domingo, 26 de abril de 2015

ENTREVISTA – DAVID VIÑOLAS



David Viñolas es un baterista español que nos trae bajo el brazo su debut ‘Cap Al Capvespre’. Trabajo muy logrado, secundado de unos colegas talentosos combinando climas que se mueven entre lo intenso y lo sensible.
Su estimulante visión sobre la batería indica la dirección a seguir dentro del trío ofreciendo una progresión, a medida que se suceden los temas, para escuchar varias veces y disfrutarlo con ganas.  Veamos a ver que nos dice el percusivo David en esta entrevista.


IDJ. ¿Cómo comenzaste en el jazz y porque?

Comencé con el jazz sin planteármelo, de pequeño estudié algo de piano clásico pero ya me gustaba la batería, de adolescente empecé a estudiar batería, a tocar con grupos de punk Rock, ska… del ámbito local y la curiosidad por conocer estilos me llevó entre otros al jazz y me atrapó.

IDJ. ¿Si tuvieses que mencionar un  disco o canción que fue el punto de partida para indagar en estas lides, cual sería; y cómo te llevas con una coyuntura como la del jazz claramente minoritaria?

No sabría decirte exactamente, de pequeño en mi casa ya se escuchaba jazz de corte más clásico, Armstrong, Ellingtong, mi padre compraba vinilos baratos en tiendas y supermercados. Luego Mí primer profesor de batería, Toni Pages, me pasó información de muchos estilos entre los cuales había el jazz y me enganché al jazz fusión de finales de los 80, Chick Corea Electric Band…, luego ya vino el famoso Kind Of  Blue de Miles Davis y todo lo demás. Con el jazz simplemente me llevo, no me considero un músico estrictamente de jazz, estoy abierto a todo tipo de géneros y soy plenamente consciente que el del jazz es un camino difícil pero más apasionante si cabe.

IDJ. ¿Que tipo de sonido o estilo abordas a la hora de componer? ¿Más Norteamericano? ¿Más europeo?  ¿Más variopinto?

No me lo planteo, probablemente este disco puede sonar más a jazz de corte europeo porque últimamente me he nutrido bastante de música hecha en Europa pero el jazz y las corrientes americanas siempre están allí, es inevitable.

IDJ. ¿Pros y contras de tocar sin piano?

Tocar sin piano o sin instrumento harmónico te hace dar un enfoque distinto a la música y el resultado tanto a la hora de acompañar como de improvisar es distinto, al no estar la harmonía de una manera presente te da cierta libertad a la hora de improvisar y el sonido del grupo es distinto, te obliga a trabajar más la melodía y los aspectos rítmicos. Los 3 músicos tenemos que  comunicarnos muy bien y crear un muy buen engranaje para que funcione y eso me atrae bastante.


IDJ. Leí en tu curriculum que tu propuesta más personal y arriesgada, es: “David Viñolas batería a solas”. ¿Que nos puedes contar sobre eso? Se me viene a la cabeza la banda de sonido de la película “Birdman”, que está atravesada por un solo de Antonio Sánchez en todo el film.

Si, estoy investigando en el concepto de batería sola donde me baso en algunas partes e ideas escritas que voy desarrollando e intercalando con partes de libre improvisación, no es habitual una batería sola pero tampoco me invento nada, no soy ni el primero ni el último en hacerlo pero si que trato de buscar mí personalidad e intentar sonar a mí mismo, lo he tocado poco en directo pero las veces que lo he hecho me ha llenado mucho y tengo ganas de seguir investigando y tocándolo. Aún no he visto Birdman, la tengo pendiente pero si que me han llegado buenas críticas de colegas bateristas por tanto no puedo darte mí opinión.

IDJ. Incorporas una versión de “Hey Jude” de los fabulosos four, que a mitad del trayecto se va de madre para luego retornar a su camino inicial. ¿Te llevas bien con las formas más libres del jazz, que incluís en ese corte y gran parte del trabajo?

Hace unos pocos años empecé a interesarme deberás por las formas más libres del jazz, he incluido toques de libre improvisación en el disco porqué con el trío en varios conciertos y sesiones ya la estábamos usando y estamos cómodos haciéndolo, los tres nos entendemos bien y solemos ir en una misma dirección.

IDJ. ¿Porque la elección de la batería y no un instrumento de los más encumbrados dentro del género como saxo o trompeta?

