz al decir la palabra , confiriéndole al comprador un alo de superioridad ) me daban carnet de conocedor de música culta. Esta historia que publico es una más de la pocas que quedan por el mundo de hoy. Tom Madden es el Sr. Statura del libro de Carlos Sampayo "Memorias de un ladron de discos ( los recomiendo ciegamente a los dos ). Dueño de una local en San Fransisco cuenta su anecdotario y la situación actual del Jazz por esos lares .
Agradezo a la vida haberme cruzado de manera tan profunda con la música y sus colaterales, he aprendido mucho más de los discos que de cualquier otra instancia educativa a base de gritos y buenas costumbres "sociales".
Justo lo que el Dr.ordeno ¡¡Coltrane o Sheep!!


PSST! QUIERES COMPRAR UN DISCO RARO DE JAZZ ?

Tom Madden comenzó a visitar clubes de Jazz cuando el tenía 12 años en San Francisco.
“Ví dos bandas, donde estaban Dave Brubeck y Cal Tjader, dice Madden,
“Ví a Coltrane, Miles, Cannonball, Bill Evans."
Aquellos fueron años dorados para vivir el jazz. Madden, nativo de San Francisco, tuvo mucha suerte al encontrarse con ellos. Hoy, el mantiene viva la llama como dueño del Jazz Quarter, una disquería en el distrito de Sunset. Los residentes de la ciudad expertos en discos de jazz, ven a Madden a los 69 años, envejecer e inevitablemente retroceder.
“Ellos son más viejos y canosos”, dice Madden, con su larga barba . Muchos de los asistentes al lugar son demasiados viejos para visitar el mismo. “Un par de ellos tuvieron operaciones de cadera y no les gusta ir a ningún lado”.
Más arriba un viejo calentador lanza gemidos y suena como Madden habla. Un contador esparce encima revistas de jazz amarillentas y pilas de CDs. Una pared empapelada con diarios de músicos de jazz fallecidos, otras con viejos posters de conciertos. Su inventario, acomodado sobre un laberinto de cajones y cajas apiladas, ….dos tercios de LPs, un tercio de CDs.
Madden abrió Jazz Quarter a finales de los ochenta, después de años de trabajo en "La Flauta Magica". Sobre la avenida 20 cerca de Irving, el club no se siente como un negocio muy desordenado, desarreglado y añejo para Madden y su clientela.
Tu caminas adentro y ves esa alta e imponente figura” dice August Kleinzahler, un poeta de San Francisco y habitue de jazz Quarter “no del todo amigable en un principio", "él no ríe” o solo dice “echa una mirada”.
Si le preguntas algo, él te dará una repuesta directa” dice Kleinzahler “pero casi nunca te dará su punto de vista. Ciertamente no es el comerciante del año.
Madden vestía una remera Broussard, y un chaleco de polyester cuando Kleinzahler lo visitó en su club recientemente. El puso un Cd de Sacha Perry, pianista de New York y se sirvió un vaso de Pepsi dietética de un contenedor. Durante una hora de conversación solo un cliente entró al club.
El stock de Madden es un poco bajo ahora. En septiembre, un coleccionista japonés voló hacia la ciudad y compró 900 Lps a $3500. “Algunos de mis clientes regulares” dice.
Los depósitos están bajos, dice Madden, sólo tendré que ir por nuevos discos, "abracadabra".
El lugar está lleno de tesoros, cubierto con un amplio rango de jazz en varios idiomas, él almacena lo que quiere, dice Kleinzahler, “no lo que él piensa que se moverá”.
Si a Madden no le agrada un cliente o una noticia sobre lo que a él le interesa comprar, él lo rechaza inmediatamente.
Todo el mundo tiene un gran respeto por los conocimientos que tiene Tom, dice Larry Letofsky, un viejo amigo y entusiaste del jazz. “El también es un detective de los discos”.
Enigmático y algo dormilón , Madden no dice mucho cuando le preguntan de su pasado. El se unió a la Marina Mercante cuando era adolescente, trabajó por un tiempo como empleado de fábrica, manejó un cabriolé “por una hora aproximadamente”.
Su padre, poderoso abogado quien trabajó para Pillsbury Madison & Sutro, era fan de Fats Waller y fue quien lo inclinó hacia el jazz. Madden nunca se casó, “pero hay algunas mujeres que aún quieren hablar conmigo”
Una vez al mes , Madden se encuentra con un grupo de amantes del jazz en el "Letofsky's Sunset District Home". Era llamado “el club del segundo martes del mes” dice Letofsky . Doce a 15 muchachos se mostraban y tocaban una selección de 5 a 10 minutos. “Tú pagas un dólar para entrar y después nosotros votamos al final de la noche la mejor sección. Quien ganaba se llevaba el dinero
Era una competencia intensa entre serios coleccionistas de discos. Un día en los 70 Letofsky estaba rastreando un disco y encontró un álbum extraño de Tina Brooks, un saxofonista tenor quien obtuvo el record de venta de discos en los finales de los 50 y principio de los 60.
No sabía quien era Tina Brooks dice Letofsky. “Le conté a Tom acerca de ello por telefono y comenzó a gritarme. El realmente se trastornó de que yo lo hubiese encontrado y él no lo tuviese. Finalmente después el se calmó y dijo: “bien, tu puedes tener el álbum. No es importante para mi”
Madden dice que no tiene planes de cerrar Jazz quarter, “hasta que algo suceda” Pronto tendrá 70 años . El paga una renta de $1500, no hay escritura de alquiler y dice que el producto o el rédito rara vez cubre la renta. “tengo algún dinero extra de mis cosas”.
El jazz está en una mala situación hoy: los clubes están cerrando, los músicos no pueden hacer una “sala” y a auditores jóvenes ya no están interesados en la forma. Hay una ruptura, pero Madden se ha resignado. El tiene su colección y sus entusiastas asociados. El es aún el sostén de los máximos eventos de Jazz Bay Area.
En el Jazz Quarter, el teléfono suena.”Es alguien que no quiero escuchar mucho, dice Madden después de colgar. Quieren saber si aun estoy abierto”

Intro : Micky Almada
Traducción: Mariela Rodriguez

1 comentario:

Félix dijo...

¡Si sólo fuese la música…! Paulatinamente olvidamos auténticos placeres, lecturas interminables, charlas en torno a un café que jamás se consume, los viajes y sus peripecias ¿Por qué iba a ser diferente el jazz?
Comida rápida, viajes rápidos (alta velocidad), ganancias inmediatas, “compre hoy, se lo mandamos ayer”, “cursos intensivos”, aprenda inglés o chino o birmano en una semana, ¡Hágase electricista en cuatro clases! (diploma incluido), ¡Lléveselo en el acto!. Ya no es necesario esperar cada día a que llegue el capítulo “no sé cuantos” de una serie interminable, te puedes comprar la 5ª temporada entera y verla de un tirón. ¿por qué iban a ser distintas las grabaciones de Trane o de Gordon? Te compras (o bajas) las Complete Prestige y te las escuchas de un tirón, algo así como ser médico en cuatro semanas.
Pronto, estimado Micky, te van a pedir que hables más deprisa y que aumentes la velocidad de las grabaciones, es necesario terminar antes el programa. También, en las entradas del blog, podrías eliminar las palabras pares, terminaríamos de leer antes, la imaginación, que es más rápida, completaría los textos.
Deben estar cambiando los tiempos y es necesario llegar más rápido, pero lo importante sigue sin respuesta: ¿Dónde tenemos que llegar? y ¿Qué debemos hacer? Mientras tanto estaremos obligatoriamente obligados a entender lo que está pasando.