Un trabajo que atrapa al aficionado desde la primera nota. Un trío bastante atípico, en cuanto a su formación, dos pianos y un saxo. Tchangodei se encarga de los sonidos más agudos de su instrumento y los chorus, Mal Waldron es la voz grave, bellamente fúnebre y Archie Sheep, el pájaro que sobrevuela, con mirada de puñal, este delicioso plato más propicio para degustar bien entrada la noche con algún libro de Galeano o El Extranjero de Camus [ solo sugiero, cada cual con su cada quien ].
Comienzan los segundos y suena , "The Seagulls Of Kristian", para mí, lo mejor del cd. Es una composición lenta que va a paso de hombre y que conmueve a cualquier espíritu sensible, abordando desde ése lugar, una propuesta marcada por la sonoridad gruesa y profunda de un Sheep, en estado de gracia.
"Space Blues" no deja indiferente al saxofonista, quien se muestra amable en su discurso, aquí al tono y políticamente incorrecto en sus disonancias, característica que me atrapa del portavoz del movimiento Black Power.
No me quiero olvidar de los otros convidados, ya que éste no es un disco solista, sino una fina triangulación donde cada uno es un centro y dicen lo suyo, aportando al resultado colectivo.
"Africa Struggle", hipnótico Sheep, que se nos muestra como la etiqueta mesurada del Coltrane que se desbocaba como caballo loco y que zigzaguea como serpiente, acompañado por la danza de manos desnudas de Waldron - Tchangodei, quienes lo animan a soltar su arte, ofreciendo redes que lo contienen dentro de la estructura de este corte, cuyo significado representa un sentir por parte de los tres intervinientes : "Lucha Africana".
Cuarto paso en la escucha y otro blues, con ribetes de canción de fonda, "Driftin Blues", me recuerda al concepto de algunos críticos que decían que el jazz es esa música que hace mover el pie al compás del ritmo y que no consideran, a personajes como los de este disco, como continuadores del género.
Más les vendría a bien, fisgonear una obra como esta, y ver que hay buenas sugerencias más allá, de los grandes pilares que hicieron esta música, que nació, como casi todo en la historia de la humanidad, a partir del sufrimiento.
"Ma Mission", vuelve a mostrar la característica del primer corte, lánguido y sombrío, con la aparición de la voz meditativa-reflexiva de, me supongo, Tchangodei, partiéndose luego al medio, en un exabrupto de teclas, que, porque reprimirlo, si al fin y al cabo es pasión.
Luego de la primera exposición, hay unos segundos de silencio y a continuación entra de vuelta ¿ el mismo pianista ? para finalizar y llegar a aguas calmas.
Las Flores negras figuran lo opaco de una música que no esta pensada desde la complacencia.
No hay casi información de este trabajo en la red, ¿ por qué ? me supongo que estas ediciones no figuran entre las más vendidas o a lo mejor, músicos como los mencionados, quizás Sheep, menos que los otros, siguen formando parte de la Vanguardia cuando en realidad, como lo apuntamos en otras oportunidades con otros ejemplos de igual valía, tendrían que ser considerados clásicos, por derecho y años en su aporte al Jazz.
Por lo pronto , lo escrito , son las impresiones de un servidor, a partir de la escucha, esperando hayan sido las correctas.
Comienzan los segundos y suena , "The Seagulls Of Kristian", para mí, lo mejor del cd. Es una composición lenta que va a paso de hombre y que conmueve a cualquier espíritu sensible, abordando desde ése lugar, una propuesta marcada por la sonoridad gruesa y profunda de un Sheep, en estado de gracia.
"Space Blues" no deja indiferente al saxofonista, quien se muestra amable en su discurso, aquí al tono y políticamente incorrecto en sus disonancias, característica que me atrapa del portavoz del movimiento Black Power.
No me quiero olvidar de los otros convidados, ya que éste no es un disco solista, sino una fina triangulación donde cada uno es un centro y dicen lo suyo, aportando al resultado colectivo.
"Africa Struggle", hipnótico Sheep, que se nos muestra como la etiqueta mesurada del Coltrane que se desbocaba como caballo loco y que zigzaguea como serpiente, acompañado por la danza de manos desnudas de Waldron - Tchangodei, quienes lo animan a soltar su arte, ofreciendo redes que lo contienen dentro de la estructura de este corte, cuyo significado representa un sentir por parte de los tres intervinientes : "Lucha Africana".
Cuarto paso en la escucha y otro blues, con ribetes de canción de fonda, "Driftin Blues", me recuerda al concepto de algunos críticos que decían que el jazz es esa música que hace mover el pie al compás del ritmo y que no consideran, a personajes como los de este disco, como continuadores del género.
Más les vendría a bien, fisgonear una obra como esta, y ver que hay buenas sugerencias más allá, de los grandes pilares que hicieron esta música, que nació, como casi todo en la historia de la humanidad, a partir del sufrimiento.
"Ma Mission", vuelve a mostrar la característica del primer corte, lánguido y sombrío, con la aparición de la voz meditativa-reflexiva de, me supongo, Tchangodei, partiéndose luego al medio, en un exabrupto de teclas, que, porque reprimirlo, si al fin y al cabo es pasión.
Luego de la primera exposición, hay unos segundos de silencio y a continuación entra de vuelta ¿ el mismo pianista ? para finalizar y llegar a aguas calmas.
Las Flores negras figuran lo opaco de una música que no esta pensada desde la complacencia.
No hay casi información de este trabajo en la red, ¿ por qué ? me supongo que estas ediciones no figuran entre las más vendidas o a lo mejor, músicos como los mencionados, quizás Sheep, menos que los otros, siguen formando parte de la Vanguardia cuando en realidad, como lo apuntamos en otras oportunidades con otros ejemplos de igual valía, tendrían que ser considerados clásicos, por derecho y años en su aporte al Jazz.
Por lo pronto , lo escrito , son las impresiones de un servidor, a partir de la escucha, esperando hayan sido las correctas.
«El jazz es una de las aportaciones sociales y estéticas más significativas de América. Y muchos lo aceptan por lo que es: una aportación significativa, profunda, de América... Está en contra de la guerra, en contra de la del Vietnam; está a favor de Cuba; está a favor de la liberación de todos los pueblos. Ésta es la naturaleza del jazz. No es necesario ir a buscar más lejos. ¿Por qué? Pues porque el jazz es una música nacida de la opresión, nacida de la servidumbre de mi pueblo.»
Archie Shepp
Fragmento del libro "Free Jazz - Black Power"
Phillipe Charles - Jean Louis Comolli
Reseña : Micky Almada
Tchangodei - Piano medium aigu , chorus
Archie Shepp - Saxophones
Mal Waldron - Piano grave medium
Archie Shepp
Fragmento del libro "Free Jazz - Black Power"
Phillipe Charles - Jean Louis Comolli
Reseña : Micky Almada
Tchangodei - Piano medium aigu , chorus
Archie Shepp - Saxophones
Mal Waldron - Piano grave medium
No hay comentarios:
Publicar un comentario