Porque desde siempre me gustó este instrumento, de pequeño empecé con el piano pero en mí cabeza ya estaba la batería hasta que me decidí y me metí en ella.

IDJ. ¿Escuchas otros tipos de música? ¿Que buscas en ellas?

Soy muy curioso y no me cierro a escuchar un estilo u otro, tengo épocas que escucho más unos estilos que otros, según lo que busque, toda la música me enriquece y aprendo de ella,  escucho todo tipo de jazz, flamenco, música africana, Black music soul, funk, reggae…, en cada una de ellas puedo buscar cosas distintas pero lo que mas valoro es que la música tenga alma y transmita algo que en definitiva es de lo que se trata.

IDJ. Me encantó el nombre del CD y la fotografía, sentí ese aire meditativo de introspección y melancolía cuando lo tuve en mis manos. ¿Que supone la elección del título de ese estado de la naturaleza  que se condice con el crepúsculo?

Estoy muy contento con el diseño del disco, las chicas de www.piscastudio.com captaron la idea del disco y lo plasmaron muy bien. “Cap al Capvespre”, que traducido sería algo como “Hacia el anochecer”, es el nombre del disco porque es un espacio temporal en el que cuando estoy trabajando en música me genera una paz y tranquilidad que me van muy bien para trabajar en mis cosas más personales y me permiten mirar hacia dentro, muchas de las composiciones del disco las he trabajado en este periodo temporal y en cierto modo por esto elegí este título.

IDJ. ¿Como traslada un baterista lo que quiere en la composición o relectura de algún standard a sus músicos?

En mi caso yo lo que hago es facilitar los papeles del standard o tema en cuestión a los músicos y luego hablar del enfoque que le quiero dar, que sonido busco, como quiero que sean interpretadas las distintas partes, que tipo de improvisación vamos a trabajar y como..., a partir de aquí tocarlo para ver como funciona y luego también me gusta debatir con los otros músicos para que ellos también opinen, no me gusta dejarlos a parte, aún que el trío en este caso lleve mí nombre me gusta que los músicos opinen y se sientan partícipes del proyecto y de la música que interpretamos.

IDJ. ¿Consideras que el jazz sigue siendo un género elitista o por el contrario con todas las formas que hay hoy de obtener música casi hasta del grifo de la canilla, se ha expandido a otros oídos curiosos de explorar nuevas formas o descubrir las de antaño?

Que sigue siendo un género minoritario está  claro, si es elitista o no pues sinceramente no lo sé. Lo que si es cierto es que ahora quién tenga ganas de descubrir con solo dos clicks de ratón puede hacerlo, las opciones están y pienso que esto es positivo,  ahora falta que la gente tenga interés y curiosidad para buscar y descubrir música que en los medios de comunicación más convencionales no se promociona  o se hace muy poco.

IDJ. ….Y como una prolongación de la pregunta anterior, ¿Cómo ves el mercado del disco actual? Hay un revivals del vinilo, ediciones remasterizadas a niveles de audio insospechado, secuencias de hasta segundos con el estornudo de Miles en medio de una grabación o la directiva del ingeniero para que cambien tal o cual parte.

La industria se niega a dejar la sortija que otrora fuera su fuente de ingresos, sin embargo todo cambió de manera impensada. Una parte mínima del público quiere el formato físico, quizás los que estamos pisando los cincuenta, pero la gran mayoría y lo veo en mis hijos, se bajan temas, sin darle importancia, a la tapa o a lo táctil del objeto que alberga la música, es decir todo ese fetiche que alguna vez disfrutamos con ansias, quienes somos de esa generación. Todo esto ¿Suma o resta?

No creo que el mercado del disco esté muy bien y la prueba está en que para muchos artistas es muy difícil encontrar un sello que edite su música. Como melómano que soy aún me gusta mucho el formato físico y el vinilo me encanta, pero veo muy positivo todos los canales digitales que existen, ya es el presente y una muy buena forma de poder descubrir y comprar música de cualquier parte del mundo y tenerla disponible en seguida.

IDJ. Hay crisis en Europa y España no está exenta, aunque jamás esas crisis serán como las que vivimos en Latinoamérica en general.
¿Que nos podrías comentar de la situación del Jazz y la cultura en general en tu País en lo concerniente al apoyo económico sobre, recitales, subvenciones a músicos o proyectos alternativos?


