lunes, 7 de noviembre de 2011

RIVORECORDS


Obsesivo del jazz

Entrevista. Justo Lo Prete. Creó RivoRecords, un nuevo sello especializado en standards del género. Y cuenta por qué.


Tengo un afán de coleccionista. "Soy un obsesivo por donde se mire”, confiesa Justo Lo Prete apenas comienza a explicar las razones que lo llevaron a crear RivoRecords, un sello de jazz cuya especialidad serán los standards. “Me interesa el orden, el cuidado en la edición, cosas que los coleccionistas aprecian a veces más que la música misma”.
Lo Prete era un abogado penalista con dedicación full time hasta que la idea de producir los discos que él ama -no sólo escuchar sino también mirar- fue salpimentando sus presentaciones en congresos, sus escritos jurídicos. “Es un poco de color en el medio de la vida profesional”, dice. En honor a la verdad hay que aclarar que Lo Prete no aterrizó repentinamente en el ambiente del jazz.
Los músicos locales lo reconocen y saben que desde hace años invierte gran parte de su tiempo libre en larguísimas discusiones sobre música en general y sobre jazz en particular. Uno de sus foros favoritos es la disquería Minton’s. “Ahí vamos todos los raros o los que gustamos de parecer raros – reconoce-: músicos y aficionados, sacros y profanos. Tenemos discusiones tan apasionadas como inútiles sobre si es mejor Sonny Rollins o Coltrane”.
Te decidiste a hacer discos de jazz en un momento en que la industria discográfica mundial se debilita, y la local tiende a desaparecer. ¿Cuál es el negocio? El de hacer los discos que me gusta no sólo escuchar sino también tener, mirar. Me interesan los standards y aquí, en Argentina, los músicos no suelen tener oportunidad de grabarlos porque van juntando el mango de a poco y cuando finalmente llegan al estudio prefieren tocar sus propias composiciones. Sin embargo, ninguno de estos músicos niega el valor de un standard, todos arrancaron de allí para aprender. Les ofrecí matizar con alguna composición propia. Pero consideraron mejor no dejar su música en minoría respecto de los standards. Sólo Loiácono grabó un tema propio.
¿Pusiste alguna otra condición? Puse ciertas reglas pero para trabajarlas con flexibilidad. Una cosa que me parecía importante es que no se retocaran las versiones. Se hicieron dos tomas de cada una y se eligió la mejor en cada caso. Tocaron todos juntos, como en un show en vivo, sin usar cabinas ni auriculares. No hay ninguna pinchadura en ninguno de los tres discos. Los músicos respetaron eso a rajatabla. Seguramente aparece por ahí alguna nota pifiada pero el resultado musical es muy fresco.

Fuente : Sandra De La Fuente
www.clarin.com

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