miércoles, 2 de junio de 2010

LAS LUCES DEL CIELO

Hay una fracción de la crítica que considera a Jarret algo así como parte de la burgesía del jazz y otra que a pesar de sus altibajos [ los tiene como cualquier músico ] lo apoya en todo lo que hace de manera apasionada. Con Haden otro tanto, con la diferencia de que el cuestionamiento que le hicieron era, como alguien que había sido parte embrionaria del Free, que estuvo codo a codo con Coleman, terminara haciendo discos como "Land of the Sun".
Es el momento en que yo opino que parece ser, para algunos referentes de críticas inentendibles sobre trabajos de dificultosa escucha, que estar en la cima de la intelectualidad musical es lo lícito, y todo aquello, como éste excelente trabajo, que acerca su música a un público que no es habitué del mismo, es objeto de reseñas poco amigables o bajas calificaciones en esos medios impresos. Lo cierto es que ambos a su modo hicieron avanzar su parte en la historia del jazz y su aporte está en los anales del mismo.
Al día de hoy tengo en lo más alto de mi memoria emocional y en el mejor lugar de mi anaquel, "The night and the City" de Barron / Haden y Standards Vol. 1 y 2 de Jarret en la misma posición.
Ambos habían colaborado en los 70, en el cuarteto del pianista y 40 años después, nos deleitan con este dulce perfume "Jasmine"( primera denominación del género con dos "ss" - Jass - al final, lo de las "zetas" fue posterior, por la preferencia de las protistutas de Storyville por la fragancia de jazmín ).
El trabajo se desarrolla sobre el tálamo de las baladas y los standards con una apropicuada selección del cancionero popular norteamericano. Ninguno de los ocho cortes interpretados sofoca de empalagoso y todo se desarrolla de manera minuciosa y detallada.
"For all we know", " Goodbye " o "Don´t ever leave me", son lo más logrado y tienen más que nada sabor a reencuetro, porque si nos ponemos a pensar, ¿ necesitamos más versiones sobre estos temas evocados hasta la saciedad ?. Seguro que no, pero ambos conocen y muy bien de que se trata la historia ; una historia que se tomo su tiempo para unir a esta dupla esencial.
La pasividad solo se despereza módicamente en cortes como "Body And Soul" y "No Moon At All", donde en la primera Jarret bucea una prolongada exploración sobre un tema rara vez seleccionado por pianistas, algo que llamó mi atención.
La música aquí compartida irradia goce y espontaneidad en el contenido y la forma de ejecutarla. De la estabilidad que fomenta surge la diversidad y ahí radica su valía. Belleza y estilo conjugados de manera transitoria, plasmados en una obra vistosa y recomendable. Una noche iluminada por dos seres en estado de gracia.


Keith Jarrett : Piano
Charlie Haden : Bass

Reseña : Micky Almada


1 comentario:

MC dijo...

Muy buena la reseña. Ya suena el disco, la habitación se tranquiliza. Gracias.