El jazz por estos lares nunca ha estado muy bien, pero desde hace unos años se han cerrado clubs, las subvenciones culturales son mínimas, han subido el IVA cultural al 21% y todas estas cosas juegan en contra de la cultura. Por la contra cada vez hay más músicos y gente muy joven con un talento y unas ganas de tocar y hacer cosas increíbles que se buscan la vida como pueden para tirar adelante sus proyectos ya sea poniendo dinero de su bolsillo o presentándolos en plataformas de Croudfunding.


© Impronta de Jazz 

domingo, 12 de abril de 2015

CHARLES MINGUS EN BUENOS AIRES - PARTE II



ANECDOTAS
EL EQUIPO DE BAJO DE MINGUS

Una tarde, mucho tiempo después de estas presentaciones me reuní con Carlos Melero en su estudio de la calle Guatemala donde estuve rodeado de cintas, grabaciones, fotos y recuerdos de sus trabajos.

Escuche, por ejemplo, la grabación de uno de estos conciertos donde el mismo Charles Mingus, con una voz bastante cansada y deteriorada, presenta  a los integrantes de su quinteto. Arrancaban con el clásico tema, “Good By Pork Pie Hat”, y Melero recordó:

“Con Charles Mingus trabajé en el Coliseo y en Hebraica. Resulta que el productor de Mingus dio una mala información y aparte no le proveyó del instrumento que él quería, el contrabajo o el equipo…, no se si porque no estaba o por esas cosas que solo pueden pasar en la Argentina…entonces cuando llegó el momento del primer concierto, ya estaba ahí y nosotros tuvimos que improvisar e inventarnos con un parlante grande un amplificador y un  micrófono un equipo para Mingus.  Como además lo reamplificamos, pudimos mejorarlo…”.

Otro día, en algún bar del barrio de Caballito, tal vez la esquina de Avenida la Plata y Rivadavia, me reuní con nuestro gran contrabajista Jorge “Negro” González, que reforzó la anécdota de Melero:

“¿Sabes que cuando vino Mingus a Buenos Aires tocó con mi equipo de bajo? No me puedo acordar quien me lo pidió, pero sé que alguien me habló, y como te podes imaginar obviamente yo le presté mi equipo. ”

“Seguramente el personaje que había pedido el equipo al negro González fue su amigo Nano Herrera que me comentó más tarde:

“… en el primer concierto de Mingus el contrabajo no se escuchaba nada y resulta que yo le tuve que conseguir un equipo…”


¿MINGUS EN EL HOSPITAL FERNANDEZ?


Este notable músico vino a Buenos Aires con 55 años de edad, pero con un estado de salud bastante deteriorado. Tenía un problema en alguna de las vértebras o discos de su columna vertebral que prácticamente le inmovilizaba una de sus piernas y le producía unos dolores terribles.  De hecho, al poco tiempo de estar en Argentina justamente a fines de ese mismo año  (1977) le diagnostican una esclerosis que lo llevó a estar limitado a una silla de ruedas. En poco más de un año encontraría la muerte en Cuernavaca (México).

La noche que actuó en el teatro Coliseo, al término del show y ya sin público en la sala (salvo unos pocos amigos), sufrió una descompensación. Es entonces cuando lo llevaron de urgencias al Hospital Fernández.

Una de las personas que estuvo con él en el camarín justo en ese momento fue el abogado Julio Isequilla, que recordaba lo siguiente:

“… Mingus estaba muy dolido, con una pierna casi inmovilizada, pero igual tocó en el escenario. Pero tuvo una descompensación después del concierto y nosotros lo tuvimos que llevar al Hospital Fernández, con Danny Richmond y otra gente que estaba ahí…” “Todo sabíamos que tenía esclerosis Múltiple y le daban ataques, pero esa noche tuvo una descompensación en el camarín. Me acuerdo que estábamos charlando ahí en el camarín con Danny Richmond y él, y directamente se desmayó, nos pegamos una cagazo tremendo. Inmediatamente, llegó una ambulancia y se lo llevó al Fernández, y ahí lo recuperaron…” “Lo sacaron rápido, pero imagínate que fue como a las cuatro de la mañana y estaba muy mal. Inclusive, se quejaba de extraordinarios dolores en la base de la columna, y te digo que aguantó muy bien los conciertos…”

A pesar de todo esto, al otro día se recuperó y logró llevar a cabo el otro concierto en el Teatro SHA, como si nada hubiera ocurrido.

domingo, 5 de abril de 2015

CHARLES MINGUS EN BUENOS AIRES – PARTE I



El gran contrabajista norteamericano Charles Mingus, uno de los más grandes genios del jazz del siglo XX llegó a Buenos Aires en junio de 1977 como parte de una gira Latinoamericana.

