Charlie Haden y Brad Mehldau se cruzaron por primera vez en 1993, cuando el contrabajista ya era un artista consagrado en el mundo del jazz y el pianista algo más que una joven promesa.
Haden quedó maravillado con el perfil musical de Mehldau y no dudó en nominarlo en ese entonces como el artista más relevante de su generación, por haber desarrollado un lenguaje original y por buscar una ampliación en las fronteras del jazz. El pianista aún no había editado su primer disco como líder, Introducing Brad Mehldau.
Aquel encuentro inicial derivó más tarde en un disco en trío con el saxofonista Lee Konitz, Alone Together, de escucha imprescindible, editado por Blue Note. La química generada por el trío y la lógica repercusión favorable del álbum dejó abierta la puerta para un segundo encuentro. Fue en 2011, con un disco editado por el sello ECM al que se sumó el baterista Paul Motian. Live in Birdland, tal es su título, fue la notable expresión de un supergrupo.
Pero en el interregno de esos dos cruces, se registró otra reunión, esta vez un dúo de Haden y Mehldau, que quedó grabado y permaneció inédito hasta hoy, once años después, cuando el sello Impulse! decidió publicarlo y distribuirlo esta semana con el título Long Ago and Far Away.
Conocedor de la estrecha relación que habían entablado Haden y Mehldau, el director del Enjoy Jazz Festival in Heidelberg los invitó en 2007 a tocar juntos en algún show en Alemania. Nunca habían interactuado en dúo, de modo que aceptaron de inmediato. El encuentro tuvo lugar en una iglesia art noveau de la localidad de Mannheim, la Christuskirche, y la grabación quedó en poder de Haden, quien siempre evaluó editarla alguna vez.
Como una suerte de homenaje póstumo Haden murió en 2014- el cruce de ambos gigantes musicales ve hoy la luz y pone al mundo del jazz nuevamente en estado de excitación ante la posibilidad de una perla escondida que emerge una década después.
Haden venía curtido en dúos con pianistas de primera línea. Entre ellos, naturalmente, Keith Jarrett, con quien grabó Last Dance y Jasmine. Pero también Kenny Barron, Hampton Hawes, Paul Bley y John Taylor, entre otros.
Mehldau se mostró entusiasmado con la edición de este trabajo. "Es increíble haber tocado con alguien que improvisa como él. De hecho fue el primero que lo hizo en su instrumento", dijo el pianista, quien recordó los discos con el cuarteto de Ornette Coleman y su influencia para todos los músicos que vinieron después.
El nuevo álbum incluye varios standards, como My Old Flame, Everyhing Happens to Me y My Love and I, entre otros, que ofician como referencia para una estimulante aventura de improvisación.
La viuda de Charlie Haden también ser emocionó con este trabajo. Dijo que si bien fue grabado allá lejos y hace tiempo, la música que se escucha es de hoy. Y, por cierto, nos recuerda que Haden es uno de los grandes artistas que dio el género y que acaso sus archivos atesoren aún mucha música que nos resta conocer.
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