Su nueva obra es Discografía Personal del Jazz (1920-2011), que contó con la colaboración del periodista Jorge Freytag. Editado por Gourmet Musical, la clave de este libro es la discrecionalidad. Sampayo reseña -no hace una crítica en el sentido estricto- aquellos discos que resultan esenciales para su sensibilidad de escucha atenta.
Se intuye que buena parte de ellos habrá sido debatida en los interminables contrapuntos que suelen suscitarse en la mítica disquería porteña Minton. De hecho su fundador, Guillermo Hernández, lidera los agradecimientos que dedicó Sampayo.
El tono deliberadamente antojadizo de su elección se hace notorio si se ensayan -evitables- ejercicios comparativos: Miles Davis aparece mencionado en seis entradas, la misma cantidad que, por ejemplo, Tom Harrell. O en el caso de pianistas, se recortan cuatro menciones para Enrico Pieranunzi y solo una para Barry Harris o dos para Herbie Hancock.
No significa por cierto que valore a unos por encima de otros. Sampayo entiende que los clásicos están más escuchados y reseñados, pero que hay artistas, especialmente en las últimas décadas, que acaso merezcan una atención que los recién llegados a este género deben dispensarles.
Más allá del personal criterio de selección, hay que destacar la variedad. Si uno abre el libro en una página cualquiera, pongamos la 336/337 encontrará allí entradas de músicos como Vijay Iyer y Craig Taborn, ambos grandes pianistas, la talentosa guitarrista Mary Halvorson y la activa pianista argentina Paula Shocron (entre los argentinos también aparecen Adrián Iaies, Ernesto Jodos y Mariano Loiácono).
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