Renaud García Fons nos tiene (mal) acostumbrados
a sacar trabajos de una factura irreprochable. Debo admitir que tengo
casi todo lo que ha registrado hasta ahora y no he escuchado ninguno que me
decepcione, amén que reconozco mi debilidad por su música y el impacto que me
provocó en los 90 con “Fuera” su trabajo con Jean-Louis Matinier.
Su último registro, nos trae
los distintos perfumes musicales que fluctúan entre Oriente y Occidente dejando su esencia en once cortes que conmueven hasta el navegante más incauto.
Se acompaña en algunos pasajes con sonidos pre-grabados, golpeteos en la
madera del instrumento con ambos miembros y ese toque cuasi sirio, que
sobrevuela siempre en su sonoridad; quizás sombra constante que lo acompaña de su
infancia cuando vio de la mano de su padre al contrabajista Francois Rabbath.
Su personalidad curiosa da como
resultado una recorrida por los mundos más sugestivos y así desde “Palermo
Notturno”, pasando por “Yupanqui” ( se agradece una composición tan sentida al
enorme Atahualpa ) “Hacia Compostela” o “Far Ballard”, el artista sabe como
narrar la naturaleza, la belleza, las soledades y las ínfimas emociones de cada
lugar a través de un estilo indeleble, que
es legitimado en los finales con los aplausos respetuosos del público que asistió
al priorato de Marcevol, lugar donde se grabó y que suma un clima de espiritualidad adicional.
“Siempre
he trabajado para crear una música sin fronteras ni límites en el estilo y el
resultado son composiciones que emocionan en la cual cada una nos transporta
por distintos lugares sobre un trabajo en que músico e instrumento son uno solo”.
RGF
R: IDJ
1 comentario:
Necesito ese disco che...Abrazo enorme.
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