martes, 16 de noviembre de 2010

AMNESIA COLECTIVA

Fernando Vargas Valencia, poeta colombiano y amigo generosamente me informa de su nuevo proyecto, "Épica de los desheredados". Me llena de satisfacción su palabra y su accionar comprometido políticamente con aquellos que la sociedad nunca escucha. En estos versos las palabras gritan deseosas anhelos de justicia, fieles testigo de lo escuchado, observado y vivido por el autor. Un poemario que escoge el mejor camino para desear un mundo diferente.
"La sociedad no puede emanciparse sin emancipar a cada uno de sus individuos"

Friedrich Engels





SOBRE "ÉPICA DE LOS DESHEREDADOS" DE FERNANDO VARGAS VALENCIA.

Por: Fernando Cely Herrán


Recorrer los versos de este poemario es aproximarse a ese país permanentemente e intencionalmente evadido por la acostumbrada amnesia colectiva. Ríos de sangre y brutalidades humanas que enfrentan pueblos y veredas de remotas y cercanas geografías. Conmovedor compromiso del poeta al rescatar estos episodios que forman parte de una historia aún no escrita; testimonio asumido desde las voces que el juglar escuchó personalmente en sus periplos como jurista y guardó en sus retinas para convertir en versos bien logrados, las miradas absortas y perdidas, los impotentes recuerdos asumidos para que no se los trague el olvido.
Fernando Vargas Valencia, en su proceso de crecimiento poético, depura su acostumbrada sensibilidad, para brindarnos un nuevo trabajo esmerado y cuidadoso; nos compromete a la profunda reflexión frente a la “normalidad” que a diario nos presentan los medios de comunicación y nos invita a ser voceros permanentes de las comunidades que afrontan la barbarie.


EL SALADO I

“Los paramilitares que hace nueve años participaron en la masacre ocurrida en "El Salado (Bolívar)" obligaron a varias mujeres a desnudarse y bailar delante de sus esposos o padres, que después fueron asesinados”. Periódico El Tiempo.

La vergüenza de bailar
ante tantas miradas.
La vergüenza de mi piel desnuda
cuarteada por las sombras
de las aves tuertas.
El miedo que eriza mis senos
y que me hace temblar.
No puedo bailar así,
no con este olor a pólvora
y a muerte pospuesta.
Sé que voy a morir
y no quiero hacerlo bailando.
Mi madre me enseñó la danza
como juego de cortejos.
Nunca me habló de esta preñez fúnebre,
de esta sensación de terrible soledad sin música.
Este ejército de hombres
va a arrojar la rabia en cualquier momento.
No puedo, no quiero bailar
si la música es un golpe de luz
en la boca abierta de la noche.
Las ráfagas prometen venir pronto
y me parece demasiado impuro
recibirlas danzando.
No, no quiero bailar desnuda
si mi padre me observa.

Fernando Vargas Valencia - Épica de los Desheredados


Intro : Micky Almada

1 comentario:

Fernando Vargas dijo...

Gracias infinitas...