CIMP [ Creative Improvised Music Proyect ] es un sello que se dedica a registrar música surgida a partir de la espontainedad del momento. EL espíritu del sello es ese, sus siglas significan, "proyectos creativos de música improvisada".
Quizás algo similar, salvando algunas distancias al concepto manejado por HatOlogy casa en la que el pianista dejó registros.
Dave Burrell es un pianista excelente, pero lamentablemente no muy reconocido como debería serlo en el ámbito que nos concierne. Una planta rara, de delicada sensibilidad. Tal es así, esto que comento, que hace poco adquirí el libro de Julia Rolf editado por Ma Non Tropo, Jazz "La Historia Completa" y conseguible por estas pampas y me fijé en el índice onomástico del mismo, vasto por cierto, y figura Burrell..............Kenny.
Es raro que en este compendio de 528 páginas con un subtítulo, que se presenta como la visión total del género, no hayan incluido a un "artista"que graba desde 1965 a la fecha, por no ponerme a escribirles de las notorias ausencias, que les juro, me provocan un ataque de cólera. ¿Será porque no graba para las grandes compañias ? Será porque su música es tan densa como rica y por lo tanto no se maneja con sonidos complacientes y hay que dar un paso más allá para adentrarse en su mundo ? Muchas preguntas, pocas respuestas. Pero a falta de Manfred Eicher aparece Bob Rusch, productor del sello en cuestión involucrado con el jazz desde la década del 50.
Este trabajo a dúo junto con Tyrone Brown, data de agosto del 2000 y es un fino telar sonoro cuyo valor radica, en como sonar moderno mirando hacia la tradición y no morir en el intento. De manera lírica y relajada liberan y expanden composiciones como "Never Let Me Go", [ comparenlá si lo desean, con la que hace Keith Jarret en Tokio 96, grabado para ECM, y dedicado a la rubia de la segunda fila ] aquí abordado con toque pristino, apareciendo la alargada sombra de Monk, avivando el fuego con llamas alocadas.
Quizás tengan la idea que cuando el arte se vuelve estructural, se cosifica, y por ende nos arrojan salvajemente a los oídos esta versión para provocar nuestro desorden interior.
"Struttin' with Some Barbeque", es una muestra donde la dinámica de la melodía es conservada con algún toque funky . "Samba rondo" evoca contrastes de rugosa porosidad, con martilleos telegráficos, por parte del pianista, complementándose con los huracanados vientos del contrabajo.
Vuelve la calma, pero no por eso dejan de mostrarnos sus aristas más creativas y el lugar es ocupado por la Gillespiana "You Go to My Head". Dulce y traslúcida, respira nuevamente aire puro y hace gala de diversidad mostrando el material temático sobre el que Burrel construye su narración. Dura 8'10 y uno desea que no termine nunca.
"Dear Mr. Roach" compuesta por Brown, con una actitud estética de firme personalidad es una carta abierta a "Max" dónde el dúo, piensa y musicaliza la individualidad del político baterista, inimaginable su escucha nuevamente, sin Monk en nuestos pensamientos. "Shortin' Bread", me dió el título de la reseña, sin dudarlo. Simple, transparente, desasida, es otra muestra del interesante manejo que hacen de la indagación de los contrastes con excelente intelección.
La avidez de novedades sonoras, no es propósito aquí , por eso Dave nos trae una composición de propia tecla, "With A Little Time" y establece con Tyrone la ecuanimidad que solicita la misma fluyendo con armonía, buceando una melodía de contundente oscuridad.
"Caravan" manifiesta pendularidad en la suspensión rítmica, casi staccato, llevando sobre sus espaldas en lo más alto el respeto por la tradición a la órden de Mr.Tizol y el Duke.
Continúan desplegando la misma línea, simpleza más poesía y se suceden "Blue Moon" que originalmente no estaba planeada dentro del proyecto y surge a partir de la propuesta de Brown, solicitándole a Dave algo corto, reflexivo. Luego de un breve intercambio de ideas, él sugiere el tema en cuestión, quizás fruto del azar de su intuitiva memoria musical. "The Crave", reinvidica un pasado que no le es ajeno y conoce como la palma de su mano, dejando tranquilos los intereses de los centinelas de lo atávico; y nuevamente una composición propia "Lost Waltz".
El tren avanza hacia su punto de llegada y "Giant Steps" es la elección más precisa para finalizar este recital, que no es en vivo, como quizás se imaginen por el título, sino que nuestra ausencia como público imaginario , se vuelve presencia íntima, cuando las notas cobran forma y dan vida a nuestros oídos a través de renovadas escuchas.
Un ejercicio de lucidez e inteligencia musical. Una mirada hacia el pasado, modernizada en el presente. ¿ Posible sonido del Jazz futuro ?
Me permito un agregado final. La toma de sonido es inigualable y los que somos filosos audiófilos estamos de parabienes. El responsable de esta gratificación es Marc Rusch, encargado de las grabaciónes del sello quien trabaja meticulosamente para capturar el sonido real de cada instrumento. Una actitud más que benevolente deseada por todo músico. La tapa expuesta no es la original del cd y pertenece a Jeff Schlanger.