Vino acompañado por su esposa y manager, la Señora Susan Graham Mingus, y los cuatro músicos con los que completaba su quinteto: Jack Walrath en trompeta, Robert Neloms en piano ( nombre que salió mal escrito en el programa del teatro coliseo ) el saxofonista Richard Ford, de escasos 23 años, y su histórico compañero de ruta, Dannie Richmond, en la batería.

La gira ya los había llevado a hacer presentaciones en las ciudades de Río de Janeiro y Porto Alegre en Brasil.

Otro de los destinos fue la ciudad de Montevideo, Uruguay, donde tuvo un accidentado concierto. Eran épocas en las que Mingus estaba muy perseguido y preocupado con las grabaciones de los shows y ediciones piratas de su música. Basado en ese temor fue que en medio de este concierto, decide interrumpir su actuación al advertir que había grabadores en la sala.

LA PRENSA

La publicidad y promoción de estos conciertos por parte de sus organizadores no estuvo a la altura de las dimensiones de esta leyenda viviente del jazz. Se realizó una conferencia de prensa en las instalaciones de  la SHA (SOCIEDAD HEBRAICA ARGENTINA), donde tampoco hubo gran concurrencia de especialistas, salvo algunas pocas excepciones.


Mingus se presento en esta conferencia acompañado por todo su staff vestido con una especie de túnica negra y fumando una habano; según la descripción del periodista Alfredo Rosso, quien asistió a la misma.

Tal vez fueron las jóvenes publicaciones rockeras las que le dieron mas importancia a esta visita: Revista como "Pelo" y "Expreso Imaginario" hicieron una cobertura de los conciertos y expresaron las críticas correspondientes.

En el suplemento anual de la revista "Pelo" de diciembre de 1977 donde se elegían los acontecimientos musicales más importantes del año, publicaron:

“…. LA VISITA DEL AÑO CHARLES MINGUS”
Porque, sin demasiada publicidad, expuso su música con virtuosismo y un gran trabajo armónico, sin por ello perder un ápice de la alegría de hacer música. Porque, sobre el escenario, brindo un espectáculo de vibración y comunicación, sin caer en la solemnidad. Porque, quizás fundamentalmente permitió un acercamiento entre dos estilos, años atrás, inconciliables, imposibilitados de converger para abrir más expectativas de experimentación.

Por su parte, la revista “Expreso Imaginario” Nº 12 de Julio de 1977 no solo realizó la crítica del concierto sino que, además consiguió un reportaje del propio Charles Mingus bajo el título: “Retrato y Autoretrato del Santo Negro”. Peter Gunter y Fernando Basabru acompañaron la entrevista con fotos de Uberto Sabramoso.

La nota arranca de la siguiente manera:

“Charles Mingus, considerado uno de los pocos monstruos sagrados vivos del jazz vino a Buenos Aires para ofrecer dos recitales. Frente a la indiferencia del periodismo especializado el Expreso Imaginario mantuvo una entrevista con Mingus de casi tres horas, en el hall de su hotel…..”

LOS CONCIERTOS

Las presentaciones porteñas del quinteto de Charles Mingus se realizaron en dos salas distintas: El primer concierto que se llevó a cabo en el Teatro Coliseo, el jueves 02 de junio a las 20.30 hs ,y el segundo fue la noche del viernes 03 de junio en el Teatro SHA (Sociedad Hebraica Argentina).

En ambos casos en responsable del sonido fue el maestro Carlos Melero, una verdadera garantía.

Estos conciertos tuvieron un éxito rotundo a pesar de su poca publicidad. Con solamente una hora y media de concierto alcanzó para demostrar la  calidad y el virtuosismo de estos impresionantes músicos conducidos por un gigante como Charles Mingus.
Se interpretaron clásicos del contrabajista como "Goodbay Pork Pie Hat", tema con el que abrieron el concierto del teatro Coliseo, y también algunas composiciones de un disco que todavía no se había editado, “Cumbia & Jazz Fusion”.


Gracias totales a: Claudio Parisi por haberme permitido publicar este excelente artículo.