domingo, 26 de mayo de 2019

ECM - BACK AGAIN


El sello alemán ECM nunca se detiene. Más allá de los 1500 títulos editados, los premios, distinciones, consagraciones en las votaciones de periodistas y aficionados como la mejor discográfica de jazz, esta compañía fundada en 1969 por Manfred Eicher siempre tiene algo nuevo y de calidad- para entregar.

Se anunció el lanzamiento de dos discos de pianistas de primera línea, acaso entrelazados por cierta impronta sonora: nada menos que Paul Bley y Keith Jarrett.

A fin de este mes se editará un disco del trío que el pianista canadiense Paul Bley integró con Gary Peacock en contrabajo y Paul Motian en batería. Una escucha anticipada permite aventurar que se trata de una grabación notable, de un lirismo envolvente, y que acaso resulte uno de los álbumes del año.

El disco incluye una presentación en vivo del trío en 1999, un año después de haberse editado en este mismo sello Not Two, Not One. Fue un show en Lugano, en el Aula Magna di Trevano, que quedó registrado para ser publicado ahora con el título When Will the Blues Leave, un tributo a Ornette Coleman.

La presentación incluyó además temas de Paul Bley, de Peacock y el célebre I loves you, Porgy de Gershwin, todo integrado en un ejercicio de interpretación majestuoso, que invita a escuchar la placa una y otra vez. Por momentos la sonoridad de Bley remitirá al propio Jarrett, aunque en verdad habría que plantearlo al revés, porque Jarrett es posterior a este incomparable músico y compositor que murió dos años atrás.




Precisamente Jarrett es el foco de la otra novedad que anunciará ECM, esta vez para junio próximo. Se trata del abordaje de la música de Bach, que Jarrett ya había encarado en estudio, pero en esta ocasión será en un concierto del año 1987. La obra, que ECM ya editó años atrás en un disco de estudio es el libro uno del Well Tempered Clavier, que en su momento generó cierta polémica con algunos puristas a raíz de la inclinación de Jarrett por internarse en el género clásico.

Manfred Eicher, el fundador de ECM, siempre apoyó a Jarrett en estas explotaciones y de hecho le habilitó la edición de varias obras, que de cualquier modo para muchos no revistan entre lo más recordado de este consagrado pianista, que acaba de cumplir 74 años.

El anuncio no es oficial pero comentarios entre allegados a la discográfica y en foros de seguidores de Jarrett indican que habrá una edición japonesa en un sistema de alta fidelidad, denominado UHQCD, que incluirá dos cds con los 24 preludios y fugas del libro 1.

Jarrett, como se dijo, ya había grabado esta obra en 1988 en estudio. Pero la edición que se avecina rescata un concierto anterior, de marzo de 1987, en el Troy Savings Bank Music Hall de Nueva York. Jarrett sostuvo en su momento: "Cuando toco Bach puedo escuchar casi todo su proceso de creación". Este nuevo disco sucede a otro en piano solo que el sello lanzó a fines de año pasado con el título de La Fenice, registro de un concierto en ese teatro veneciano en 2006.

En definitiva, dos nuevos discos de la escudería ECM que sin duda darán que hablar.

domingo, 19 de mayo de 2019

IMPROVISACIÓN LIBRE


"...De todo lo anterior se puede concluir que la improvisación libre precisa una escucha creativa y global, íntima y desinhibida, intuitiva e imprevisible, como el proceso sonoro que intenta aprehender. Se trata de una escucha liberadora y no sujeta al pensamiento estructural, condicionada por siglos de cultura y referencias musicales. Como la creación sonora que emana de una improvisación libre, la escucha debe fluir horizontalmente, de forma rizomática, atenta a su discurrir azaroso, dejándose sorprender y desprendiéndose en lo posible de cualquier condicionamiento generado por escuchas o hábitos auditivos anteriores. En este sentido, Pierre Schaeffer propuso una "escucha reducida" de los sonidos musicales considerados como "objetos sonoros" y pasar por la prueba de la epoché. Esta propuesta del teórico francés procede del padre de la fenomenología, Edmund Husserl (1859-1938), y de su teoría sobre el conocimiento de las esencias de las cosas, solo posible eliminando todos los prejuicios respecto de la existencia del mundo exterior. A este procedimiento lo llamó époché, "puesta entre paréntesis", "sorpresa", a través de una "reducción fenomenológica". Esta parentetización de lo que se supone como ya conocido posibilitaría llegar a las esencias de las cosas, en este caso, de los objetos sonoros..."