Quizás algo similar, salvando algunas distancias al concepto manejado por HatOlogy casa en la que el pianista dejó registros.
Dave Burrell es un pianista excelente, pero lamentablemente no muy reconocido como debería serlo en el ámbito que nos concierne. Una planta rara, de delicada sensibilidad. Tal es así, esto que comento, que hace poco adquirí el libro de Julia Rolf editado por Ma Non Tropo, Jazz "La Historia Completa" y conseguible por estas pampas y me fijé en el índice onomástico del mismo, vasto por cierto, y figura Burrell..............Kenny.
Es raro que en este compendio de 528 páginas con un subtítulo, que se presenta como la visión total del género, no hayan incluido a un "artista"que graba desde 1965 a la fecha, por no ponerme a escribirles de las notorias ausencias, que les juro, me provocan un ataque de cólera. ¿Será porque no graba para las grandes compañias ? Será porque su música es tan densa como rica y por lo tanto no se maneja con sonidos complacientes y hay que dar un paso más allá para adentrarse en su mundo ? Muchas preguntas, pocas respuestas. Pero a falta de Manfred Eicher aparece Bob Rusch, productor del sello en cuestión involucrado con el jazz desde la década del 50.
Este trabajo a dúo junto con Tyrone Brown, data de agosto del 2000 y es un fino telar sonoro cuyo valor radica, en como sonar moderno mirando hacia la tradición y no morir en el intento. De manera lírica y relajada liberan y expanden composiciones como "Never Let Me Go", [ comparenlá si lo desean, con la que hace Keith Jarret en Tokio 96, grabado para ECM, y dedicado a la rubia de la segunda fila ] aquí abordado con toque pristino, apareciendo la alargada sombra de Monk, avivando el fuego con llamas alocadas.
Quizás tengan la idea que cuando el arte se vuelve estructural, se cosifica, y por ende nos arrojan salvajemente a los oídos esta versión para provocar nuestro desorden interior.
"Struttin' with Some Barbeque", es una muestra donde la dinámica de la melodía es conservada con algún toque funky . "Samba rondo" evoca contrastes de rugosa porosidad, con martilleos telegráficos, por parte del pianista, complementándose con los huracanados vientos del contrabajo.
Vuelve la calma, pero no por eso dejan de mostrarnos sus aristas más creativas y el lugar es ocupado por la Gillespiana "You Go to My Head". Dulce y traslúcida, respira nuevamente aire puro y hace gala de diversidad mostrando el material temático sobre el que Burrel construye su narración. Dura 8'10 y uno desea que no termine nunca.
"Dear Mr. Roach" compuesta por Brown, con una actitud estética de firme personalidad es una carta abierta a "Max" dónde el dúo, piensa y musicaliza la individualidad del político baterista, inimaginable su escucha nuevamente, sin Monk en nuestos pensamientos. "Shortin' Bread", me dió el título de la reseña, sin dudarlo. Simple, transparente, desasida, es otra muestra del interesante manejo que hacen de la indagación de los contrastes con excelente intelección.
La avidez de novedades sonoras, no es propósito aquí , por eso Dave nos trae una composición de propia tecla, "With A Little Time" y establece con Tyrone la ecuanimidad que solicita la misma fluyendo con armonía, buceando una melodía de contundente oscuridad.
"Caravan" manifiesta pendularidad en la suspensión rítmica, casi staccato, llevando sobre sus espaldas en lo más alto el respeto por la tradición a la órden de Mr.Tizol y el Duke.
Continúan desplegando la misma línea, simpleza más poesía y se suceden "Blue Moon" que originalmente no estaba planeada dentro del proyecto y surge a partir de la propuesta de Brown, solicitándole a Dave algo corto, reflexivo. Luego de un breve intercambio de ideas, él sugiere el tema en cuestión, quizás fruto del azar de su intuitiva memoria musical. "The Crave", reinvidica un pasado que no le es ajeno y conoce como la palma de su mano, dejando tranquilos los intereses de los centinelas de lo atávico; y nuevamente una composición propia "Lost Waltz".
El tren avanza hacia su punto de llegada y "Giant Steps" es la elección más precisa para finalizar este recital, que no es en vivo, como quizás se imaginen por el título, sino que nuestra ausencia como público imaginario , se vuelve presencia íntima, cuando las notas cobran forma y dan vida a nuestros oídos a través de renovadas escuchas.
Un ejercicio de lucidez e inteligencia musical. Una mirada hacia el pasado, modernizada en el presente. ¿ Posible sonido del Jazz futuro ?
Me permito un agregado final. La toma de sonido es inigualable y los que somos filosos audiófilos estamos de parabienes. El responsable de esta gratificación es Marc Rusch, encargado de las grabaciónes del sello quien trabaja meticulosamente para capturar el sonido real de cada instrumento. Una actitud más que benevolente deseada por todo músico. La tapa expuesta no es la original del cd y pertenece a Jeff Schlanger.
Dave Burrell, piano.
Tyrone Brown, contrabajo.
R:IDJ
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