lunes, 18 de octubre de 2010

LETTER TO EVANS

A los 21 años mi amigo Martín me prestó en un cassette Basf de 60 minutos un cd grabado ( que recuerdos ) que contenía el "Wichita Falls" de Metheny / Mays [ obra inmortal si las hay para quienes entramos en esto del jazz por esa vía ] y no olvidé jamás la sensación que tuve cuando escuché recostado en la cama " September Fifteenth".
A medida que Lyle Mays se adentraba con su instrumento en los caminos del bosque en un día de espesas nubes que sudaban gotas , lenta y pausadamente me paralizaba emocionado ante un solo de piano que parecía sacado de la más deseada de las utopías.
Creo haber apretado el "Rew" del grabador varias veces aquel día. La consecuencia dió lugar a una sola pregunta ¿ Quién era Bill Evans a quien le dedicaban tan bella composición ?
A partir de ahí y al poco tiempo "You must belive in Spring" entraba a mis oídos y mi anaquel. Desde ése momento tanto mis alegrías como mis fracasos sentimentales se dibujaban en la música de Evans.
Con el tiempo lo escuchaba por épocas, en aquel entonces era difícil conseguir información de nivel y de primera mano. En Argentina todas estas cosas cuestan, más si uno prodiga la afición por éste género en el cual la escases de interlocutores válidos es moneda corriente. La realidad es que somos pocos y cuando aparecen ejemplares como éste, uno lo celebra.
Global Rhythm, la editorial que lo publica traducido al español ha entrado desde hace un tiempo al País y he podido adquirir varias cosas de ellos que no son económicas. Urgando en la red o en las bibliotecas de las grandes librerías se consiguen buenos descuentos. Como les recomiendo siempre, armensé de paciencia y no se queden con el primer precio que vean, que como les dije no suele ser accesible en primera instancia. De hecho éste y otros productos de la editorial mencionada han reducido el valor original al que entró hace 2 años.
Hace menos de un mes adquirí "Peter Pettinger: Vida y música de Bill Evans". A primera vista uno medita en la empresa inabarcable que es escribir sobre alguien que dio tanto a la música y a las almas que escucharon y escuchan ésa música; sin embargo así como celebramos en cada audición la obra del pianista, el mérito de Pettinger es inmenso e incalculable.
Se trata de la historia de Bill, profundizando la enmarañada y compleja vida del poeta del piano y uno de los músicos modernos que enarboló en su manera de tocar el impresionismo como nadie dentro del Jazz.
El libro recorre el camino desde los comienzos del músico a los 13 años cuando cursaba estudios clásicos de piano y violín, la descripción de la forma de pulsar las teclas que tenía en cada nota, la interacción con los pedales, el sonido de los distintos pianos que tocó; en que se basaba para componer y no faltan los pasajes dramáticos de su vida: su adicción a las drogas, sus matrimonios o el fallecimiento de su amigo, el joven contrabajista Scott LaFaro. Nada de esto opacó el legado que nos dejó hasta su deceso en setiembre de 1980. Manfred Eicher admitió que la concepción del sonido de su sello cuando maduraba en él la idea de hacerlo era la expresión mínima y espaciada de los modos de Evans.
Cuenta con una exaustiva revisión de los registros grabados, perfectamente datada y ordenada. Un texto imprecindible para comprender a éste ser humano que vibra en cada palabra de esta biografía.
Conocer su música es transformarnos en mejores personas, se los aseguro. Una luz que brilla en el desierto oscuro de la muerte.

Micky Almada

1 comentario:

Hector Aguilera S. dijo...

Que gran pianista fue Evans, y que lástima muriera tan jóven. Es mi pianista de jazz preferido, no me canso de escucharlo, siempre esoy descubriendo algo en cada interpretación que escucho de sus composiciones.
Un cordial saludo