"Si improvisar es buscar, a fuerza de cortes, lo que nos pertenece, no como propiedad sino como singularidad, y si es necesario para eso pasar por el instrumento, los años de práctica y de proximidad con este instrumento hacen que sea necesario tragarlo, hacerle entrar en uno mismo y que no haya más distancia ni desconfianza hacia él. Decimos que trabajamos el instrumento. Es sin duda una metonimia, vehículo de un pudor que nos impide afirmar que trabajamos sobre nosotros. Que nos trabajamos por el sesgo de una herramienta que creemos compleja porque no sabemos nada de nosotros. El instrumento es una metáfora de uno mismo. Y cada estudio, cada ejercicio, es el esbozo de una posibilidad de serlo. Simplemente, no hay que confundir la metáfora con la vida, considerar toda victoria instrumental como una victoria total sobre uno mismo, creer que el ejercicio posee reglas que son también indicaciones sociales. No, el instrumento solo es una oportunidad de pasar de una dificultad de ser a la exploración de un espacio en el interior de uno mismo, allí donde pueden unificarse el cuerpo y el espíritu. Simplemente eso" (Lê Quan Ninh 2002)."


"...También Lê Quan Ninh habla de "celebrar lo efímero en su ignorancia" de "acto poético", de "compartir un territorio puntual anunciado como por una memoria del futuro. Es no escribir lo que ya está escrito". Para el improvisador nacido en París: El trabajo de la improvisación es más restar que adquirir, es más intentar otear los obstáculos de la palabra que aprender a dominar técnicas. Es el envite de borrarse, de ser nuevo en la vejez, de dejar conducirse, a través de uno mismo, una savia universal y de que, por la estrecha reja de la cultura adquirida, pueda tocarse un infinito. No hay por lo tanto improvisación libre o, entonces, la libertad consiste en medir sus límites. En el encuentro, ensanchar en mínimo denominador común de hábitos no es posible más que por desgarro de la palabra, devastación de los territorios, trastornos de los lenguajes. En este punto, acto poético, la improvisación es un acto de resistencia."


Fragmentos de "Improvisación libre. El gran juego de la deriva sonora" Josep Lluís Galiana 2017


domingo, 12 de mayo de 2019

EL VIGOR LOCAL


Se sabe que para los músicos locales de jazz se hace cada vez más cuesta arriba el emprendimiento de grabar, editar y distribuir un disco propio. Los canales de distribución se comprimen aceleradamente, la escucha en cedé decae invariablemente y, lamentablemente, los grandes sellos no muestran inclinación a invertir en jazz.

Aun así, la vocación y el entusiasmo puede más y las ediciones independientes pujan por abrirse un lugar. Muchas lo consiguen, a fuerza de calidad y de perseverar en la defensa del disco con shows en vivo, que sí convocan y se multiplican, como ocurre en muchos otros países.

Además de los recientes y excelentes discos del trompetista Mariano Loiácono y de la cantante Julia Moscardini, en los últimos días han comenzado a circular grabaciones más que interesantes de músicos de estilos diversos. Veamos algunos ejemplos para tener en cuenta:

El pianista Ernesto Jodos, uno de los grandes músicos del medio local y cuya jerarquizada trayectoria siempre invita a prestarle atención, anuncia la salida de un nuevo disco. Se titula La Mirada Detenida, lo edita el sello BlueArt y lo presenta el domingo 21 en la Usina del Arte, acompañado por el clarinetista Inti Sabev, Maxi Kirszner en contrabajo y Carto Brandán en batería.

Otro pianista de alto vuelo, Eduardo Elía, vuelve al ruedo con un trío de lujo, integrado por Rodrigo Domínguez en saxo tenor y Sergio Verdinelli en batería. La particularidad de la ausencia de bajo promueve la potenciación de los tres músicos, con Verdinelli notable en la percusión. Las composiciones son de Elía y viajan desde el abordaje vanguardista hasta promesas de introspección, como en el tema Sin tocar el suelo, que cierra el álbum. El disco se titula Cuando sea Necesario y la edición también es de BlueArt, que desde Rosario viene desarrollando un trabajo extraordinario en la presentación de músicos de gran nivel.



Aeronautas es un gran proyecto del guitarrista Rodrigo Agudelo, quien contó con la colaboración del extraordinario baterista Rudy Royston. Composiciones propias, más algo de música de Guinga y de Toninho Horta conforman este disco que no hay que dejar pasar y que Agudelo ya presentó en vivo junto a Tomás Fares, Jerónimo Carmona y Pipi Piazzolla.

La cantante Ludmila Fernández se luce con su reciente Blossom in Swing, editado por PAI Records. Encara la siempre desafiante tarea de abordar standards sin caer en la obviedad, aunque hay dos interesantes temas de autoría propia. La acompañan con precisión Patricia Grinfeld en guitarra, Alejandro Kalinoski en piano, Damián Falcón en contrabajo y Bruno Varela en batería. Los arreglos son de Rodrigo Agudelo, quien también toca guitarra como invitado en cuatro tracks.

Hay más pianistas en el ruedo. Bárbara Legato demuestra en una edición independiente que es una instrumentista y compositora de gran expresividad con su álbum Luces Infinitas, en el que cuenta con el acompañamiento del cada vez más elogiado Sebastián Loiácono en saxo, Nicolás Ojeda en contrabajo y Francisco Jaime en batería. 

El grupo dibuja atrapantes temas con sugerentes aires de porteñidad. Hay más, naturalmente, pero este breve recorrido confirma que el jazz local acredita una ascendente vitalidad.

domingo, 5 de mayo de 2019

LOUSTALOT + TOUÉRY + SURMÉNIAN + PARIS - “SLOW”




Conocí a Yoann Loustalot, en un logrado trabajo de título: “Old And New Song”, muy en la línea de lo que denominamos músicas del mundo.

Diez motivos se dibujan desde el silencio, puros y desnudos, cobran forma desde un cuarteto y nace esta oda a la introspección sensitiva; digna de ser escuchada cuando las luces se desvanecen.

El trompetista, quien lleva la voz cantante, auna una enorme cualidad dialogante con sus compañeros, con pulso nítido y espaciado. Arropado en una sonoridad pálida, traslúcida, bordeando lo zen, superando cotas de inigualable belleza.

La inspirada escritura de los temas, por sobretodo la huida de lugares comunes, junto a la comunión entre ellos; arropa una riqueza de planteamientos que devienen en melodías cuidadas de respiración lenta.

Una calma interpretativa atraviesa con diáfana grisura todos los cortes, dando forma al contenido con fino sentido arquitectónico. El resto se relaja y ofrece un acompañamiento benevolente de aura abrumadora.

Las composiciones, con inevitables sombras cameristicas y un soplo de nostalgia, hacen que lo dicho devenga en una obra de cuatro personalidades creativas y en armonía. Merece ser difundido, escuchado y compartido. Imprescindible!!! 


Yoann Loustalot: (Bu, Tp)
Julien Touéry : (P)
Eric Surménian : (B)
Laurent Paris : (Dm)
Amiens, Studio Gil Evans, Juillet 2018